Perdona por ser yo demasiado prosaico en este tema. La boca oscura de la noche quizás se quede sin lumbre porque los animalistas están empeñados en que los fuegos artificiales estresan a las mascotas. Es decir 20 minutos de jolgorio celeste para las gentes, son más peligrosos que 365 días de tráfico urbano, aperturas y cierre de zanjas, motos de escape libre, pubs sin sistemas de protección acústica etc... Estos tiempos...
12 comentarios:
Pasaba por tu blog y me quedé en él, te sigo, besazo y que tengas un buen jueves.
No solo el fuego, también el ruido.
¿No estaban prohibida toda clase de fuegos artificiales en CylL¿
Pues aquí no paran.
Perdona por ser yo demasiado prosaico en este tema. La boca oscura de la noche quizás se quede sin lumbre porque los animalistas están empeñados en que los fuegos artificiales estresan a las mascotas. Es decir 20 minutos de jolgorio celeste para las gentes, son más peligrosos que 365 días de tráfico urbano, aperturas y cierre de zanjas, motos de escape libre, pubs sin sistemas de protección acústica etc...
Estos tiempos...
Últimamente huyo de las fiestas masificadas y lo que conllevan. No sé por qué será...
Fuego y artificio, esencia urbana y exabrupto después de una comida copiosa.
La ciudad está en fiestas, tú no, a lo lejos lo divisas.
Besos
La fiesta de dentro afuera, si es de fuera adentro no es fiesta, es fesrorro.
Tú no estás de fiesta, me temo. De todas maneras, generalmente están, o se hacen, fuera de la escala de hace treinta años: todo es exagerado.
Un abrazo
Y nosotros vamos cambiando también. El fuego nos quema.Y demasiado ruido.
Besos.
;)
Precioso
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