jueves, 14 de enero de 2016

Cuando la civilización parece triunfar. Un remanso de paz en Los Pazos de Ulloa y noticias de nuestras lecturas, con el listado para el resto del curso actual.


(Como sabéis, por acumulación de trabajo y necesidad de descanso, esta Navidad me salté un día en la publicación de los jueves del Club de lectura. Por este motivo el comentario de Los Pazos de Ulloa no se terminará hasta la semana que viene. El próximo martes día 19 tendremos la reunión habitual del Club de lectura en su formato presencial.)

La parte central de Los Pazos de Ulloa es un remanso en la tensión narrativa. Al final del primer tomo, don Julián convence a don Pedro para salir de sus dominios y buscar esposa en la ciudad. Todo bajo un lema: Dios sobre todo. Al enterarse de que Perucho es hijo del marqués, abre los ojos y se acoge a todo lo que le enseñaron en el seminario. Don Julián no tiene más fuerza que su inexperiencia en la vida y el ingenuo candor de su personalidad y quiere arrancar del lugar a don Pedro porque ha intuido que es allí en donde reinan unas fuerzas primitivas -el nombre del mayordomo de los Pazos es suficientemente explícito y no necesita explicación- que no puede controlar y que están en la raíz tanto del comportamiento del marqués como de la decadencia de la casa.

La estancia de don Pedro y don Julián en Santiago de Compostela y los primeros meses de regreso parecen certificar la oportunidad de la decisión tomada por el sacerdote: don Pedro, aun con sus modales toscos y un cierto ahogo que siente en la ciudad porque no encaja en esa vida, se comporta de otra manera y parece refinarse. En un momento determinado alude doña Emilia al poder civilizador de la mujer cuando es ella quien domina las relaciones sociales (cosa que no ocurre en la casa de los Pazos pero sí en la de los Lage). Y es lo que aparentemente sucede. Aunque no se enamora, don Pedro se casa con su prima Nucha al estilo de tantos matrimonios de aquellos tiempos: es más un cálculo que un sentimiento, una fórmula casi comercial de tratar las cosas de este tipo entre las clases acomodadas. Su elección de Nucha es significativa: de todas las hermanas es la única que no ha aceptado cortejos de otros hombres, ni siquiera suyo. También pesa la recomendación de don Julián. Don Pedro -ya lo demostró con Sabel- es posesivo en el terreno de las mujeres, calderoniano tal y como lo describe doña Emilia.

Durante un tiempo, el regreso a casa del matrimonio parece alimentar la esperanza de don Julián, que no deja de tener un sentimiento de cariño hacia Nucha, prendado por las bondades de su carácter. Sin embargo, el lector tiene los suficientes indicios para comprender que no durará: Primitivo ha tejido una red de poder todavía más fuerte que antes, amparándose en los tiempos revolucionarios que corren y parece un hombre al acecho, que espera su oportunidad de volver a gobernar sobre los instintos de don Pedro. Y la ocasión se presenta pronto. El momento del parto de Nucha saca lo peor del marqués, que abandona sus modales refinados. Desprecia a su mujer por no ser lo suficientemente fuerte para el trance del parto y la crianza. Y, sobre todo, porque la acusa de ser incapaz de darle un heredero varón. Las horas de espera rompen todo el barniz civilizado de don Pedro y estalla en él el furor de señor feudal que lo conecta con la tierra. Doña Emilia nos lo hace ver con la descripción brutal del ama de cría elegida por don Pedro: el tipo clásico de la vaca humana. Desde ese momento, intuimos el drama final.

Esta es una de las claves de la tesis ideológica de la novela. Es difícil sustentar el progreso de la civilización en entornos como el descrito en los Pazos de Ulloa. Sobre todo, claro, cuando la civilización es representada por una burguesía que ha perdido todo su afán revolucionario y una sociedad tan parada como la provinciana representada aquí por una ciudad a la que se llama, significativamente, pueblo. Las escenas del casino o los paseos por Santiago de la familia Lage son suficientemente esclarecedores.

Puede consultarse el interesante y documentado portal sobre la escritora alojado en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (en este enlace), en el que se halla una buena edición de la obra (aquí). También aconsejo ver la excelente serie de televisión que adaptó la novela (en este enlace).  La lectura de Los pazos de Ulloa nos ocupará hasta el jueves 21 de enero.

Noticias de nuestras lecturas

Leyendo la entrada de Pancho al respecto, resulta más fácil comprobar cómo mueve los hilos doña Emilia para que la elegida para el matrimonio con don Pedro sea Nucha. Toda una forma de poner en evidencia la hipocresía decimonónica sobre el matrimonio. Pasa después a contarnos el remanso antes de la tormenta...

