Porque antes de alcanzarte me detengo
en las marismas, verde intenso el aire
me llega la primavera.
En mi búsqueda del mar -de otro mar futuro- llego a las marismas de Ayamonte. Anoto: aquí la primavera no aguarda el permiso de de los fondos de inversión. No sé durante cuánto tiempo podrá resistirse. Monte arriba voy silbando. Qué poco pesan las cosas cuando tan de mañana has ajustado el día.
7 comentarios:
¡Qué poco pesan! Es verdad...
Cuando esos terrenos se puedan comprar muy baratos y venderse muy caros, será el momento de que esos fondos comiencen a comportarse ya no como fondos de inversión, sino como fondos buitre.
Saludos
Llego a tu blog a través de uno amigo y me detengo a felicitarte por esta poética prosa que me revela una sensibilidad admirable.
Amo la Naturaleza y percibo en tus palabras que tú también.
Voy a quedarme para seguir de cerca lo que escribes.
Saludos.
Oí cantar al mirlo.
Cuando caminas entre la naturaleza, te vas desprendiendo de valoraciones inútiles. El sol, la tierra, el aire, y una canción silbada. El Paraíso.
Un abrazo, Pedro.
Niebla, casi no se ve a cien metros, eso es lo que todavía tenemos por aquí, y es lo que toca. Y más frío, eso también tocaría.
Un abrazo
No sé si es bueno que la prima Vera nos visite tan pronto... aunque sea en el sur... y tal vez esos fondon de inversión tengan más que ver en ello de lo que a simple vista parece...
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