jueves, 23 de abril de 2020

El día del libro y el morado comunero


Hoy las redes sociales se han llenado de la generosidad de todos para celebrar el día del libro en unas circunstancias tan especiales como las que vivimos. Yo mismo he colaborado en varias iniciativas. Con el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua he participado en un homenaje a Miguel Delibes con motivo del centenario de su nacimiento, presentando su figura y analizando uno de los textos más radicalmente actuales de este autor, su discurso de ingreso en la Real Academia en 1975, junto a mis colegas Carmen Morán y Natalia Álvarez (puede consultarse aquí), y un diálogo vivo e interesante con los ganadores del Premio de la Crítica de Castilla y León de este año, José Luis Alonso de Santos y Pablo Andrés Escapa (aquí); a Miguel Delibes también se le ha homenajeado desde el Ayuntamiento de Medina de Rioseco, con la lectura de fragmentos de sus obras y yo he seleccionado la parte del mencionado discurso que me ha parecido más emotiva y personal (aquí); a petición del escritor y promotor cultural José Ignacio García, he mandado un fuerte abrazo y un libro a la buena gente de Portillo, en una iniciativa del Ayuntamiento de esta localidad (aquí); he apoyado la campaña de la Asociación de libreros de Burgos recomendando la lectura del poemario Material de contrabando de José Gutiérrez Román, estupendamente editado por Difácil (aquí); también he compartido la lectura del famosísimo fragmento 7 de Rayuela de Julio Cortázar con la emisora municipal de Ayamonte, gracias a mi querido amigo José Luis Rúa y los Poetas del Guadiana. Además, he compartido públicamente algunos vídeos dedicados a mis alumnos en los que explico la narrativa cervantina (pueden verse en mi canal de Youtube, aquí). Ha de recordarse que este día del libro se celebra el día 23 de abril porque se creía que en esta fecha falleció Miguel de Cervantes, cosa que la investigación ha desestimado. Cervantes murió el 22 y fue enterrado tal día como hoy. En todo caso, ha sido un día del libro intenso, como nunca lo había vivido. Posible gracias a la tecnología actual, que nos acerca a todos los lugares y nos permite conversar con tanta gente querida.

Ahora solo es necesario un nuevo paso: no abandonar el impulso, apoyar la cultura en los duros tiempos que se avecinan de crisis económica gravísima en el sector y comprar en las librerías de toda la vida.

En Castilla y León hoy ha sido fiesta. Se rememora la derrota en la batalla de Villalar de 1521, en la que las tropas comuneras fueron vencidas por las del emperador Carlos V y ejecutados inmediatamente Juan de Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado. Cada vez está más clara la importancia de la Guerra de Comunidades y lo que supuso para la historia moderna no solo española sino europea. Como en todas las cosas de la vida, su significado es más complicado de lo que parece y por eso ha podido analizarse como la última revuelta medieval o la primera revolución moderna, pero la trascendencia de lo que ocurrió es innegable. Lo cierto es que a partir del siglo XIX se recuperó como un símbolo de la libertad frente al absolutismo por los sectores progresistas del liberalismo y algunas sociedades secretas. De aquella época parece venir la sustitución del rojo carmesí de las banderas por el morado con el que identificamos hoy el movimiento. La recuperación de los comuneros en los años setenta tuvo un claro significado antifranquista, de lucha frente a la dictadura de Franco y su intención de continuismo, y fue la seña de identidad castellana para proclamar la libertad y la igualdad. De allí me viene mi sentimiento comunero. Un sentimiento que no es nacionalista, sino todo lo contrario, porque hace mucho que aprendí a amar el terruño propio para admirar todos los ajenos sin jerarquizarlos ni excluirlos. No debe haber un nosotros frente a un ellos. El extraordinario poema del berciano Luis López Álvarez que relataba los hechos alcanzó pronto la condición de cantar de gesta musicado por el Nuevo Mester de Juglaría y para muchos es parte de la memoria personal y colectiva. Es mi caso. 

Así que me he imaginado en la campa de Villalar, añorando el horizonte abierto de mi tierra. Y en casa lo hemos celebrado con una tortilla de patata y vino.

Cuando ha anochecido, hacia la Peña de Francia, el día se ha puesto tan hermoso que solo por eso ya ha merecido la pena.

8 comentarios:

Fackel dijo...

Pues sí que ha sido intensa la festividad para ti. Para mí, aunque la hemos citado de pasada en casa, comparándola con los años de otros tiempos, ha pasado sin pena ni gloria. Ni siquiera sé si las autoridades de nuestra Comunidad han tenido a bien o a forma emitir algún comunicado de circunstancias.

De celebrar el Libro no he sentido necesidad porque me procuro la satisfacción cotidiana. Eso sí, he leído de nuevo un capítulo del Quijote donde dice este a su escudero:

"...Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro, si no hace más que otro. Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca".

Qué oportuno texto.

