La sierra está seca. Los prados agostados, los caminos polvorientos, los árboles enfermos. Caminar desde la Francesa hasta Santa Marina hoy me ha dolido. Hacía calor, un calor no habitual en esta época. Todo respira sequía y tristeza. No hay otoño sino hojas muertas. En la umbría todo está apagado. Qué dolor los castaños, los robles, la ausencia de helechos. Caminaba cabizbajo, intentando saber hasta dónde quieren ocultarlo, hasta cuándo. Y por qué miramos la falsa luna cuando el dedo responsable nos muestra el trampantojo.
9 comentarios:
Parece que nadie quiere darse cuenta que esto si que es un auténtico problema grave que tenemos.... Esta sequía pertinaz que nos está agotando a todos.
Jo. :(
Y las cosas van para peor con los años.
Saludos,
J.
En mi salida de todos los viernes, vi lo que cuentas y un poco más, por suerte y de momento, aquí no tenemos fuegos.
Saludos
Cuesta muchísimo conocer la verdad de las cosas. Mira lo que quieras, siempre está el poder para mirarlo de otra manera, algunos medios para apuntalar esa opinión, muchos votantes para hacerte dudar más, explicaciones históricas para justificar... No sé si siempre ha costado tanto que lo que ves con tus ojos se corresponda con lo que otros muchos también ven.
Un abrazo
Una gran sequía en todos los sentidos...
Sí, Pedro.
Besos.
España arde por el este y por el oeste.
Sí, no miramos a lo esencial y es la Tierra la que nos está gritando.
Por fortuna ha venido la lluvia y en algunos sitios desbordada. En muchas ocasiones, no nos damos cuenta de lo que en realidad está ocurriendo.
Besos
¡Qué triste!.
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