jueves, 2 de marzo de 2017

La novela que es Patria de Fernando Aramburu y la novela que no es, noticias de nuestras lecturas y anuncio de la próxima


Casi al final de la novela, Xabier acude al hotel María Cristina de San Sebastián. Se celebran unas Jornadas sobre Víctimas del Terrorismo y Violencia Terrorista, organizadas por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco. El personaje no era muy dado a estos actos, entre otras cosas porque a las víctimas llega a pesarles psicológicamente ser eso, víctimas, a todas las horas, aunque no puedan negarlo ni negárselo: Por la mañana, víctima; por la tarde, víctima; por la noche, víctima. A ese acto sí acude porque encuentra en el listado de participantes al juez que dictó sentencia en el caso del asesinato de su padre. Cuando entra, le toca el turno a un escritor del que no nos da el nombre. El escritor habla de la novela que le ha crecido como una necesidad, del relato de los tiempos de violencia etarra que se enlaza también con su biografía:

- A fin de cuentas yo también fui un adolescente vasco y estuve expuesto como tantos otros chavales  de mi época a la propaganda favorecedora del terrorismo y a la doctrina en que este se fundamenta. Pues bien, he pensado muchas veces al respecto y creo haber encontrado la respuesta. [...] Escribí, pues, en contra del sufrimiento inferido por unos hombres a otros, procurando mostrar en qué consiste dicho sufrimiento y, por descontado, quién lo genera y qué consecuencias físicas y psíquicas acarrea a las víctimas supervivientes.

En los fragmentos de este discurso que se reproducen está gran parte de la base ideológica y narratológica de la novela, tanto la condena a los crímenes cometidos en nombre de una patria sostenida con la violencia como el espíritu del relato: Escribí sin odio contra el lenguaje del odio y contra la desmemoria y el olvido tramado por quienes trantan de inventarse una historia al servicio de su proyecto y sus convicciones totalitarias. Quien desee conocer el espíritu que anima esta novela debe leer con calma estas páginas porque en ellas encontrará, gracias al recurso metaliterario, tanto la esperanza hacia lo bueno del ser humano como la huida del patetismo y de la toma de opciones políticas en la novela.

Desde que se publicó, Patria ha gozado del éxito de ventas y del aprecio de los lectores no solo porque haya contado con el apoyo publicitario suficiente para convertirlo en una de las novelas más vendidas de las últimas décadas en España como afirman algunos maliciosos, sino porque ha encontrado el tono requerido por estos tiempos. Patria busca la esperanza, la forma más adecuada de curar las heridas provocadas en la sociedad vasca por el terrorismo etarra. Y lo hace huyendo de las grandes palabras y de los personajes históricos, de grandes declaraciones y de venganzas, de retóricas políticas y oscuridad en la narración. Centra la acción en personas normales, con vidas normales y sentimientos comunes. Cualquiera de los lectores puede reconocerse en ellos. Se equivocan aquellos críticos que piden otra cosa a Patria. Esta novela es la narración que ha escrito Fernando Aramburu, no la que les corresponde escribir a otros. Ha encajado en los sentimientos mayoritarios de una sociedad necesitada de seguir adelante pero sin olvidar a los que sufrieron. Las épocas duras del terrorismo etarra han dado otras obras literarias (también en el cine, teatro y en las artes plásticas) y seguirán apareciendo más en el futuro, como es lógico. Pero Patria tendrá siempre una posición privilegiada porque ha contado la historia de los acontecimientos desde los sentimientos que podemos hallar en las familias normales, esas con las que nos cruzamos todos los días en nuestro caminar por las calles. Y lo ha hecho con un tono narrativo acertado, dando una pluraridad de focalizaciones que cubren gran parte de las posiciones sociológicas, apostando por el realismo narrativo sin truculencias y acertando incluso con los aspectos más costumbristas.


Noticias de nuestras lecturas

El próximo viernes 10 de marzo tendremos la sesión presencial del Club de lectura para comentar la novela de Aramburu. Los participantes han sido convocados de la manera habitual.

Concluye Luz del Olmo sus aportaciones sobre la novela de Aramburu hablando de dos personajes secundarios, los únicos a los que el autor no salva...

Mª Ángeles Merino, con la ayuda de su amiga Austri y la compañía de los recuerdos de su estancia en el País Vasco en los tiempos narrados por Aramburu, aborda el comentario del personaje de Gorka, un secundario que significa muchas cosas en esta novela.

Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos. 


Seminario de Literatura y danza


El curso pasado, la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos y el Club de lectura de La Acequia inauguramos nuestro Seminario de Literatura y danza con el ballet Don Quijote como parte de las conmemoraciones del cuarto centenario del fallecimiento de Cervantes. Continuamos con la idea, que tendrá próximas ediciones. 

El viernes día 10 de marzo veremos y comentaremos El sombrero de tres picos, el ballet de Manuel de Falla con coreografía de Léonide Massine estrenado en Londres en 1919 con un rotundo éxito. Los decorados y figurines eran obra de Pablo Picasso. El ballet está basado en la novela de igual título de Pedro Antonio de Alarcón, publicada en 1874. El acto tendrá lugar en el Salón de actos de la Facultad de Humanidades y Comunicación de la Universidad de Burgos (antiguo Hospital Militar) y dará comienzo a las 19:00 horas. Entrada libre hasta completar el aforo.

