Si lo sé me quedo entre las moruchas un tiempo más, allá arriba. Uno baja -baja de la montaña, baja de las vacaciones, baja del verano- y ya se harta en pocos días. La política española sigue en un alto nivel de mediocridad y alarmante falta de ideas, el país está en otras cosas desde que comenzaran los Juegos Olímpicos y luego la liga de fútbol. Además, la gente está de fiesta en casi toda España y el calor no remite ni por las noches. Hace meses que no llueve en serio. Y así ni se perciben las cifras de paro ni la falta de gobierno ni la ausencia de medidas urgentes sobre la economía, el empleo, la educación y la sanidad. Será que seguimos de vacaciones y no me he enterado, porque todo anda más o menos como hace unas semanas, antes de subirme a la sierra.
8 comentarios:
Peor.....seguro que peor, pero volver a la rutina quizá sea una añoranza.
Por aquí, desde diciembre del pasado año, solo cambian las estaciones.
Saludos
querido profe, lamentablemente las necesidades van en carreta de bueyes, la realidad lo hace en el ave de rense
pero no hay que rendirse, ni perder la fe en uno mismo,
te mando este abrazo junto a un hasta siempre!!
Llevo un par de días en la urbe, conectando con lo de siempre a mi pesar, y ya estoy hastiado... Vuelvo a soñar con la montaña...
No me fiaría yo mucho de las moruchas, a veces embisten más que las bravas. Y más en falso, que es lo peligroso.
Haces más que bien quedándote en las alturas con estos africanos calores continentales que desbaratan a uno.
Eso que dices lo percibimos todos, incluso los que vivimos en la costa, a ras del suelo, porque las montañas nos dan vértigo por ser territorio desconocido y extraño.
Saludos aún estivales
Sí, Pedro, esto sigue igual que siempre, en una espera de soluciones que nunca llegan.
La foto es idílica, para no pensar y solo disfrutar.
Besos
Yo continúo en la montaña, esquivando en la medida de lo posible una rutina que este año, por circunstancias, no es tal rutina.
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