El poema es bello. Inspiradísimo. En tiempo de otoño, entre las nieblas, echo en falta la definición de los perfiles. En medio de las brumas, me resulta difícil pensar en el qué y en el quién. Añoro las mañanas de abril sentado en una leve pendiente del litoral mirando al mar antiguo. Abrazos Francesc Cornadó
Buscadores de respuestas, eso somos... buscadores de la luz de cada día que nos permita ver con nitidez el horizonte al que nos dirigimos... la niebla nos instruye sobre la precaución y sobre la orientación... tan sólo hay que alinear los sentidos del cuerpo con los sentidos del alma para ver más allá de los impedimentos climat-o-lógicos... por lo demás, en un paseo por los pinares, siempre nos queda la posibilidad de orientarnos por el quinto pino (esto último es broma, pero no sé si tiene gracia)...
Ya sabes el dicho: ¡mañana de niebla, tarde de paseo! ... esta noche tocó hielo... son las cosas de la vida que suceden entre la Tierra y el cielo...
Revisando este texto tuyo me ha venido a la mente el ámbito cerrado, el paisaje desaparecido, y el temor y la confusión que nos puede causar encontrarnos en medio de pinares tomados por la niebla que llega hasta los pies. Contradictoriamente hay algo acogedor, como de fuera de este mundo en ese atrapamiento. Pero que a su vez nos deja anímicamente desnudos. Hace tiempo que no conozco esa sensación, pero tenerla la tuve. Gracias.
13 comentarios:
Somos niebla en el interior de la niebla. Densa o leve sería el matiz.
¿Qué somos en días de invierno? cuando el frío escarcha la piel y las mañanas se visten de niebla.
Un beso.
Tu mismo te das la respuesta.
A veces hay momentos, hay días, hay vida, que solo somos eso: la niebla en el otoño
Besos
El poema es bello. Inspiradísimo.
En tiempo de otoño, entre las nieblas, echo en falta la definición de los perfiles. En medio de las brumas, me resulta difícil pensar en el qué y en el quién. Añoro las mañanas de abril sentado en una leve pendiente del litoral mirando al mar antiguo.
Abrazos
Francesc Cornadó
Un árbol más.
Buscadores de respuestas, eso somos... buscadores de la luz de cada día que nos permita ver con nitidez el horizonte al que nos dirigimos... la niebla nos instruye sobre la precaución y sobre la orientación... tan sólo hay que alinear los sentidos del cuerpo con los sentidos del alma para ver más allá de los impedimentos climat-o-lógicos... por lo demás, en un paseo por los pinares, siempre nos queda la posibilidad de orientarnos por el quinto pino (esto último es broma, pero no sé si tiene gracia)...
Ya sabes el dicho: ¡mañana de niebla, tarde de paseo! ... esta noche tocó hielo... son las cosas de la vida que suceden entre la Tierra y el cielo...
Abrazo
Eu seria uma pessoa completamente desconfortada , pois detesto nevoeiro...
Besos, amigo mio
Poca cosa, eso somos.Pero hablar de eso nos lleva toda la vida.
Un abrazo
Mejor no autodefinirse en esas situaciones para no perder la esencia del paisaje que siempre requiere nuestra complicidad mimética.
Qué bien se respira en esa niebla que envuelve. Eres pino y otoño, mañana y frío.
Revisando este texto tuyo me ha venido a la mente el ámbito cerrado, el paisaje desaparecido, y el temor y la confusión que nos puede causar encontrarnos en medio de pinares tomados por la niebla que llega hasta los pies. Contradictoriamente hay algo acogedor, como de fuera de este mundo en ese atrapamiento. Pero que a su vez nos deja anímicamente desnudos. Hace tiempo que no conozco esa sensación, pero tenerla la tuve. Gracias.
Sí, somos caminantes en la niebla, por ver si descubrimos un poquito de la luz, que tuvimos en los días de sol.
Besos
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