Me pesa ya este traje tan de invierno
que he llevado una larga temporada.
Pesa sobre los hombros, tan oscuro
que parece la sombra de una rara
nube de otoño.
He buscado una camisa
de salir al sol, que la haga
blanca azahar y azulada,
en el cajón de las prendas
que nunca fueron usadas,
entre la muda nueva y la lavanda,
para morderte el labio bien vestido
y estrenarla carmín de tu mirada.
8 comentarios:
Ese labio bien vestido...
Pedro, qué versos más lindos, los que tanto pesan en tu corazón, porque se escuchan entre latidos, porque son claros, y sin sombras, cuando lo que salen de tus letras es fragancia de luz y de vida, me han encantado.
Y de todos los versos elijo los últimos que me parecen apasionados:
"... para moderte el labio bien vestido y estrenaría carmín en tu mirada..."
¡Qué belleza,
! me quedo impregnada de tus letras, qué lujo poder disfrutar de ellas.
Un beso.
Preciosos versos y que mejor que estrenarla con carmín.
Besos.
Me visto presurosa de primavera y hoy, otra vez, se han instalado,espero que por poco tiempo, estas nubes inquietas de abril.
Besos
Encontrarse poemas como éste, te da la sensación de que alguien a pulsado una de esos ambientadores de olor a hierbas del bosque, y una brisa fresca te da en la cara, despertándote del letargo del invierno.
Un abrazo.
Una camisa digna de ser estrenada...
La Primavera se hace necesaria pues para todas esas cosas que retratas, incluidas las emociones que visten intenciones y desvisten sentimientos...
Ole con ole y olé.
Bonito, gracioso, y plagado de ternura.
Besos, Pedro.
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