viernes, 20 de abril de 2018

Akúside de Ángel Vallecillo y noticias de nuestras lecturas.


Akúside es un anagrama de Euskadi. En esta novela, Ángel Vallecillo ha planteado una situación en la que el terrorismo etarra y el nacionalismo separatista vasco triunfaran, consiguieran la separación de España y un caminar como república independiente. Una novela distópica que parte de un contexto concreto pero que sirve también como denuncia a todos los nacionalismos. Podríamos decir que es una propuesta que aborda la misma cuestión desde una vertiente contraria a Patria de Fernando Aramburu: de la ficción distópica  de Vallecillo al realismo de Aramburu. Si Aramburu ha novelado los acontecimientos desde lo acontecido buscando la reconciliación que intenta la sociedad vasca pero sin olvidar, Vallecillo plantea radicalmente las peores consecuencias de una ideología nacionalista basada en el supremacismo, la exclusión étnica y la mistificación de la historia confundida con lo legendario.

Los diez años y varias redacciones del proyecto han dado como fruto una novela arriesgada tanto en lo temático como en la estructura que desconcertará al lector habituado al realismo y que sorprenderá para bien al acostumbrado a las fábulas fragmentadas y rupturistas. En la primera parte de la novela, una serie de relatos legendarios construyen las bases de una nueva historia basada en el mito y en la violencia. En la segunda parte, un relato de la construcción de un país sobre la visión excluyente de los nacionalismos. En la tercera, unas memorias personales del líder fundador que culminan en su arrepentimiento.

La lectura de la novela de Vallecillo es apasionante e interroga continuamente al lector, nada amable ni en lo temático ni en la disposición estructural. Uno de sus muchos valores -que iremos analizando- es que se aparta del camino predominante en la novela española actual. No dejará indiferente a los que decidan seguir este título que nos acompaña en este mes de abril.

Noticias de nuestras lecturas

Mª Ángeles Merino trascribe, en su última entrada, mi invitación a leer Akúside. La hice en Tordesillas y sirva para incitar a dejarnos sorprender.

Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos.
Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog, aunque en las últimas semanas no haya podido cumplir esta promesa por diferentes cuestiones que espero se vayan remansando en las próximas.
Información sobre el presente curso en el club en este enlace.

11 comentarios:

Fackel dijo...

Algo positivo me habían dicho sobre la novela. Tal vez debiera catarla.

Abejita de la Vega dijo...

Voy con el sacrificio del hijo. Poco amable el autor. Lo dicho: más valor que Gerineldo.

pancho dijo...

El tipo de la portada mete miedo. El mismo miedo que las letras del interior teñidas de rojo violencia, una banalización de la vida que vale menos que la bala que te mata, lenguaje, tono, ritmo de videojuego. Todo sea por la causa.
Una novela a contraestilo, imaginativa y sumamente original en su estructura, al menos yo no había visto ni leído antes nada igual, lo cual es un mérito aunque solo sea por salirse del carril de lo trillado (había que obligar a los mulos a que salieran de lo fácil e internarse en lo áspero de la parva).Esto lo digo porque tiene relación con el tema del Regreso que a mí me parece el mejor acierto de la historia, incluso ya prevé la oposición por parte de los habitantes de Megara, la ciudad en la que viven seis de los ocho millones de habitantes de Akúside si no recuerdo mal.
Vale mucho la entrevista con el autor que enlazas. No es un androide recién llegado del exterior con el mandato de escribir por decreto...

Ángel Vallecillo dijo...

Les agradezco mucho la lectura de Akúside, y en el caso de Pancho le agradezco mucho su referencia a la originalidad, porque cuando escribes un poco a contracorriente te sientes muy inseguro al tomar decisiones estéticas. Cuando escribes "raro" transitas un camino solitario y lleno de dudas (vas demasiado solo, no sigas ese atajo, ¡no salgas de noche!). Lo que pasa es que a veces uno se sume de tal forma en el espacio y tiempo en los que está escribiendo que prescinde o se olvida de señalizar correctamente el camino. Es lo que ustedes, tan cortésmente, describen como poco amable. A veces lo haces porque narrar de otra forma te resulta redundante, o superfluo, y otras porque sencillamente no te das cuenta y te sale así. Reconozco la dificultad del libro y lo considero un lastre. Me hubiera gustado que no fuera tan abstruso, por eso valoro tanto la decisión del jurado del premio, y comentarios que valoran el riesgo. Para no marearles más, decirle a Pancho que, efectivamente, a mí también me parece que El Regreso es el contexto más potente sobre el que gira el libro. Esa idea tiene su raíz en la izquierda abertzale. Recuerdo bien de dónde vino aquella idea: fue viendo el documental La piel contra la piedra, de Julio Medem. Otegui sentado en una silla, hablaba de cómo lo vasco solo sobreviviría mediante el aislacionismo, el regresar al pasado, el respeto a las montañas, a lo sagrado del espacio, negar el paso a multinacionales. Regreso contra progreso. Es otra opción. Gracias de nuevo a todos.

