Esta tarde me he dado un largo paseo por la ciudad. He visto jardines preparados para la primavera, personas que han abandonado la ropa de invierno y salen a la calle en manga corta y sandalias, jóvenes enamorándose. Andaba yo preocupado por esta España nuestra y las cosas de la res publica, todo tan extraño por previsible, entre el sainete costumbrista y la ópera bufa. Cuando sacamos un consenso, qué país tan enérgico y creativo tenemos. Pero cómo nos gusta la pelea de taberna, la cuchillada trapera y barrer debajo de la alfombra, mandar todo al carajo y pescar en río revuelto. Pues eso, que andaba yo entre la gente que disfruta del sol y del buen tiempo mientras van a sus cosas y me ha dado por pensar que todos deberíamos practicar el bello arte de hacer que tocamos la guitarra poniendo en ello todo el empeño, muecas de guitarrista de los buenos y gestos cómplices con quienes pasan a nuestro lado y desearían unirse al concierto, pero no se atreven.
6 comentarios:
Pues también a mí me ha dado por pensar y preocuparme, además, por esta España nuestra. Hoy he tenido la sensación, una vez más, de que el ruedo ibérico no sabe otra cosa sino dar para esperpentos. No por eso va a dejar uno de pasear las calles y degustar un verdejo y hablar amigablemente con quien se pueda hablar.
Lo intenté en mis tiempos mozos, pero ni tan siquiera me ligué a una chavala, digo lo de tocar la guitarra.
Bueno. Mi hija toca el piano (esto te suena, por el violín) y hace unos años ganó el concurso de la peñas de Binéfar sobre air guitar. Dios mío, era muy joven, ella.
Hoy está preparando las oposiciones para secundaria que, probablemente, no aprobará a la primera, pero sí le servirán para entrar en esa rueda de sustituciones que, a la larga, le servirán para encontrar un trabajo fijo. Como Fermín Herrero reflexionó un día. En fin, la vida y el mundo que vivimos, una mezcla de conservadurismo y audacia.
Un abrazo
Digo igual relativamente a Portugal.
Toquemos , então, guitarra!
Besos, amigo mio :) :)
La vida es más sencilla tocada de cerca sin tantos circunloquios donde una sonrisa, un saludo vale más que todo discurso por entretenido que parezca. Atreverse a abrazar a la gente sería la solución...?
besos
Mavi
Cualquier cosa para ahuyentar el sentimiento de vergüenza ajena que nos invade. Tristeza.
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