Lo malo de un deltoides machacado es que con esta lesión ni siquiera puedes quejarte. Hay tantas cosas en el mundo que gruñir por una lesión en el deltoides, aunque te duela y te impida mover el brazo en algunas posiciones o ponerte el abrigo con comodidad, te convierte en un quejica. Pues así estoy. El médico me ha recomendado tener el brazo en reposo y dejar por unos días cualquier actividad deportiva. Cuando le comenté, bromeando, que así iba a coger unos quilos, me respondió lacónico: Come menos.
Después de unos días con dolores, durmiendo mal por las noches y gruñendo por todo durante el día, no toca más que reorganizar la semana, poner en orden lo que no has podido hacer y lo que te ha venido de nuevo, procurar hacer el mayor caso posible al médico en lo del reposo del brazo pero no desatender las obligaciones y las devociones. Así que así estoy, reorganizando mi docencia, mi trabajo ante el ordenador y otras cosas.
Os debía anunciar que el final de esta semana mía será muy extremeña. El jueves presentaré en el Ateneo de Cáceres a las 20:00 horas la nueva novela de Jaime Covarsí, Confesiones del apócrifo Cervantes (TAU ediciones). Como mañana sacaré reseña en este blog -si el deltoides no me impide escribirla-, hoy solo diré que se trata de una inteligente y amena narración sobre uno de los enigmas cervantinos. Aquellos que os queráis acercar al acto pasaréis un rato entretenido dedicado al autor del Quijote.
El viernes, a las 19:30, por gentileza también de TAU ediciones, que organiza el acto, presentaré en la Biblioteca Pública Antonio Rodríguez Moñiño de Cáceres mi poemario, piel, editado por lf ediciones en la colección Libros del consuelo, que contribuye a financiar las actividades de la ONG Sbq (que, por cierto, acaba de inaugurar perfil de Twitter que os invito a visitar y enlazar). Como sabéis, desde el pasado mes de diciembre he presentado este libro en varias ciudades y siempre me ha quedado un buen sabor de boca tanto por su recepción como por la finalidad social que tiene. Será un placer compartir esos momentos con aquellos que puedan acudir.
Y después de todo, creo que merezco -si el tiempo acompaña- ir a buscar la primavera al valle del Jerte, en el que los cerezos lucen ya como si acabaran de descubrir la vida.
7 comentarios:
Claro que lo mereces!
Me alegro de que mejores. Estuvimos en Cáceres hace un par de semanas, y, aunque ya habíamos estado hace cuatro o cinco años, me siguió gustando mucho volver. Ojo con las perrunillas.
Un abrazo
Búscala ,encuéntrala y nos la traes, que por mi tierra se resiste a venir, ahora nos ha llegado el invierno, todo a deshora...
Disfruta mucho de Cáceres amigo y vuelve renovado y con el deltoides como nuevo.
Besos.
Me alegra verte de nuevo arrancando. Todos merecemos, de vez en cuando, ser unos quejicas.
Recupérate amigo, y que dedícate a la palabra, allí no hay dolor, tienes dos presentaciones muy importantes y te deseo lo mejor
,
la primavera, siempre está, es una sensación de libertad, de empatía, de sencillez, de humanismo y de eso tu tienes bastante, no la busques sino en ti
un abrazo
Mateo 7:7
Y suerte.
Besos
He visto que al Jerte llegaste (es lo bueno de comentar desde el presente hacia el pasado)... y ello inspiró un bonito texto... y una foto igualmente bella...
Espero que tu deltoides esté bien ya, o por lo menos mejor... reposa el brazo y cúralo bien, pues si se cura mal el problema se cronifica...
Lo dicho: te deseo una pronta curación.
Abrazo.
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