A veces, en el tren
el paisaje se vuelve
interior y borroso.
Ya estás en soledad
y no sabes qué hacer
mientras se hace de noche
y vaho
y no te duermes.
Mientras afuera anochece -para muchos y lo siento- de lumbre mi hogar se llena: puro sol y firmamento estelado -sonrisas de 4 nietas- hija, yerno y más familiares confluyen de Norte y Sur a celebrar mi cumpleaños por todo lo alto y ancho que cabe en los corazones.
8 comentarios:
El tren es como la vida misma
que muchas veces nos lleva a ninguna parte.
un beso
Mavi
Cada vez es más difícil saber qué hacer con uno mismo, mientras fuera anochece...
Besos ;)
Simplemente maravilloso.
Me encantan tus retratos de interior.
Un abrazo.
Y hace un frío helador.
Mientras afuera anochece
-para muchos y lo siento-
de lumbre mi hogar se llena:
puro sol y firmamento estelado
-sonrisas de 4 nietas-
hija, yerno y más familiares
confluyen de Norte y Sur
a celebrar mi cumpleaños
por todo lo alto y ancho
que cabe en los corazones.
En esos casos, vas pensándote, y mientras tanto, ni existes.
;)
Besos, Pedro.
La duda, esa eterna compañera.
Besos
Y ni siquiera hace falta ir en tren para sentirse así algunas veces.
Besos.
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