Mañana buscaré el sol para hacerte
trenzas de azahar, un barco de luz
y una casa de brazos y palabras.
Y guardarlo, chiquito, entre tus manos
para las noches más tristes y amargas.
Buena serie de endecasílabos que reflejan un mañana, más allá de esta noche, en que refulgirá el sol. El poeta se propone hacer trenzas de azahar, un barco de luz y una casa de brazos y palabras, todo hecho con la luz del sol. Luego lo guardará ¡atención! en sus manos (aparece ella ¿real? ¿imaginaria?) para las noches como las de hoy tristes y amargas. El poeta proyecta la luz de sol sobre la amada sea real o imaginaria y enraiza con la tradición clásica en que ella era fuente de luz. En este caso ella es receptora de luz del sol en forma de imágenes poéticas (trenzas, barcos, brazos, palabras: sucesión caótica en que se revela el cuerpo como anhelo erótico proyectado sobre esa amada receptora de luz). Ternura, petrarquismo lejano, surrealismo atemperado, forma clásica endecasílabica que encierra un potente anhelo de identidad en ella como consuelo ante la tristeza y desolación de la vida. El amante y la amada se funden, él se hace ella, se identifica con esa luz que irradia, que recibe. Todo mañana. Hoy es triste y amargo. El poeta de la ternura que es Pedro Ojeda expresa su soledad sin ella.
12 comentarios:
El Sur siempre te espera.
Qué tierno es tu poema, Pedro, leerte me ha endulzado la noche.
Un beso.
Que llegue ese mañana el sol nunca se apague.
Besos
Esa casa de brazos...¡qué delicia!
Un abrazo es tan necesario en casi cualquier momento... Un abrazo.
Precioso. Ojalá la esperanza fuera tan hermosa.
Besos
El sol está en nosotros. Somos su partícula.
Delicado, dulce, y sutil...
Besos, Pedro.
Siempre hay que buscar la luz por si acaso llegan las sombras.
Besos
Ése sí que es un buen regalo...
Besos.
;)
Buena serie de endecasílabos que reflejan un mañana, más allá de esta noche, en que refulgirá el sol. El poeta se propone hacer trenzas de azahar, un barco de luz y una casa de brazos y palabras, todo hecho con la luz del sol. Luego lo guardará ¡atención! en sus manos (aparece ella ¿real? ¿imaginaria?) para las noches como las de hoy tristes y amargas. El poeta proyecta la luz de sol sobre la amada sea real o imaginaria y enraiza con la tradición clásica en que ella era fuente de luz. En este caso ella es receptora de luz del sol en forma de imágenes poéticas (trenzas, barcos, brazos, palabras: sucesión caótica en que se revela el cuerpo como anhelo erótico proyectado sobre esa amada receptora de luz). Ternura, petrarquismo lejano, surrealismo atemperado, forma clásica endecasílabica que encierra un potente anhelo de identidad en ella como consuelo ante la tristeza y desolación de la vida. El amante y la amada se funden, él se hace ella, se identifica con esa luz que irradia, que recibe. Todo mañana. Hoy es triste y amargo. El poeta de la ternura que es Pedro Ojeda expresa su soledad sin ella.
Como en Calderón,la tarde se hace nuevo amanecer con su aparición:
Camino de occidente seguí el sol
hasta su tumba y nuevo amanecer
He comenzado a leer tu libro. Llego tarde a casi todo, fruto de mi lentitud, así que debo elegir.
Un abrazo
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