Ha salido el sol. Paseo por el jardín de la Universidad, miro las copas altas de los pinos, la mata de romero en flor. Tengo ganas de meter las manos en los bolsillos y silbar camino de clase: voy al encuentro de Cervantes, ya fuera de Argel, que escribe El casamiento engañoso y Coloquio de los perros, una obra maestra que asombra todavía hoy. El césped se ha llenado de flores y las zonas no ajardinadas de gordolobos de terciopelo. Estos días me espera el Guadiana, con su lento curso camino del mar. Y no pienso decirle que no.
6 comentarios:
Buen viaje al Guadiana, ese río curioso y enigmático" ahora me ves...ahora no me ves"
un saludo Pedro.
Mavi
Qué bien que te espere el Guadiana, disfruta mucho del paisaje de la primavera.
Besos.
Pues claro que no.
Que pases buen día con Cervantes, Cipión y Berganza...
¡Qué ilusión! pero ya sé que estuviste,
viste, hiciste y volviste. :-)
Besos
Algún día visitaré la zona, espero y confío.
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