domingo, 2 de diciembre de 2018

Una gota de agua


No pudo hacerme mejor regalo antes de marcharse unos días: una gota de agua sobre la hoja. Mira, sonreía. Lleva unos meses intentando salvar esta planta. Mira, como cuando me mostró el mar como si lo hiciera nuevo. Así ando yo ahora, procurando que no caiga la gota. ¿Cómo conseguir de nuevo ese momento cuando regrese?

8 comentarios:

Sor Austringiliana dijo...

Cuida esa gota.

Emilio Manuel dijo...

Suerte y que no se te caiga la gota.

Francesc Cornadó dijo...

Un equilibrio delicado.
Salud
Francesc Cornadó

Luis Antonio dijo...

Esa gota es el alma de la planta. Vale la pena evitar que se caiga...

mojadopapel dijo...

Me has hecho sonreír.... Qué bonito!

XuanRata dijo...

Esa gota es la bola de cristal para el buen adivino: en ella están el pasado y el futuro completos, rodando sobre si mismos.

Fackel dijo...

Las gotas siempre retornan, lo que ya no vuelve con la misma asiduidad es nuestra mirada y complacencia.

Ele Bergón dijo...

Nunca se ha ido y la gota resistirá hasta su regreso.

Te encuentro en todas estas entradas algo nostálgico, deben ser las próxima fiestas que se avecinan.

Beso