Si no me dejas
hablar de los naranjos
de tu calle, vestidos
ya de azahar y verde,
lo haré sobre tus piernas
cuando amanecen enredadas
en nudo feliz con las mías,
saltaré de tus muslos
a tus tobillos
y de ellos a tu vientre
para citar también tu cuello y espalda.
El poema ya no será
sobre tu calle y no tendré condena
al respetar fielmente tus dictados.
© Pedro Ojeda Escudero, 2017
15 comentarios:
Uauuuuu!
Bella entrada para una Primavera recién estrenada.
Besos, Pedro.
Por tu bien, o vete a saber si para tu mal, que no te deje hablar sobre los naranjos. Sugerente y travieso poema.
que maravilla para casi empezar un lunes.
delicioso.
bicos de Aldabra,
Yo se porqué no te deja hablar de los naranjos, para que el olor del azahar no te lleve por otros caminos y deseos.
Precioso.
Besos.
Hemos vuelto a los erotismos. El Sur te sienta muy reverdecedor.
Frescura e intensidad.
Haces muy bien. Creo que es más interesante hablar de sus piernas que de los naranjos. Además, ni siquiera son limoneros, para poder decir, como Miguel Hernández:
"Me tiraste un limón,y tan amargo,
con una mano cálida y tan pura,
que no menoscabó su arquitectura
y probé su amargura sin embargo."
"...cuando amanecen enredadas en dulce nudo con las mías..."
poesía en estado puro.
Un abrazo.
Esos nudos entrelazados. Me recuerdan a las mañanas de domingos lluviosos bajo las mantas...
Quien respeta los dictados que importan,
recibe el premio gordo.
Besos
Las calles no siempre son lo más interesante, lo sabes bien.
Un abrazo
Pero qué bonitooooo, y yo que me había perdido esta entrada.
Besos.
Supongo que el escribir sobre el cuerpo de quien te inspira estos versos le gustará más que hablar de los naranjos, aunque Sevilla en las calles de estas fechas, también deben inspirar,pero claro no es lo mismo.
Feliz poema
Besos
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