En Isla Canela, junto a la parcela de Eladio Orta, hay un terreno en el que han varado bañeras. Estamos en la marisma y esos artefactos parecen yates desorientados de quién sabe qué sueño. Al fondo, el horizonte se recorta con las torres de los hoteles de veraneo. Por ahora, la marisma parece la frontera frágil de lo auténtico y esas bañeras están listas para emprender el viaje. Quizá sean los botes salvavidas que haya que usar cuando la especulación urbanística la cruce.
Eladio Orta es una persona auténtica y coherente como pocas he conocido. Como escritor, escribe lo que dice y dice lo que piensa sin importarle demasiado resultar irreverente o fuera del canon. En él esto no es postura como en otros, que escriben por parecer pero no por ser. Lo he visto hablar igual con el alcalde, con un camarero, con uno de los muchos poetas que lo buscan y con cualquiera que se encuentra en la calle. Mira siempre de frente y sus afectos y emociones las lleva escritas en la piel, por lo que le resulta imposible mentirlas, cosa que según pienso ni le interesa. Sus libros corren entre los muchos que lo apreciamos y va siendo un secreto a voces. Escribe directo, sin andarse en rodeos, para proclamar sus pensamientos, que siempre están de parte de los que han perdido el relato de la historia, de la tierra que ama. Resultará incómodo a muchos, pero nunca falso y siempre pone al lector ante el espejo porque él es el primero que lo practica cada día. O a quien lo escucha leer, porque es tan personal leyendo que aún recuerdo escucharle recitar un poema mío en la Casa Grande de Ayamonte y pensar que era suyo y no mío. Siempre que lo veo lo abrazo y beso porque sé que es quien podrá embarcarme en un sueño cuando se hayan derribado todos los límites de la naturaleza para invadirla. Especialmente, esa frontera interior que nos lleva siempre a lo que nunca deberíamos haber perdido.
En uno de sus poemas tontos se definió mejor que cualquier estudio que se escriba sobre él:
no elegí nacer en la sal y la arena
en las retamas y el fango
pero si nací en la sal y la arena
en las retamas y el fango
debo defender la sal y la arena
las retamas y el fango
Uno debe saber siempre de dónde es para no olvidarse.
14 comentarios:
Como no lo conozco, he buscado su biografía y me gusta, esto dice sobre la poesia:
"la poesía / desgraciadamente es un brebaje de librerías / potaje de expertos / recitales para iniciados en la búsqueda / o iniciados en la impotencia de la acción // la literatura es el paraíso de los fracasados / la incomunicación de los no-aptos en el lenguaje Hablado / la Habitación sagrada de los solitarios / el árbol accidental para los cachondos mentales" ("La poesía es un arma brutal")."
En los límites de los mares, a veces ondulantes si la cosechadora no ha apurado mucho, un pastor ribereño me enseñó que las bañeras viejas sirven bien de abrevaderos para el ganado en esta Castilla nuestra tan seca. En todo eso que ve --y me señaló un amplio arco en el horizonte con su cachaba-- no hay una sola fuente.
Al pan, pan, y al vino, vino. Como se dice en mi tierra.
Un abrazo
No sabía de este autor. A ver si encuentro algo escrito por él. Tal como lo transmites merece la pena. Gracias.
Bello homenaje que os dignifica a ambos.
No lo conozco pero si tú hablas así de él me interesaré, claro. Espero que agosto esté yendo más o menos bien.
¡Un abrazo!
Eladio sabe cosas...
Saludos,
J.
Yo también soy rastreador de bañeras varadas: aguardan a que suba la marea. Y está subiendo.
En esta foto extraordinaria, tan irreal como el paisaje es la luz, que parece salida de un inicio o de un final inesperado.
Quien no olvida su raíces, no se olvida -ni pierde- a sí mismo.
Besos
Tengo interés en encontrar una explicación puntual sobre las respuestas del licenciado vidriera. Hay muchos resumenes de la trama, análisis de esto y lo otro pero no hallo lo que busco.Alguien sabe si existe algo explicativo sobre las respuestas en cuestión.Por ejemplo así de memoria llevan a azotar a una alcahueta y de pronto habla de un coche...he intentado explicarme lo mejor posible...un trabajo comentando el sentido de cada respuesta...
Uai! Em português? Mudou o quê?
"yates desorientados de quién sabe qué sueño"
Jeje, qué buena imagen.
Me parecen tan surrealistas esas bañeras diseminadas por los campos, que me atraen casi tanto como los cuadros de Magritte.
Eladio Orta, auténtico y coherente. ¡Ojalá! todos fuéramos como tu amigo poeta de las marismas.
Besos
Esto es muy bello, y muy interesante. Callo. Gracias por el acercamiento a este poeta y activista de la vida.
Besos.
;)
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