Qué quintaesencia hay en esta sabiduría, señor. Que no nos faltes nunca,Cervantes.

Ccasconm dijo...

Delibes es (y lo digo en presente porque los escritores nunca mueren) uno de los mejores exponentes de la lengua castellana del siglo XX. La verdad es que no sabría decir si me preguntaran qué novela me ha impactado más de su trayectoria. Como historiadora disfruté con "El hereje", mi parte de aqueóloga frustrada rio a mandíbula batiente con "El tesoro", reflexioné mucho sobre política con "El disputado voto del señor Cayo", la maternidad me acercó a "El príncipe destronado" y aluciné con la prosa de "Los santos inocentes". Y me atreveré a decir que no sintonicé con "La sombra del ciprés es alargada". Quizá si lo abordo en otro momento cambie mi opinión.
Un saludo

mojadopapel dijo...

Ha sido un día muy completo y terminarlo con un peliculón como "Dos hombres y un destino"...el mejor complemento.

andandos dijo...

Aquí ha sido un día raro. Pones muchos enlaces que pronto o tarde miraré (de hecho creo que tu blog y alguno más son los únicos que leo con interés ahora). He visto en la tele las afueras de Villalar, la campa donde otros años se celebraba la fiesta. Por aquí un día raro, nada reseñable.

Un abrazo

impersonem dijo...

Pues he visto los tres vídeos y me han parecido ilustrativos, didácticos e interesantes... gracias a los tres... me ha gustado la cita de Delibes que reproduce, al final de su vídeo, Natalia Álvarez: "Un pueblo sin literatura es un pueblo mudo"; más aún, me ha encantado...

Los tres habéis dado claves para entender mejor el contexto y las "intenciones o propósitos" de la obra de Delibes...

Curiosamente anteayer anduve hurgando un poco en el tema de Villalar y leí lo que tú expones aquí sobre lo de la confusión sobre los colores de las banderas; un error decimonónico, sí, y que lo relacionaban con el color que había elegido una sociedad masónica para uno de sus emblemas o algo así; también decían que la confusión podría estar en un tercio creado por Felipe II llamado "el tercio de los morados", pero sin embargo parece ser que su pendón era color carmesí... incluso parece ser que en vexilología no existe el morado, sino el carmesí en sus diferentes tonos... no sé, yo no tengo ni idea.

También he leí lo de la fecha de la muerte de Cervantes, que como tú muy bien dices fue el 22 y no el 23; en el mismo texto leí también que Shakespeare habría muerto un 23 de abril por el calendario inglés, pero no por el nuestro, ya que ese calendario inglés al pasar del juliano al gregoriano se produjo un desfase de 10 días, por lo que la muerte habría sido el 3 de mayo de nuestro calendario... En fin, curiosidades sobre efemérides que uno creía de una manera porque así las habían contado y ahora descubres que son de otra, yo lo he descubierto anteayer...

Sobre el significado de Villalar, en mi pensamiento sobre ello anidan muchas contradicciones... se rebelaron contra el imperio, pero eran nobles que andaban a lo suyo, no sé si Girón hubiera actuado de otra manera hubieran podido ganar la batalla, también tengo esa duda... En fin, no sé, sólo son conceptos de aficionado, aunque hace unos años atrás, la asociación sociocultural a la que pertenezco, programó una charla coloquio sobre este tema de Villalar, y también hurgando un poco en el tema, me enteré de la actividad que se desarrollaba sobre él en la "librería Villalar" de Valladolid... Es un tema que tiene su aquél y me da (opinión de lego, temerariamente atrevida) que la historia sobre lo que paso en Villalar está plagada de interpolaciones posteriores...

Me ha gustado este post mucho Pedro, transitamos por el mismo terruño y yo también lo amo, aunque a veces muy críticamente...

Abrazo

Sor Austringiliana dijo...

Día del libro con Cervantes y Delibes, perfecto. No soy muy de banderas pero hubo momento para el casi himno castellano del Mester de Juglaría, por lo bajinis y con nostalgia. El bien tiene que estar ya cerca, Sancho.

impersonem dijo...

... en vexilología no existe el morado, sino el púrpura... quise decir.

Ele Bergón dijo...

Me ha encantado el vídeo, no lo había visto y pensar que me lo había perdido...

" Un mundo que agoniza" ya lo he terminado, la verdad que lo he leído de una sentada. Algunas cosas las recordaba de anteriores lecturas, pero ahora, la volverlo a leer, creo que le he sacado más jugo.

¡Y pensar que antes de 1975, Delibes y otros como él nos lo advirtieron, pero como siempre,es el egoísmo y la mala ambición del hombre lo hace, que el difícil equilibro entre la técnica y la Naturaleza no prospere y por eso hemos llegado a esta peligrosa situación.

¡Ojalá sepamos encauzar los caminos, mientras vamos reflexionando en nuestro confinamiento!

Besos