La Acequia llega hoy a los diez años y con esta se han publicado 2971 entradas. Nadie es la misma persona después de diez años, ni aislado del mundo. ¿Quién era yo hace diez años y qué conservo de aquel que fui, qué he perdido, qué he ganado, qué decisiones me han hecho ir por un camino y no por otro? Supongo que aquí he dejado buena cuenta de ese recorrido: opiniones, emociones. En textos y fotografías. En gran medida, un blog es un diario o, al menos, un cuaderno de anotaciones. Quizá me bastara con leerme en orden cronológico para comprenderlo. Me asaltarían también los recuerdos de lo que estaba haciendo y de lo que me ocurría en el momento de redactar determinadas entradas.
Desde el 2006 me he decantado cada día más por la escritura y esa decisión también la he llevado a mis clases en la Universidad. Pienso que las ha mejorado. Desde el 2006, como todos los que viven, he sufrido pérdidas y decepciones, dolores y tristezas profundas y menos profundas. Pero también he disfrutado satisfacciones y muchas alegrías. He perdido amigos y he ganado muchos más. He descubierto -a mi edad- el paisaje más allá del asfalto urbano y las pequeñas cosas que están ahí, esperando que uno se agache para verlas o se acerque a ellas -más, más cerca, como me decía mi amigo Javier G. Riobó, que me mostró el camino hacia la fotografía.
Como cada año, repito que La Acequia está amenazada de incertidumbre, como el primer día. No sé si dejaré de publicarla mañana o seguirá durante muchos años. Escribo las entradas a diario -salvo en las raras ocasiones en que las dejo programadas- y sé que llegará un día en el que me ponga ante el ordenador y decida no publicar más, como han hecho decenas de autores de blogs con los que me he ido relacionando a lo largo de este tiempo. Todo tiene su ciclo. Por ahora, no ha llegado al final del suyo este espacio. Todavía tengo cosas dentro que me gustaría compartir con quienes me leen. A ellos, a vosotros, los que seguís La Acequia -algunos desde hace diez años-, os debo mucho de esta constancia de escribir a diario. Gracias.
Sigamos.
Breve historia de La Acequia (pincha sobre los enlaces para acceder):
Primera entrada (11 de octubre de 2006).
Razón del título del blog (12 de octubre de 2006).
Primer año.
Segundo año.
Tercer año.
Cuarto año.
Quinto año.
Sexto año.
Séptimo año.
Primera entrada (11 de octubre de 2006).
Razón del título del blog (12 de octubre de 2006).
Primer año.
Segundo año.
Tercer año.
Cuarto año.
Quinto año.
Sexto año.
Séptimo año.
21 comentarios:
Enhorabuena Pedro. Para mí descubrir la Acequia, tu blog, fue un gran hallazgo, te conocí a ti, a la gente que por aquí pasaba, al Quijote desde un montón de perspectivas, etc.
He leído muchos de tus textos (aunque algunos no los comento) y he aprendido mucho de ellos; he bebido del agua clara de esta Acequia y siempre ha calmado mi sed de conocimientos... a veces has dado perspectiva a mis pensamientos... otras veces tus ideas han aclarado las mías...
Espero poder seguir bebiendo de este agua clara que nos ofreces en esta tu Acequia, y seguir compartiendo pareceres sobre lo humano y lo divino... yo me ausento con frecuencia de estos lares virtuales, pero siempre vuelvo, porque, en los mismos, encuentro cosas y sensaciones que no encuentro en otros sitios...
Gracias por compartir tus conocimientos, muchos sobre muchos temas, con l@s que pasamos por aquí...
Abrazo
¡Alegría, muchas felicidades Pedro, por los diez años de La Acequia!Un abrazo.
¡¡joder que son años!!. En esos años tus celulas han cambiado tu cuerpo al menos dos veces, lo que quiere decir que has renacido en dos ocasiones, enhorabuena.
Felicidades Pedro
Enhorabuena.
Un abrazo.
Muchas felicidades, Pedro, por estos diez años con La Acequia, gracias por tu constancia, y por tu buen hacer, en este blog, que es un blog de todos, y con él que he reflexionado, he aprendido mucho durante los años que llevo aquí, que son ya muchos, ha sido y es un placer, y espero que sigas durante muchos años más.
Mil gracias por tanto como nos ofreces con La Acequia.
Un beso bien grande.
Diez años con la Acequia, ha sido un bonito regalo. He podido conocerte en persona y asistir a una preciosa clase de Literatura en Valladolid.
Ha sido un viaje maravilloso. Que la vida nos siga uniendo.
Sigamos.
Un fuerte abrazo amigo.
Que sean muchos más, aunque algunas aguas se renueven y otros desaparezcan, ay. ¡Felicidades!
No recuerdo como llegué hasta aquí, pero me alegro de haberlo hecho.
Felicidades Pedro.
Un beso.
