miércoles, 27 de noviembre de 2019

El aforista desnudo


Escribía aforismos por venganza. Cayó por fuego amigo. 

Se hizo crítico literario para que le enviaran los libros de poesía, que no pensaba comprar. Su crítica era limosnera. 

Después de escribir, se relamía. Ignoraba que su víctima no lo leyó nunca. 

Algunos aforismos son más peana que santo.

El aforismo es un arma de doble filo. 

Algunos aforistas, desnudos, merecen una manta.

Sus aforismos explotaban siempre por la recámara. 

9 comentarios:

Antonio del Camino dijo...

¡Vaya! ¡Qué peligro! (guiño cómplice)

Emilio Manuel dijo...

"La duda es uno de los nombres de la inteligencia." - Jorge Luis Borges

Abejita de la Vega dijo...

El aforista estaba huero.

Francesc Cornadó dijo...

El fuego amigo es traicionero. Más de un crítico anda por ahí suelto yendo de limosnero.
Saludos
Francesc Cornadó

Fackel dijo...

Los aforismos, para que tenga su valor, deben desnudar los santos, no vestirlos. (De esto se ocupan simplemente los lenguaraces de calle, y en otros tiempos se diría que de sacristía)

LA ZARZAMORA dijo...

Los -is(t)mos- rompieron banderas, límites...
Lástima que la pobreza lingüística a la que asisto hoy (y no pongo plural sino que asumo lo que escribo y leo) se resuelva a cuatro letras que suenan bien y que cualquiera aplaude si le dedicaron el libro existencial, virtual o en papel de quien se diga autor, poeta, o prosista.

Besos, mi querido Pedro.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Qué buenas reflexiones! "Ignoraba que su víctima no lo leyó nunca." cuánta ironía! jeje

Ele Bergón dijo...

En los aforistas hay de todo:muy buenos,que van unidos a su buena poesía y que permanece en el tiempo como JRJ, buenos, regulares....y así van descendiendo..
Besos

impersonem dijo...

Es que desnudos es difícil resistir el escrutinio ajeno de nuestros defectos...

Abrazo