Myriam dijo...

Perdóname, en esta y la próxima lectura
no participaré por dos motivos: uno, que desde
aquí no consigo los libros y dos, que estoy metida
en "La sonrisa robada" de Abella; una lectura
que te debía, me debía y le debía desde hace 4 años.
Además de seguir tus maravillosas clases sobre la misma
y los aportes de los compañeros, tengo la intención de
comentarla en mi blog.

Un abrazo, felicitando igualmente
a los dos escritores que recibieron
el Premio de la Crítica de Castilla y León.


Abejita de la Vega dijo...

María Ángeles Merino, Abejita de la Vega, escribió ahí arriba: "Voy con el sacrificio del hijo. Poco amable el autor. Lo dicho: más valor que Gerineldo."

Porque Pedro Ojeda había escrito: "La lectura de la novela de Vallecillo es apasionante e interroga continuamente al lector, nada amable ni en lo temático ni en la disposición estructural."

Un saludo, amable de verdad, y mi agradecimiento al autor, Ángel Vallecillo, que nos contesta, en relación a ese "poco amable" mío que nació del "nada amable" de Pedro Ojeda:

"Lo que pasa es que a veces uno se sume de tal forma en el espacio y tiempo en los que está escribiendo que prescinde o se olvida de señalizar correctamente el camino. Es lo que ustedes, tan cortésmente, describen como poco amable."

Gracias, Ángel Vallecillo, seguimos con Akúside, a pesar de lo "abstruso". Lo dicho, tienes más valor que Gerineldo.

Abrazos a todos.

Ángel Vallecillo dijo...

Muchas gracias, Maria Ángeles por tu comentario. Como lector me han gustado los escritores difíciles, duros. Faulkner, Bernhard, William Gaddis. Escribir seco, sin concesiones. A veces escribes como lees. La estructura de Akúside es disparatada. Es esa sensación de hacer avanzar el libro en vez de con un remo con un machete. César, editor de Difacil, que tanto me ha ayudado con el libro, cuando le decía que iba a suavizar una parte o a facilitar otra, unas veces me decía sí, afloja un poco, pero otras me amenazaba !ni lo toques!, sin petulancia, de verdad que creo que esa duda sobre lo que haces y las críticas constructivas que recibes son partes del misterio que hace avanzar la literatura hacia nuevas técnicas.
Y por aquí me quedo un tiempo a su lado en este blog para leer sus críticas y opiniones y aprender de su forma de leer.
Danke!

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Gracias, querido ÁNGEL por tus intervenciones en este blog. Espero que te esté resultando interesante esta experiencia de análisis de tu novela.

Ángel Vallecillo dijo...

No, muchas gracias a vosotros, Pedro y compañía. La literatura está tan necesitada de crítica hecha con amor y talento...
No es solo interesante la experiencia. Es muy enriquecedora para un autor. Y, por favor, que mi "semipresencia" no os coarte el criticarla con dureza y libertad. Para eso estoy por aquí. El ego es un enemigo del artista, que no del arte. Soy muy crítico con todo lo que hago. Cada libro es un gran y hermoso fracaso. Un abrazo y mi agradecimiento sincero a todos.

Abejita de la Vega dijo...

Gracias Ángel por enriquecer la lectura del libro con tu presencia. Un abrazo.

Ángel Vallecillo dijo...

Gracias a vosotros, Abejita.
Muy bien visto, en ese primer cuento de El Sílex, el tema del diluvio universal (como en La Biblia y, efectivamente, Gilgamesh). Hay una razón para ponerlo el primero e incluirlo en este libro: el nacionalismo vasco ha hablado muchas veces de su origen singular y mítico, como un pueblo descendiente directo de Túbal (nieto de Noé).