El sábado 11 tendrá lugar un seminario de ballet clásico de nivel intermedio al que hay que apuntarse según instrucciones del cartel que copio arriba.


Nuestra próxima lectura

Durante el mes de marzo leeremos A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires de España, de Manuel Chaves Nogales. Los nueve relatos que componen el libro son considerados por muchos como la mejor obra literaria sobre la guerra civil española. Parten de acontecimientos presenciados por el autor y en ellos se encuentra una denuncia clara de la brutalidad de la guerra sea cual sea el bando que los cometiera. Fueron escritos entre 1936 y 1937 y publicados en Chile en 1937. Declarado republicano y antifascista pero combativo también con los errores cometidos por la izquierda, Chaves Nogales se exilió en París y de allí marchó a Londres para escapar del avance de las tropas alemanas. Su nombre figuraba en los listados de la Gestapo.

Pancho se adelanta -y hace bien, que yo prolongué una semana más a Patria- y comienza el comentario de A sangre y fuego. Lo hace por derecho y sin pararse en nada. Excelente entrada que nos ayuda a comprener las razones para leerlo.

Durante el resto del curso leeremos:
-Media vida, de Care Santos (abril).
-Brillante, de Luis Ángel Lobato (mayo).
-Pasos en la piedra, de José Manuel de la Huerga (junio).

Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog.

5 comentarios:

Luis Antonio dijo...

Muchas gracias a todos los miembros del Club de Lectura por compartir esos trabajos tan excelentes sobre las lecturas que llevan a cabo.

pancho dijo...

Ayer estuve viendo en la TV2 la película sobre la fuga de Segovia de Imanol Uribe en la que se dibuja una ETA amable, amiga del pueblo, acosada por la Guardia Civil.Me llamó la atención una escena en la que un camionero al que los de la ETA le roban el camión exclama, encañonado por una pistola "¡Ah sois de la ETA!" como si no hubiera nada que temer porque son un ONG o algo así. Esta es la visión que se daba en los años setenta y ochenta.No fue hasta la irrupción de la lucha de las mujeres, familiares de los asesinados, lo que hizo cambiar la percepción desde fuera. Qué será lo que ellas no consigan cuando se lo proponen en serio...
Esta es mi visión y seguro que habrá cientos diferentes, pero yo lo digo y ya.
La novela de Aramburu bien merece una ampliación de tiempo de reflexión.
Excelente análisis sin leer la historia.

Abejita de la Vega dijo...

Patria es una novela de calidad que puede leer mucha gente y emocionarse, algo que pocas obras de los escaparates consiguen.

¡Cuánta gente se ha sentido identificada! El otro día me llamó una antigua compañera de trabajo, una de las tres que vivía conmigo en Legazpia. Había leído Patria y sus sentimientos coincidían con los míos. "Es algo que hemos vivido" me decía. Incluso me situaba la empresa del Txato en Legazpia: "te acuerdas, cerca del río, después de las huertas, donde acababa el pueblo, allí había una nave con camiones".

Hace mucho tiempo que quería escribir, en mi blog, algo de aquel pueblo donde viví y trabajé. No me sentía capaz, ahora gracias a Patria podré seguir haciéndolo. Y no tendré sino que hojear de nuevo la novela de Aramburu. Y ponerme a escribir en La arañita campeña que será un poco legazpiarra.

El pueblo ficticio cercano a Rentería puede ser cualquiera de Guipúzcoa. No importa que sea costero o del interior, grande o pequeño. Ya dije que era un libro muy vasco, muy guipuzcoano y muy humano.

Aramburu no salva ni al de la Herriko Taberna ni al cura Serapio, los dos hipócritas que tiran la piedra y esconden la mano. ¡No hay por dónde cogerlos! Porque incluso a la amarga Miren podemos cogerla por el lado de sus sentimientos de madre.

Ahora A sangre y fuego. Milicianos y falangistas sin piedad, bestias humanas, así los vio Chaves. Un país al que sólo le queda elegir el tipo de dictadura, la comunista o la fascista. ¡Y las dos extranjeras! Durísimas historias de la guerra civil tan incivil.

Todavía hablaremos de Patria en la reunión de la lectura colectiva. Pienso que les habrá gustado.

Seguimos. Un abrazo, Pedro. Ahora que es el tiempo en que se adelantan los almendros.

Myriam dijo...

Me encanto esta clase tuya de cierre de esta lectura con la,que estoy muy de acuerdo.

Acabo de terminar de Leer A sangre y fuego. Tengo justo la edición de tu fotografía con lis dos relatos adicionales que no estaban en la de 1937.

Me gustó muchísimo (escribe tan bien y es tan gráfico) a pesar de la crudeza del tema tratado y la sangre que chorrea por los cuatro costados y dos bandos enfrentados en esa sinrazón.

Besos

Myriam dijo...

Qué pena que no pueda asistir a ese seminario....Mucha suerte a ambos, sé que va a estar divino.