Es una de esas palabras que si se citan como nombre común vale para las pequeñas cosas cotidianas, pero si se pronuncia como nombre propio expresa un concepto absoluto falaz e inexistente. (Aquí no se salva ni Dios, dijo el poeta)
Un tiempo yo practiqué zazén al que quiero volver tarde o temprano. Hubo algo que me llegó profundamente. Es el juramento del Bodishatva. En él se expresa que se renuncia a la entrada en el Nirvana hasta que todos y cada uno de los seres existentes puedan entrar también en él. Ello es muy diferente de la miserable salvación cristiana en que unos irán al cielo y otros -supongo que la mayoría- irán al infierno. ¿Se puede gozar de la dicha sabiendo que existe el terrible suplicio y dolor sin límites para muchos en la Gehenna?
Bueno, muchas individualidades forman una colectividad. Si nos vamos salvando uno por uno, ya estamos dispuestos para unirnos a los otros, aunque antes hayamos pasado por el purgatorio de la soledad que la mayoría de la veces es necesaria.
12 comentarios:
Pues yo prefiero salvarme a dúo.
Es una de esas palabras que si se citan como nombre común vale para las pequeñas cosas cotidianas, pero si se pronuncia como nombre propio expresa un concepto absoluto falaz e inexistente. (Aquí no se salva ni Dios, dijo el poeta)
Y triste...
Han ocurrido tantas cosas estos días, Pedro. Estoy triste porque no me gusta el mundo que veo :(
No me gusta eso de salvarme sola...
Besos.
;)
Prefiero la salvación colectiva, por supuesto, porque vivimos en sociedad.
Un beso dulce de seda.
Depende del tipo de salvación.
y de qué te quieres salvar Pedro? si al final todos terminamos siendo abono y rastrojos para los arqueólogos
a menos que creas en el alma y en la vida espiritual
besos
Para salvar a los demás hay que salvarse uno primero...
Un tiempo yo practiqué zazén al que quiero volver tarde o temprano. Hubo algo que me llegó profundamente. Es el juramento del Bodishatva. En él se expresa que se renuncia a la entrada en el Nirvana hasta que todos y cada uno de los seres existentes puedan entrar también en él. Ello es muy diferente de la miserable salvación cristiana en que unos irán al cielo y otros -supongo que la mayoría- irán al infierno. ¿Se puede gozar de la dicha sabiendo que existe el terrible suplicio y dolor sin límites para muchos en la Gehenna?
¿Salvarnos?
Dicen que el infierno es más calido y hay buenos garitos donde degustar buenas tapas y buen vino...
Un abrazo.
Bueno, muchas individualidades forman una colectividad. Si nos vamos salvando uno por uno, ya estamos dispuestos para unirnos a los otros, aunque antes hayamos pasado por el purgatorio de la soledad que la mayoría de la veces es necesaria.
Besos
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