En la ribera del río
estaba la tarde en calma.
Solo espejos de los puentes
y dientes en una barca.
¡Los ríos recién lavados
y la sonrisa en tu cara!
Marina tiburonera
del color de la albahaca.
Te quiero porque te quiero,
fresca y dulce, junto al agua,
sobre barquitas con dientes
verde labios tu mirada.
© Pedro Ojeda Escudero, 2017
12 comentarios:
Sabor a romancero gitano, calor de flores del sur en este romance con drama sobre el azul del cielo espejado en el agua.
Me gusta, también a mí me ha recordado a Lorca.
Un abrazo.
Con retraso ya tengo Patria.
Qué romance sureño más precioso!!!!
Las aves que iban volando
se paraban a escuchar.
Buenos días, profesor Ojeda:
:)
¿Quién se resiste a subir a esa barca, en ese río, y esa tarde en calma?
Enlazo ♪ ♫ ♪ ♩♪ ♫ poema y música ♪ ♫ ♪ ♩♪ ♫
:)
Abrazos.
Me han hecho despertar una sonrisa los dientes de esa barca jeje y tu poesía, preciosa, romántica melancolía. Buen fin de semana.
Olé,Ole,Olé...
¡Una delicia!
¡Que viva el 8!
Mis aplausos, profe.
Reconfortan estos versos, ¡y mucho, ya lo creo!
Gracias.
Besos.
;)
También a mí me ha provocado una sonrisa.
Un abrazo
Pensamiento cargado de metáforas...
Abrazo
Suscribo a los comentarios que me preceden,
Besos,
(con cara de río lavado).
Y aquí venía uno...
;)
Besos.
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