Y llegó el lunes. A pesar de lo que dicen unos y otros, seguimos en la mediocridad de los argumentos y propuestas tras las elecciones catalanas. Los resultados no avalan que Cataluña quiera ser independiente y esto lo saben los propios impulsores de estas elecciones por mucho que cuenten con fervorosos retorcedores de los números de votos y escaños y seguidores fieles capaces de tragarse cualquier argumentario por muy infantil que resulte. Pero los resultados tampoco avalan la posición de las fuerzas no independentistas porque se les han visto sus clamorosas carencias, su incapacidad para generar una construcción en positivo y porque muy ciegos hay que estar para no reconocer el aumento considerable del número de catalanes partidarios de la independencia sea cual sea su efecto en sus vidas posteriores.
Los resultados parten a la sociedad catalana en dos y ninguna puede imponerse sobre la otra. Ante este hecho solo la legalidad democrática debe regir pero afirmarla amenazando con la judicialización del proceso y otras medidas de fuerza solo provocará mayor división, malestar y la ruptura definitiva de cualquier puente de entendimiento, necesario tanto para la transición hacia la independencia como hacia la continuidad de Cataluña en España. Ante el cuento de la lechera en el que consistía la imaginación de una Arcadia feliz tras la secesión de Cataluna y al ceñudo simplismo del gobierno nacional actual solo nos queda asombrarnos de la mediocridad de nuestros políticos.
Me causan sonrojo los argumentos de unos y otros. Estamos en un patio de colegio. Pero en un patio de colegio suena el timbre y todos los niños vuelven a clase después. Ni Rajoy es un gobernante capacitado para sacar esto adelante ni en la lista unitaria de los independentistas que ha ganado las elecciones se adivina la suficiente cohesión para el gobierno en un sentido o en otro. Están, por la inercia que han generado, obligados a insistir en una vía inviable como si siguieran la estrategia de los negociadores que buscan llevar al límite de lo irracional la situación para que el contrario se asuste y ceda. Lo malo es que en esa lista no hay programa de gobierno y ahora hay que gobernar más allá de proclamar una independencia que ni está legitimada por los resultados electorales ni es posible con la legalidad española y europea. Dentro de esa lista unitaria están los políticos que han causado de la situación de la que se quejan y a los que han votado aquellos que hasta antesdeayer los criticaban: construyeron las normas de juego del estado español. Pueden querer abandonarlo, por supuesto, pero que no culpen a otros de lo que son corresponsables al negociar continuamente durante décadas con los gobiernos mayoritarios nacionales a cambio de tener las manos libres dentro del territorio catalán. Con cuánta desvergonzada desmemoria se suele actuar en este país.
El problema es que en estos momentos la razón ya no importa y que nos aventuramos por terrenos convulsos que convertirán la cuestión catalana en uno de los mayores problemas durante décadas. Si no surgen en uno y otro lado personalidades que sean capaces de ir más allá de los argumentos y desencuentros actuales, nos enfrascaremos en combates de mala retórica y procedimientos llenos de defectos formales cuanto no ilegítimos tanto por unos como por otros hasta que la tensión provoque situaciones no deseables. Hasta ahora no se han producido, pero la continuidad en el tiempo de esta mediocridad no tardará en provocarlas. A esto nos trae el sistema político de este país, una estructura tan envejecida como ineficaz. Dan ganas de pedir la independencia unipersonal.
7 comentarios:
Lo que se extraña es un verdadero líder con las ideas claras. Dan una imagen de no saber hacia donde van, que hacen que los ciudadanos tengan un doble sentimiento de orfandad política y miedo.Y eso suele ser peligroso.
Saludos.
Que se haya llegado a esta situación tiene muchos culpables y no solo es culpable el último gobierno, esto viene desde muy de atrás pero, hasta la llegada de Rajoy con su mayoría absoluta, los políticos catalanes han sido los tontos útiles para todos los gobiernos, solo que es ahora cuando nos damos cuenta.
Dos millones de ciudadanos pidiendo la independencia en una región, no es desdeñable, en Europa hay, al menos, 10 países con ese número de habitantes y nos iríamos a unos cuantos más si en lugar del 48% de los votos independentistas hubiera sido un punto más, la cosa no es para decir que es cuestión de dos locos, ni para decir lo que salio diciendo el Presidente que el no cambia la ley, por cierto, bien que la cambió de un día para otro para poder ayudar a los bancos antes que a los ciudadanos.
Ha llegado el momento de hacer política lo que me pregunto es si ya es demasiado tarde, los independentistas tienen lo que llaman "el libro de ruta", un libro que está al alcance para ser leído, claro como el agua, ¿que tiene el partido gobernante para enfrentarse a ellos?, de momento solo el miedo y ya se ha visto lo que ha conseguido, está claro que los partidos políticos, todos, incluido los independentistas tienen que hacer un esfuerzo para establecer los lazos que se han roto, aunque como andaluz también digo que ese deseado resultado de que Cataluña permanezca en España no sea a costa de otras comunidades, la solidaridad entre regiones debe de seguir viva y dejarnos de mentir tanto por una como por otra parte.
Ha llegado el momento de hacer política de verdad ¿sabrán hacerla?.
Saludos
Hola Pedro, yo como bien sabes soy muy contraria a tus teorias. he vivido cuatro años de manifestaciones masivas,y és para verlo y estar allí. Pero desgraciadamente estamos en un lugar de esta mundo donde las envidias el miedo a perder lo que se tiene,lo pueden todo. El alma catalana acostumbrada a los saqueos y falsas promesas del gobierno central, es muy consevadora y aunque en estos momentos está muy empobrecida, teme perder poco lo que tiene. Se ha vuelto todavia mas asustadiza, por el miedo que le han introducido en las mismas vísceras. Tu sabes mucho de historia. Entoces deberias saber todo lo que se nos ha negado a través de los años. Incluso se nos ha prohibido hablar nuestro idioma. Siempre he tenido la sesacion de ser "cornudo y pagar la bebida",dicho muy coloquialmente.
Existe como bién dices un problema que se llama Cataluña. Y seguirá existendo pero por poco tiempo ya.Los mayores que cobran sus míseras pensiones,desaparecerán y los jóvenes mucho mas preparados y capaces quieren irse de todas todas. Yo a lo mejor no lo voy a ver, pero créeme profesor Cataluyna será una nación reconcida internacionalmente, como país soberano y dueño de su destino.
Y apunto ha estado caer la bola. O no?
Por lo que parece ni los secesionistas ni los unionistas van a tener, en los próximos años o lustros, votos suficientes como para llevar a cabo sus ideas de manera irreversible, así que no queda más remedio que hablar para convivir.
Un abrazo
A Montserrat Sala:
Cuando dice que se prohibió hablar la lengua catalana supongo que se refiere a la dictadura franquista, ¿no? Desde hace bastantes años es lengua vehicular en los centros de enseñanza.
Los errores del gobierno central, que no son pocos, también se padecen en el conjunto del estado.
"A punto ha estado de caer la bola" No hay que identificar un plebiscito con un referéndum, ¿eh?
Saludos cordiales
"Com quanta desavergonhada memória se pode governar este país" é uma constatação totalmente aplicável a Portugal,que vai para eleições legislativas no próximo domingo.
Pobre Ibéria...
Espero a melhor solução para a Catalunha.
Querido amigo, besos
Están todos encantados con esta ópera bufa que evita afrontar los problemas importantes. Y los primeros encantados son los ciudadanos, bailando al ritmo de la flauta mágica.
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