Se llega al mundo al tiempo de marcharse
pero entre tanto vives
días y noches, piel
como aventura,
como alimento y norte de tus mapas.
Yo no quiero dejar ciertos senderos
intactos: el abrazo,
el silencioso abono
de la caricia. Tú.
El mapa de las calles
en afán cotidiano hacia la lucha
necesaria, precisa,
que convierta la noche
en feliz desmemoria
propia. La huella exacta
del pie sobre la arena de la playa.
7 comentarios:
Es cierto, se llega al mundo casi cuando acabas, pero merece la pena si al final aprendes.
Ayer naciste y morirás mañana.
Para tan breve ser, ¿quién te dio vida?
¿Para vivir tan poco estás lucida,
y para no ser nada estás lozana?
Si te engañó su hermosura vana,
bien presto la verás desvanecida,
porque en tu hermosura está escondida
la ocasión de morir muerte temprana.
Cuando te corte la robusta mano,
ley de la agricultura permitida,
grosero aliento acabará tu suerte.
No salgas, que te aguarda algún tirano;
dilata tu nacer para tu vida,
que anticipas tu ser para tu muerte.
Luis de Góngora
¡Toma ya!
Lo has dicho de una forma tan bonita, que casi se olvida una delo que realmente encierran tus versos...
Aquí estamos hasta...
Besos y aplausos!
;)
Me rindo.
Precioso!
Vida, amor y vida otra vez, y amor, todo es vivir.
Saludos!
Precioso Pedro, es del siguiente libro?
Sí, vida... y polvo enamorado.
Besos, Pedro.
Somos tan únicos que cualquier desviación en la descripción y ya se trata de otra persona
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