jueves, 19 de marzo de 2020

La calle, en silencio.


La calle, en aparente silencio. En ella están aún los ruidos de la semana pasada.

Cuando pase todo, ¿habremos aprendido? ¿Hasta dónde llega nuestra memoria del dolor? ¿Sabremos pedir cuentas de los errores cometidos? ¿Nos las sabremos pedir a nosotros mismos?

Buena parte de mi docencia ya era virtual, a través del ordenador. Ahora nos han pedido que trasformemos la presencial también en virtual. Lo primero que he pedido a mis alumnos es que me cuenten dónde les ha sorprendido el confinamiento, qué tal están, si necesitan algo. Todos nos preguntaremos, durante mucho tiempo, ¿dónde me sorprendió aquello, qué estaba haciendo, qué planes tenía, cómo lo arrasó todo la pandemia vírica, cómo me trasformó? ¿Cómo nos trasformará todo esto?

Para quienes lo quieran, he reactivado mi canal de Youtube. Allí estoy colgando poemas que recito para sobrellevar el confinamiento. Publicaré también material que usaré para explicar algunos conceptos a mis alumnos y acompañarlos en el aprendizaje virtual en estas circunstancias. La dirección, pinchando aquí.

5 comentarios:

Sor Austringiliana dijo...

Tal vez ese silencio sea el silencio sordomudo que decía Lorca. Un silencio que duele en todo caso. La pandemia nos formatear si no nos mata.
Besos y salud.

Emilio Manuel dijo...

Pregunta fundamental que haces ¿Como nos transformará todo esto?, no lo alcanzo a ver, pero seguro que para mal.

Fackel dijo...

Pues eso mismo pienso. Y anhelo. Anhelo que aprendamos algo sobre lo que es constructivo y destructor. Sobre el medio ambiente, las maneras de producir y de consumir, las regulaciones de los mercados, las investigaciones y las carreras armamentísticas, por poner ejemplos. Anhelo de cambiar usos y costumbres personales y colectivos de nuestra sociedad, de renovación de la cultura política y económica, de los mecanismos de supervivencia nuestros y de gentes de otras zonas el planeta, en fin, lo dejo aquí. No hago estos días otra cosa sino hacerme preguntas y evitar intoxicaciones mentales, que van a abundar más. Aguanta, resiste, crea, recrea. Se verá.

Ele Bergón dijo...

Desde mi confinamiento y sin internet solo con el móvil, te escribo.
Buena reflexión. Teníamos tanto bueno y no nos dabamos cuenta. Ahora que nos falta,somos consciente de ello.
A veces nos cuesta mucho aprender.
Besos

CarmenS dijo...

Ojalá ocurriera lo que dicen los buenos augures: que saldremos más fuertes y con lecciones de humanidad, convivencia y relaciones sociales mejor aprendidas. Ojalá sea así, trato de disipar mis recelos.
Un saludo