Hasta el 20 de septiembre estará abierta la exposición que conmemora el primer centenario de la construcción del edificio de la escuela de Pampliega (Burgos). La extensión de la educación pública en España fue una labor larga, sometida a muchos desasosiegos y no siempre aceptada de buen grado por todos los estamentos. En especial, en los lugares alejados de las capitales de provincia.
Fue una labor de más de un siglo sembrar la geografía española de edificios dedicados a la escolarización de los niños españoles pertenecientes a las clases más desfavorecidas, sostenidos por la administración, implantar una legislación y una metodología adecuadas, dignificar la labor de los maestros y conseguir su cualificación, convencer de los beneficios de la escolarización a las clases populares que veían en el trabajo infantil una forma de contribuir al mantenimiento de la familia debido a sus pocos recursos y una aceptación de que nada cambiaría su condición social por el control que ejercían sobre ellos los poderes económicos y políticos locales. El impulso en las primeras décadas del siglo XX y, en especial, durante la II República fue de tal magnitud que conviene recordarlo constantemente para reconocerlo.
Con motivo de los primeros cien años del colegio de Pampliega, el Claustro del profesores del CEIP Rey Wamba ha organizado una serie de actos para conmemorarlo. Entre ellos, la muestra de dos exposiciones complementarias: Memoria de una ilusión. La escuela de la Segunda República (1931-1939), que ya he reseñado aquí, y que trata de todo el proyecto esperanzador de mejora de la educación pública que supuso aquel tiempo y Muerte y represión en el Magisterio de Castilla y León (Exposición de la Fundación Fermín Carnero), muestra que recuerda a los más de 200 docentes que fueron víctimas de la feroz represión ejercida durante la Guerra civil y los primeros años del franquismo tan solo en esta región y, en especial, en los pequeños pueblos. En salas anexas, se exhiben materiales técnicos, audiovisuales y bibliográficos relacionados con las exposiciones mencionadas y la labor docente y una reproducción de un aula de los años sesenta del pasado siglo junto a la de otra aula moderna. Todo se completa con un ciclo de conferencias a lo largo de los meses de julio, agosto y septiembre y la proyección del documental Las maestras de la República (Goya a la mejor película documental de 2014).
Un buen reclamo para acercarse durante este verano a Pampliega y convertir la visita en un pequeño homenaje a los maestros y maestras que han sostenido no siempre en condiciones favorables, la necesaria educación pública.
5 comentarios:
Un merecido homenaje a aquellos maestros.
Conocí a uno de los maestros represaliados en Burgos, lo he visto en el enlace que nos proporcionas. Era don Emilio de Velasco, apartado del Magisterio Nacional sobrevivió dando clases particulares de Matemáticas en una especie de academia que montó en el Pasaje de la Flora, en un viejo piso. Fui alumna suya en los años setenta y doy fe de que era un buen profesor.
Besos, Pedro.
Gracias por la información, Pedro.
Un beso.
¡Feliz Aniversario a la
escuela Pampliega!
Todo reconocimiento a la labor docente,
es poco. ¡Qué necesaria la educación pública
que abre las puertas a todos por igual!.
Abrazos
Porque sabemos de lo que hablamos... ¡Todo homenaje a la ESCUELA PÚBLICA es más que bien venido!
Besos.
;)
Mi madre, Mercedes Pardo, era de Pampliega y fue maestra; yo también lo he sido pero vivo en Cataluña. Este verano nos acercaremos a ver la exposición.
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