Te asomas al balcón y ves la calle
nocturna y silenciosa. Contiene algo
de tristeza agarrada a las fachadas
hasta que pasa un hombre solitario
camino de sus cosas
y un grupo de chavales
que se ríen felices.
Comprendes,
entonces,
que la tristeza
de la calle que miras
era la tuya.
© Pedro Ojeda Escudero, 2017
9 comentarios:
Supongo que sí... que proyectamos nuestras emociones hacia todo lo que nos rodea... a veces con aguda mirada y otras con ella perdida en alguna escena archivada en nuestra memoria...
Abrazo
Pero siempre con esa maravillosa sensibilidad de tu mirada.
Muy acertada reflexión, y muy oportuna.
Un abrazo
¡Qué mal te ha sentado la vuelta al cole! ¡Con lo a gustito que estabas tú en la playa!
¡Ánimo! Para las próximas vacaciones quedan solo unos pocos meses.
Recuerdos que se pegan a las sombras, por algún recodo de la tristeza...
desde el balcón.
Besos, Pedro.
Não sei se a tristeza será mesmo a nossa...mas que gostei muito do texto, gostei!
Querido amigo mio, besos
Alucinante fotografía.
Besos, nada tristes
En "Confesiones de un pequeño filósofo" Azorín escribe con un balcón abierto, al principio, tú lo recordarás mejor que yo.
Un abrazo
Siempre es tu tristeza.
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