martes, 18 de febrero de 2014

La literatura hispanoamericana


He vuelto a encontrarme con la literatura hispanoamericana. No digo como lector, sino como profesor universitario. En los años ochenta, en mis primeros encargos docentes en la Universidad de Valladolid en la que trabajaba, impartí durante tres cursos esta materia, con toda la impericia de los primeros pasos como profesor, pero también con toda la osadía y las ganas de aprender. En aquel tiempo al que entraba nuevo le encargaban esta asignatura, casi como un lastre del que se descarga el anterior, pero a mí me apasionó aquel territorio académico que ya me había atrapado desde que a los quince años leí a mis primeros autores del boom. Ahora, por el nuevo reparto docente he regresado, en la Universidad de Burgos, a la literatura hispanoamericana. Las condiciones no son las mismas: de una licenciatura a un grado, de una asignatura anual a un semestre. Era imposible abordar toda la literatura hispanoamericana entonces y lo es más ahora. Pensé dos opciones: un monográfico en el que abordara un tema, un autor, una obra; un panorama con línea argumental acompañado de una selección de textos que lo ilustraran. Ambas son válidas pero he optado por esta segunda. Enfocaré mi semestre a partir de la construcción de un imaginario colectivo en la literatura hispanoamericana: la conciencia de lo americano como algo diferente a la literatura española pero enraizado con ella. Una cultura que desde el inicio asume en su componente nuclear lo precolombino y lo hispánico. Es curioso cómo gran parte de esto lo hallamos ya en los textos del siglo XVI que relatan en encuentro: de Colón al Inca Garcilaso de la Vega hay un trayecto que nos lleva por ese camino. A la altura de Sor Juana Inés de la Cruz ya se ha desarrollado y cuando penetramos en El Periquillo Sarniento todo impulsa hacia los logros del siglo XIX. Pero será Rubén Darío el que dé forma perfecta a este imaginario colectivo. Aparte de su condición de poeta necesario para explicar el camino hacia la modernidad literaria en lengua española, en él se hallan definitivamente las claves de ese imaginario. El siglo XX no ha hecho otra cosa que glosarlo y lo que va del siglo XXI le ha terminado dando la razón. Espero un semestre en el que recordar las sensaciones de la maravillosa experiencia que deparan las crónicas de Indias, la intensamente estética del barroco americano, los avances  dificultosos hacia la modernidad que protagonizan los autores del siglo XIX y la deslumbrante realidad de toda la literatura hispanoamericana del siglo XX. Daré cuenta aquí de vez en cuando.

14 comentarios:

mojadopapel dijo...

me gusta esta nueva andadura que proyectas y creo que debemos sumergirnos con ganas en este lenguaje intenso de naturaleza, pasión y sentimiento que emana esta literatura Hispanoamericana.Te seguiré.

Edurne dijo...

¡Yupi! (Ya, ya sé, expresión cursi donde las haya, parezco una niña pequeña...)
Pero me gustaría poder asistir a tus clases, disfrutaría como una enana.
Así que esperaré a que vayas "colgando" alguna cosilla por esta Acequia.
El imaginario del que hablas... es de lo más atractivo!

Besos al estilo!
;)

Pamisola dijo...

Muy interesante tiene que ser eso, me atren los escritores latinoaméricanos, no todos, claro, seguiré lo que nos cuentes por aquí.

Me encanta la foto, desde ahí se tiene que ver... hasta el Machu Picchu, por lo menos. :)

Besos

lichazul dijo...

hay tanto autor latinoaméricano PEDRO como arenas en la costa ...

Besos

Esther dijo...

"Imaginario colectivo" suena fenomenal, además tiene que ser muy interesante tratar toda esa borágine de autores latinoamericanos de manera sistemática, qué envidia de sus alumnos!

El Deme dijo...

Es interesante leer a los hispanoamericanos porque, escribiendo igual, hablan de sensaciones y emociones diferentes y eso es enriquecedor para nosotros los españoles.

lichazul dijo...

pd...PEDRO mil gracias por tus Mil Besos
eres un León digno representante del signo

besitos etéreos de esta acuariana
:D
<3

Abejita de la Vega dijo...

Yo quiero aprender todo eso, qué envidia me dan esos chavalillos universitarios.

Cuando me jubile a la UBU.

Besos

Estrella dijo...

¡Lo que daría por ser alumna de Literatura y tenerte de profesor! Qué alma de maestro llevas encima, querido profesor.

Un abrazo, Pedro.

Myriam dijo...

¡¡Apasionante, lo que daría por estar en tus clases!!

Gracias por recuperar esta entrada en la que me sorprende que yo no haya dejado comentario en su momento.

Besotes

Sara dijo...

Estoy segura de que abordarás perfectamente los contenidos de la asignatura online de Literatura Hispanoamericana, aunque se acorte a un semestre.
Saludos, Pedro. Nos vemos por la facultad.

Paco Cuesta dijo...

Si la envidia es insana; no me importa. Tengo envidia.
Un abrazo

Unknown dijo...

Es un gusto leerte y ver cómo fácilmente provocas en los demás las ganas de aprender.

Gracias Pedro

Unknown dijo...

Leyendo lo que acabo de leer, me siendo muy afortunado por poder formar parte de sus clases. No es ya la asignatura en sí, es la pasión que se destila de cada aportación que hace. Gracias por inspirarme!! Lástima el lastre del tiempo y las obligaciones laborales que limitan la dedicación pero no la constancia. ;)