"Tenemos que aprender a pensar más a largo plazo sobre las consecuencias de lo que estamos haciendo, mientras lo estamos haciendo...", dice Edward Burtynsky, como recoge el folleto de esta magnífica exposición que se muestra por primera vez en España y que es del todo punto aconsejable (Agua Shock, en la Sala Municipal de Exposiciones de San Benito de Valladolid hasta el 6 de marzo).
La idea central de la obra de las últimas décadas de este fotógrafo canadiense es precisamente esta, hacernos reflexionar a partir de la obra artística sobre el impacto que la acción humana tiene en el medio ambiente tanto para bien como para mal, pero sin esperar a que observemos los resultados últimos. Es fácil comprender cómo determinadas actividades humanas condujeron a catástrofes medioambientales hace un siglo, lo que debemos demostrar como especie es que somos capaces de entender los efectos de nuestras acciones presentes sobre el ecosistema a largo plazo y actuar en consecuencia alejándonos de egoísmos y falsos espejismos del progreso. El ser humano, en la historia moderna, ha solido actuar con ceguera provocada por intereses geoestratégicos, económicos y de poder. Lo normal es que no hayamos querido ver lo que nuestras acciones provocaban en el medio ambiente o que nos hayamos dejado seducir por intereses propagandísticos de quienes controlan interesadamente los poderes fácticos. Durante demasiado tiempo hemos pensado que aún había tiempo para solucionar los desastres que nuestra industrialización y urbanismo causan en nuestro entorno. Apenas llevamos décadas comprendiendo el mundo como algo global y estudiando cómo lo que sucede en una región concreta afecta a otra situada a miles de quilómetros.
Por eso es muy interesante el proyecto Agua Shock de Edward Burtynsky. Usa su extraordinaria calidad artística y técnica para situarnos ante la reflexión sobre nosotros mismos. Sus fotografías atraen por el impacto visual y se fijan en nuestra mente por el debate que nos suscitan. Desde el 2009 hasta el 2014, este fotógrafo ha recorrido el mundo captando imágenes del impacto de la acción humana en relación con el agua, uno de los elementos fundamentales para la vida en el planeta. Hay imágenes que nos muestran la mejor forma de optimizar este bien de todos, pero la mayoría nos enfrentan con los efectos negativos provocados por el ser humano. Todas ellas son de una hermosa e inquietante belleza, todas ellas nos implican y nos preguntan. Porque ya no estamos ni siquiera en el largo plazo: la reflexión debe conducir de forma urgente a la acción y a la demanda de soluciones concretas e inmediatas que impidan que continúen los desastres medioambientales y la privatización interesada de la gestión de un recurso que es de todos y que no deberíamos dejar que fuera controlado por los intereses económicos de unos pocos. De hecho, el agua será pronto la gran preocupación de toda la humanidad, no solo de unas zonas geográficas concretas. Y Burtynsky contribuye eficazmente a un debate que nos atañe a todos.
4 comentarios:
Una reflexión muy necesaria -y oprtuna- la de este artista. Debemos tomar conciencia y acción en la preservación del planeta, en todo sentido.
Aqui cuidamos mucho el agua que no podemos darnos el lujo de derrochar. También Israel está a la vanguardia en investigación y desarrollo de desalinacion de agua marítima (por proceso de ósmosis inversa).
De estar allá no me perdería esta exposición, desde ya.
Abrazos
hay días que me asalta un desasosiego terrible, puesto que a pesar de este fotógrafo, miles de activistas, científicos, no hay ni un segundo de descanso para el elemento tan vital como el agua
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creo que moriré siendo testigo de su degradación
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abrazo
A este fotógrafo no lo conocía, así que lo miraré atentamente. Muchas gracias.
Un abrazo
Precisa reflexión sobre una exposición que no me pienso perder.
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