Si yo tuviera una casa en lo hondo de una cañada la pintaría hoy de rojo intenso. Aunque solo fuera por ver el camino desde su ventana mientras la gente pasa.
Si tú tuvieras una casa pintada de rojo, en la cañada, olería a tomillo y ajedrea y estaría señalada en mi itinerario, para pasar delante de ella y verte asomado a la ventana.
Me gusta mucho lo que has escrito. Un afectuoso saludo.
Si tú tuvieras una casa en una cañada aunque fuese roja, te iría a visitar pero te daría un consejo: trasladarla en lo alto para evitar las torrenteras y ver a los caminantes mejor.
En las torrenteras no se debe construir. Cada vez debe ser menos habitual el paso de los pastores con los rebaños. Por algunas cañadas sí debe ser triste contemplar el paso de los que las transitan.
13 comentarios:
Con esa ventana tan cerrada no creo que puedas ver mucha gente :-)
Pero eso si, la casa brilla un semaforo.
Besos
Esa casa sería como una boca que haría que la gente hablara. Llegarían los murmullos por la cañada y no se si te dejarían dormir.
Supongo que estarás de buen ánimo, con ganas de hacerte ver. Buena señal!
Un abrazo
Te aviso, vivir en una cañada es estar en permanente peligro de una riada.
Si yo fuera poeta y supiera tocar la guitarra, le pondría música y versos de copla a esta voz de gallo rojo que nunca se da por vencido.
Cuidado con las cañadas... A veces salen torrentes, ramblas, riadas imprevistas...
Un faro en la lejanía bien podría ser.
Besitos
Un punto rojo que se pudiera distinguir desde la luna.
Si tú tuvieras una casa pintada de rojo, en la cañada, olería a tomillo y ajedrea y estaría señalada en mi itinerario, para pasar delante de ella y verte asomado a la ventana.
Me gusta mucho lo que has escrito.
Un afectuoso saludo.
Si tú tuvieras una casa en una cañada aunque fuese roja, te iría a visitar pero te daría un consejo: trasladarla en lo alto para evitar las torrenteras y ver a los caminantes mejor.
Besos
Olvídate. Tendrías que avenirte a las normas urbanísticas, eso suponiendo que pudieras conservarla.
Esas casas solo pueden existir en nuestra imaginación, que de momento es libre.
Buenas noches, profesor Ojeda:
En las torrenteras no se debe construir.
Cada vez debe ser menos habitual el paso de los pastores con los rebaños.
Por algunas cañadas sí debe ser triste contemplar el paso de los que las transitan.
Saludos.
Las dos cosas son posibles... y en Pucedolid hay una bien larga: "real de Puenteduero"...
Abrazo
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