En la más que recomendable exposición temporal del Museo Nacional de Escultura de Valladolid sobre la figura de Santa Teresa de Jesús (Nada temas, dice ella. Cuando el arte revela verdades místicas), sobre la que hablaré otro día, se proyecta en la última sala el vídeo Cuando la fe mueve montañas, sobre el proyecto artístico del belga Francis Alÿs. Uno de los lemas de este artista es que "A veces hacer algo no conduce a nada" y con este motivo convocó el 11 de abril de 2002 a 500 personas en una zona desfavorecida de Perú con el objetivo de mover una duna de 500 metros de largo. La idea era moverla 10 cm. de su posición. Para sorpresa de quien esté leyendo esto consiguió que 500 voluntarios se presentaran en el lugar, tomaran una pala y trabajaran durante horas bajo un sol de justicia para dar cumplimiento al objetivo marcado. Un trabajo en apariencia inútil: en pocas horas el viento devolvería la arena removida a su lugar. El proyecto parecería, sin más, una estupidez o un simple divertimento artístico. Sin embargo, debemos contextualizarlo. Esa duna se movió a poco de salir del régimen de Fujimori y en unas durísimas condiciones sociales del entorno. Por una parte, proponerse mover una duna sin que sirva para nada sirve para mucho: el esfuerzo coordinado del ser humano para tareas absolutamente irracionales y sin sentido ha cambiado el mundo muchas veces. Incluso aunque se fracase, puesto que son semillas para el futuro. Un arte que no parece comprometido pero que lo es más que muchos otros que lo pretenden desde el inicio. En aquella ocasión era una verdadera forma de arte social, una iniciativa por la cual se visibilizó que la unión de muchos tiene un sentido. Aunque se tenga asegurado el fracaso. Pues eso, la fe mueve montañas, pero ayúdala con una pala y una fila de voluntarios.
(Doy las gracias a Jesús R. Martínez por corregir
un dato erróneo en la primera versión de esta entrada.)
8 comentarios:
Así está escrito... pero, de ser cierto, evidencia no tenemos ninguna fe o, por lo menos, no la suficiente... creo que las montañas siguen estando en su sitio de siempre... no sé si ese lema es bueno o útil... mi concepto del arte no es tan amplio... pero bueno, se hizo y ahí está...
Fe y proactividad, de la mano, obtienen maravillosos -o sorprendentes- resultados.. Interesante la trayectoria de Francis A. No me extraña en absoluto que haya sido en México donde de Arquitecto se convirtió en artista plástico. Vi el enlace a la Expo "Nada temas, dice ella..." es soberbia, fantástica. Cuanto lamento no verla in situ. Espero tu comentario sobre ella como agua de mayo. Besos
Trabalhar no Peru é sempre complicado dadas as caracteristicas do país, que tive o gosto de visitar em 2014.
Em Portugal temos o seguinte ditado: "Fia-te na Virgem e não corras , verás o que te acontece!"
Besos, querido Pedro
Buenos días, profesor Ojeda:
Que la fuerza de la juventud, y la ilusión por cambiar a mejor mueve montañas vemos que es un hecho repetido. En cuanto a esta idea, me hubiera gustado que la realizara con señoritos de las grandes ciudades. Los jóvenes comprometidos, ya sabemos que son capaces de tragar arena y agua de mar y lo que se ponga por delante, para lograr un pequeño paso de su sueño.
Saludos.
A Dios rogando y con el mazo dando.
No sé si la fe (¿por qué no utilizar el término tenacidad?) mueve pero seguro que sí entierra muchas montañas y valles (la tenacidad persiste, ver el efecto naturaleza reinstalando la duna)
estamos ahí de cerca, si sabemos que podemos unirnos para un momentáneo accionar que será prontamente revertido, ¡cuánto más para abrigar al desabrigado, para alimentar al hambriento, para dar de beber al sediento!
es hora de dejar de lado el celular (móvil), levantar la mirada y ver cara a cara al prójimo, que seguramente necesita algo de nosotros, como nosotros de él
un abrazo
Gracias, no tenía idea de este tipo de actividades, que recuerde.
Un abrazo
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