Diez años, aunque me senté a orillas de la Acequia un poquito más tarde... la recorrí desde sus orígenes, te consta, verdad, Pedro? Y hasta hoy y por muchos años más pienso quedarme para seguir aprendiendo..en silencio a menudo, pero sabes que te sigo, te leo..
Muchos Bloggeros hemos desaparecidos como tal, pero seguimos en Amistad a lo largo ..como diría nuestro añorado Gil de Biedma..y a lo largo de esta muy acogedora Acequia me quedaré mientras Zeus quiera..y Pedro, ¡A por 10 años más!Mi más sincera y cariñosa ENHORABUENA!
Un beso...
Felicidades Pedro,han sido diez años pasados en un soplo y han sido años llenos de cosas buenas paseando por tu blog
Besos
Que imagen tan poderosa, donde el color puro se vierte y se convierte en fluido, en mar y en sombra.
Al principio a los blogs se les quiso llamar bitácoras. Venció como siempre el anglicismo. Pero para mi, como creo que para ti, el sentido del blog sigue siendo el de la bitácora: ese diario de navegación que al contrario que las cajas negras de los aviones están abiertos permanentemente porque no solo tienen algo de registro sino también algo, o mucho, de guía.
Gracias por permitir que sigamos navegando juntos.
Un abrazo.
Enhorabuena, Pedro. Me sumo a los que te animan a que sigas ahí, en La Acequia, dándonos lecciones positivas y enriquecedoras. Tu bitácora es de lo mejor que conozco en el ámbito de las bitácoras y además nos permite acceder a tus creaciones literarias. Sobran razones para que sigas ahí, aunque a veces te asalten las dudas.
Un fuerte abrazo
Los blogs culturales han quedado como un auténtico remanso de paz y quietud, lejos del ruido y las prisas sin ton ni son de las otras redes sociales. Se respira tranquilidad cuando te das una vuelta por los sitios que te interesan. De aquí han desaparecido los que no están dispuestos a esforzarse por ofrecer algo decente. (Cada cual dentro de sus posibilidades que todavía no he descubierto a ningún Cervantes por aquí...).
Lo otro es un estrés continuado, pero extremadamente adictivo precisamente por el feedback que obtienes de una forma casi instantánea, que te roba el tiempo sin darte ni cuenta.
Cuando dentro de mil años algún arqueólogo investigue las dos primeras décadas de este siglo, dará con La Acequia y se pasará media vida leyendo y estudiándola a fondo para comprender algo de esta piel de toro.
Como asiduo lector, gracias, enhorabuena y felicidades(tres en uno) por el decenio, entramos en la preadolescencia y las cosas se complican.
Algunos debemos a LA ACEQUIA y a la mano que controla y dirige su curso nuestro propio devenir. LA ACEQUIA, querido Pedro tiene afluentes.
Un abrazo
Pues ZORIONAK! ¡FELICIDADES!
¡Y la suerte que tenemos nosotros, los que pasamos por esta refrescante Acequia!
¡Que sea por muchos más!
¡Besos, profe!
;)
Buenas noches, profesor Ojeda, y compañeros:
¡Cuánto tiempo ha pasado ya –casi-, sin darnos cuenta!
¡Y cuántas cosas en este largo intervalo!
El venir a la cita en ‘La acequia’ es siempre un grato reencuentro.
Gracias por su trabajo, y enhorabuena por los resultados.
Abrazos
Gracias por ese pulso continuado que siempre se hace latido en nosotros.
De tu blog a tu persona, de tu persona a tu amistad. Ojalá hubieran sido 10 años, pero llegaremos a ellos y los sobre pasaremos... ya no te vas a librar de mi.
Gracias por ser :)
Diez años son muchos años, pero me alegro de que todavía te queden cosas por decir. Me gusta tu blog porque las entradas son diarias, los temas que tocas y la manera de hacerlo también me gustan y aprendo, la lista de libros suele ser equilibrada y de calidad, los comentaristas tengan o no su propio blog son gente agradable e interesada por la literatura, y tu constancia bloguera o bitacorera me ha servido de ejemplo más de una vez. Se nota también que eres una buena persona, claro. Enhorabuena , Pedro.
Pedro, he regresado a vuestros blogs. Últimamente, he tenido que escapar por obligaciones varias. No me gusta entrar rápido y sin meditación alguna en vuestras bitácoras. Para entrar rápido, entro en Twitter pero no aquí; en tu acogedor saloncito. Uno de los más acogedores que conozco...
Me gusta verte. Las visitas siempre son agradables cuando las palabras acogen y no desprecian. El desprecio que habita ahí fuera se traduce en dolor. Dolor porque no me gusta lo que veo, lo que siento... Esa decepción por la especie que somos.
Por eso, y ya te lo he dicho millones de veces, constituyes un rayo de sol en este mundo virtual. Un rayo de esperanza en medio de tanta desesperanza.
Felicidades. No te vayas nunca.
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