jueves, 20 de febrero de 2020

La perseverancia del almendro


La mayoría de los frutales de estas tierras son árboles humildes y callados, que están a su labor diaria sin darse ninguna importancia. Al borde de un camino, pasan desapercibidos para el paseante, que va a lo suyo -quizá habla solo-, pero hay días como estos. El camino, el pueblo a lo lejos. Y el humilde frutal que ha vestido sus galas. Levanto la cabeza, sonrío. Parece que este año también hay primavera.


8 comentarios:

Myriam dijo...

A veces es necesario recirdar la simplevy generosa belleza de la Naturaleza.

Besos

Emilio Manuel dijo...

Nunca me había planteado que había árboles que eran más humildes que otros, me fijaré a partir de hoy.

Sor Austringiliana dijo...

No habíamos reparado en ellos, nos regalan la vista con sus delicadas flores y pronto volarán. Hasta el año que viene.

Fackel dijo...

Frutales o no todos los árboles me resultan entrañables. Son acompañantes y aunque unos sean de mayor floresta y envergadura que otros yo los quiero a todos por igual. Padezco por nuestros árboles decorativos de las calles de la ciudad, tan maltratados por la contaminación y los conductores desaprensivos, pero en su menudencia hay que ver lo resistentes que son.

Luis Antonio dijo...

LA DOROTEA: "El hielo siempre fue inclemencia del cielo y no hazaña del aire desnudar un pobre almendro que en confianza del sol se vistió de flores. Más valentía fuera despojar un moral robusto"...

impersonem dijo...

Espero que la haya, que sea temprana, que dure y que los hielos tardíos no malogren plantas y frutos...

Pienso que los árboles son seres vivos admirablemente resistentes...

Abrazo

XuanRata dijo...

En ese gesto de levantar la cabeza y mirar y ver aguardaba la primavera.

Ele Bergón dijo...

Sí,este año también habrá primavera y bastante adelantada. Por Madrid ya se se están cayendo las flores de esos almendros. Este año, al no haberles llegado la helada, han lucido y lucen en todo su esplendor de colores rosa y blanco.

Deseosa estoy de ver los de mi pueblo, pero no sé si voy a llegar a tiempo.

Besos