Gelu llega al final de la novela poniendo de relieve las frases y párrafos más relevantes. No os perdáis el último. Ni su acertado comentario final sobre la forma de escribir de doña Emilia.

Mª Ángeles Merino hace llegar a su narrador epistolar al capítulo clave en donde se nos desvela la verdadera fuerza que manda en los Pazos. Y el pobre tiene poco que hacer ante ella...

Listado de obras para lo que resta de curso
en el Club de lectura

Desde hace semanas tenía pendiente completar el listado de lecturas para lo que queda de curso. Os pido disculpas, pero me ha sido imposible sacar tiempo para  enhebrar antes títulos y fechas.  Por suerte, la espera ha facilitado que uno de los autores más queridos en este Club de lectura, Óscar Esquivias, saque libro en las próximas semanas y podamos traerlo aquí de forma inmediata. La inclusión de este título hace que alteremos por una vez el ritmo por el que alternamos libros de autores vivos y libros de autores fallecidos. Os facilito el listado:

- Febrero: Aprovechando que la Compañía Nacional de Teatro Clásico ha montado El alcalde de Zalamea y que podemos verlo en alguno de los teatros españoles del circuito habitual de la compañía, leeremos esta obra de Calderón de la Barca. Ya sé que muchos no compartís mi afición a leer textos teatrales y así me lo habéis hecho notar en otra ocasión, pero en esto soy muy tozudo... Hay suficientes ediciones disponibles en el mercado en papel y en formato electrónico. Os recomiendo aquellas que vengan acompañadas de prólogo y notas a pie de página. En Internet podéis encontrar una fiable y gratuita en el Portal que la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes dedica al autor en este enlace.

- Marzo: Andarás perdido por el mundo de Óscar Esquivias. Este volumen de cuentos publicado por Ediciones del Viento estará disponible en las librerías desde mediados de febrero, así que podremos disfrutar de la lectura de una novedad editorial. Esquivias es uno de los autores más importantes para este Club de lectura y le debemos un encuentro que cuando abordamos su trilogía dantesca no pudimos tener. Lo compensaremos y el autor se reunirá con nosotros en una fecha que anunciaré más adelante. Como siempre, este encuentro, organizado por el Club de lectura, será abierto a todos los que nos quieran acompañar.

- Abril: Noches lúgubres de José Cadalso. Revisitamos uno de los textos fundacionales del romanticismo europeo para sorprendernos con su actualidad, con el vigor de su lenguaje y con la modernidad de sus propuestas, además de comprobar que el amor puede llevar a la locura... Hay suficientes ediciones en el mercado, pero también tenéis una gratuita y muy fiable en el excelente Portal que la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes dedica al autor en este enlace.

- Mayo: Óscar Esquivias me recomendó el pasado septiembre (en la inauguración del curso del Club de lectura con Diego Fernández Magdaleno) que prestara atención a Cicatriz de Sara Mesa (Anagrama, 2015) y desde que leí esta novela sabía que iba a incluirla a finales del curso presente y quizá tengamos alguna sorpresa con este título.

- Junio: este mes lo dedicaremos a leer el título que motiva (o justifica) nuestro viaje de fin de curso por tierras de la Provenza francesa. En aquellas tierras tendremos la clausura oficial del presente curso. Daré a conocer el título más adelante, así como las instrucciones a seguir por los interesados en viajar con nosotros. Aviso que son plazas limitadas.

Recojo en estas noticias las entradas que hayáis publicado hasta el miércoles anterior. Si me he olvidado de alguna, os  agradezco que me lo comuniquéis.

9 comentarios:

Myriam dijo...

Gracias por esta lista de lectura que parece ser muy interesante.
¡¡Qué bueno que otra vez leemos a Oscar Esquivias!! lo andábamos extrañando por aquí.

Besos

Myriam dijo...

Y gracias por los enlaces a Calderón y a Cadalso, que facilitan la lectura que quienes vivimos, lamentablemente, fuera de España.

Myriam dijo...

