La nieve tiene muchas certezas y una sola mentira: su belleza.
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Al pisar la nieve virgen en la sierra siempre tienes la sensación de descubrir el mundo como un pionero. Se te pasa en cuanto llegas a un bar y te pides un caldo caliente.
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En algo se parece la nieve a la mayor parte de la poesía actual: en cuanto calienta un poco el sol, se deshace.
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Encontrar huellas recientes de jabalí en la nieve te avisa de quién sobra de verdad allí.
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Año de nieve, año de bienes. Si se cumpliera, me fatiga pensar en las personas que vendrán a coger la cosecha que otros sembraron.
10 comentarios:
Me ha gustado en particular ese aforismo de la nieve y la poesía actual. Donde esté el sol, donde nos acojamos a nutridas higueras...
La nieve alimenta poco a poco los veneros.
¡Cuánta tela puede dar la nieve!
Bienvenida sea, pues.
Besos
Fugaz
Será por su rareza, pero a mi me gusta ver negar; aquí nieva de higos a peras.
Totalmente de acuerdo:muchos serán los llamados... a recoger.
Un abrazo
A pesar de los pesares que has mencionado, Pedro, me gusta la nieve y lo que conlleva. Es un bien tas escaso por estos lares...
En las últimas semanas vamos bien servidos de nieve... Aquí ha nevado hace una hora y pico, ¡pero no ha cuajado!
Me hacía ilusión poner notas con los copos de nieve haciendo guiños tras el cristal...
Besos.
;)
Para mí la nieve siempre significó y significa, alegría
Es difícil que la poesía actual alcance las cimas de las nieves perpetuas.
Las primeras huellas en la nieve, siempre son importantes porque indican su primacía.
Besos
Supongo que la poesía es esto.
Un abrazo
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