Pobre Nucha, con su niña; vituperada y despreciada por Don Pedro por no haberle dado un varón, pero claro, en esa época no se sabía que el varón (o sea Dn Pedro en este caso) aporta el sexo a la cría. Tuvimos que esperar hasta 1905 para descubrir que desde la prespectiva genética, la mujer en su gameto (Ovulo) aporta dos cromosomas sexuales XX y el hombre en el suyo (espermatozoide) aporta dos cromosomas: uno X y otro Y, por lo que es el hombre quien determina que el engendrado sea un niño o una niña, mientras que la mujer sólo puede contribuir a dar niñas, ya que el Y es el encargado de desarrollar los órganos genitales masculinos en el nuevo ser. ES gracias a la genetista Nettie Stevens y al genetista E. Beecher Wilson, que se pudo, por fin, desbaratar ese tremendo prejuicio que hasta entonces había caído sobre las mujeres. Un prejuicio bien puesto en evidencia por Emilia Pardo Bazán en Los pazos de Ulloa.

Abrazos

Abejita de la Vega dijo...

La mujer civiliza, qué duda cabe. Si de algo estoy segura es de ese poder femenino. Las culturas que marginan a la mujer, así les va. Y no es necesario romperse la cabeza para buscar ejemplos. A finales del XIX, en nuestro país, no se podía decir; pero Emilia Pardo Bazán lo expresa a su manera, a su genial manera. El poder civilizador de la ciudad es el de la mujer. "Los Pazos de Ulloa" nos hablan de un mundo rural, feudal y machista a la enésima potencia.

¡Qué civilizado parece don Pedro Moscoso, el primo Perucho, en el pueblo de Santiago de Compostela! Pero es un barniz que le sirve para cerrar una transación comercial: la de elegir a la primita que será su esposa.

Me parece de perlas leer una obra de teatro. Ya tengo a mano "El alcalde de Zalamea". Para mí, Pedro Crespo es Francisco Rabal y don Lope de Figueroa es Fernando Fernán Gómez, actores inolvidables. El poder de la imagen que es perfectamente compatible con el placer de la lectura del teatro clásico en verso. Me gusta.

Estoy deseando leer la de Esquivias. Solamente puedo decir: ¡Bien!

En cuanto a la de Cadalso sólo sé lo que dicen los manuales de literatura. Eso es lo bueno de una lectura colectiva como la tuya, leemos algunas obras que no se nos ocurriría leer por iniciativa propia. Enriquecedor.

Tengo alguna carta más de Julián. La reunión del martes promete. Un abrazo, Pedro.



pancho dijo...

La novela está bien estructurada para mantener al lector pendiente, no cabe duda de que la autora tiene mucha novela europea del XIX en la cabeza. Pero yo creo que ella le añade algo más que no he visto en otros autores, como esas paradas narrativas a las que te refieres y que ella aprovecha para verter sus conocimientos y lecturas de los autores del Siglo de Oro español. Su amplia cultura. Por ejemplo, la descripción del Pazo de Limioso y sus moradores, una recreación de la miseria de aquellos hidalgos arruinados que nos recuerda al mejor Quevedo.
Es de las mejores escritoras que yo he leído para recrear ambientes singulares y sorprendentes. Por no hablar del manejo que tiene de un humor sumamente inteligente, basado en una curiosidad, supongo que innata, por todo lo que le rodea.
El personaje de Primitivo se agranda con su aparente y disimulado acatamiento de las normas impuestas por los recién casados y los nuevos poderes de Julián.
Hay mucho que comentar, me parece muy buena la manera que tiene la autora de señalar que aquello va a terminar de mala manera, justo al comenzar con una boda de negro, medio a escondidas en un lugar apartado y sólo para los familiares íntimos.
Una pena que un mes dé tan poco de sí, voy a medias para no perder la costumbre.
Ayer fui enseguida a buscar o encargar el libro de cuentos de Oscar Esquivias y ya me dijeron también que todavía no había salido.
Buena selección, como siempre.

Abejita de la Vega dijo...

Una transacción con dos ces. ¡Se me escapó una ce!
La del señor marqués con su matrimonio.

Paco Cuesta dijo...

Consigue recrear de forma plástica una realidad social. Y como dice Pancho, no exenta de humor.
Un abrazo

PENELOPE-GELU dijo...

Buenos días, profesor Ojeda:

Al acabar la lectura de esta estupenda novela, nos siguen las ganas de saber de la autora y de su obra y preguntarnos sobre los personajes.
Se me ha ocurrido preparar una entrada, con un artículo que -en 1917-, escribió sobre D.ª Emilia, el escritor albense José Sánchez Rojas.

Abrazos.

andandos dijo...

Al final me estoy retrasando más de la cuenta, pero estoy disfrutando mucho con su lectura. Creo que no sabía tanto de su autora hasta ahora, ni de lo bien que escribía. Me pondré enseguida con las siguientes.

Un abrazo