jueves, 18 de julio de 2013

La historia desde la biografía de un hombre cualquiera en El Hereje de Miguel Delibes y noticias de nuestras lecturas

De las varias formas en las que se puede abordar la escritura de una novela histórica, Delibes elige la profundización en la historia de lo ocurrido con el círculo luterano de Valladolid a finales del siglo XVI a partir de la invención de un personaje secundario desde la realidad de su vida cotidiana. Cipriano Salcedo es un personaje perteneciente a la burguesía comercial y urbana -en clave de época debe entenderse la compra de la higaldía para aúparse socialmente-. Delibes huye de los nombres históricos más insignes relacionados con los hechos. Es parte de su estilo y en esto es coherente con el resto de su producción narrativa. Cipriano es -entiéndase el juego conceptual- un burgués dedicado a los negocios, al que le gusta la libertad en su vida y, sobre todo, en su pensamiento. Un hombre emprendedor, lleno de inseguridades personales pero dotado de una fe en el progreso que debe basarse en la separación entre lo que debe darse a la intimidad y lo propio del comportamiento social. Es decir, un hombre de bien, con sus cosas malas y sus cosas buenas. De ahí la necesaria explicación de su biografía: en ella está la clave de su comportamiento posterior y por eso el lector actual puede empatizar mejor con él. Magistralmente construida su biografía y sus condicionantes psicológicos, entendermos mejor su fe luterana, su compromiso ético -religioso, de grupo y social- y, por supuesto, la forma en la que es víctima de una historia cuyo motor no entende de individualidades. La historia destruye la vida de aquellos que no siguen las grandes directrices marcadas por las creencias y las ideologías dominantes. Cipriano Salcedo, desde el mismo momento de su concepción, está condenado a ser víctima y no verdugo.

Las páginas finales de El Hereje son una documentada reconstrucción de la forma de actuar del Tribunal de la Inquisición. No es necesario que Delibes se invente situaciones truculentas: la realidad habla por sí misma a partir de la descripción de los hechos. Sin embargo, hay algo que añade Delibes en este contexto tan desesperanzador: la idea de que lentamente la semilla de la libertad de pensamiento podrá desarrollarse y lo que en un momento se aplaudía en la plaza pública sea motivo hoy de vergüenza. Delibes escribe esta idea desde su presente, desde el propio deseo que le movía a tener fe en que los esfuerzos individuales no pueden ser vanos hacia el futuro.

Quizá no lo hayamos logrado del todo, pero ese es el camino que debemos seguir, aunque nos toque el papel de víctimas.

Noticias de nuestras lecturas

Gelu publica su sexta acertada entrada con la selección de pasajes de El Hereje y una danza macabra que viene bien al caso.

Mª Ángeles Merino publica una emotiva y hermosa carta dedicada a Teo, la mujer de Cipriano Salcedo. Magníficamente ilustrada -¡cuánto trabajo acertado hay en esto!.

Paco Cuesta llega al final de la obra, con el comentario de los hechos que se desencadenan en la vida de Cipriano Salcedo tras quedarse viudo, hasta llegar a su muerte. Un acertado comentario.

El próximo jueves haré balance general del curso del Club de lectura y anunciaré las primeras lecturas del siguiente.

5 comentarios:

Ele Bergón dijo...

Tomo nota de todo lo que informas sobre la novela histórica y de cómo la lleva por sus caminos Miguel Delibes en El Hereje.

Un abrazo

Luz

Abejita de la Vega dijo...

Hizo muy bien Delibes, me pasman esas novelas históricas que ponen voz a personajes históricos de primera fila, hay que tener mucha desvergüenza histórica y literaria para hacer eso.

En esta recta final, me está gustando Cipriano mucho más que antes, le estoy cogiendo cariño, ahora que me lo van a matar de la manera más cruel. Y en Teo no reparé en mi primera lectura del libro, cuando salió en 1998; o no me acuerdo. Disfruté escribiéndola una carta.

¡Qué asco de seres humanos los que disfrutaban con los autos de fe como con una romería!

Me gusta lo que dices al final, tengamos fe en nuestros esfuerzos individuales, es una buena conclusión para esta lectura.

Dedicaré una última a Cipriano. Será una carta también.

Besos, Pedro. Feliz verano.



Isabel Barceló Chico dijo...

Lei esta obra hace unos años y me impactó. Miguel Delibes es un gran maestro y consigue llegarme siempre al corazón. Un abrazo, querido amigo.

Gelu dijo...

Buenas noches, profesor Ojeda:

El hombre qué ser tan complicado. Las personas verdaderamente desinteresadas, se esfuerzan y luchan para que a los humanos el paso por este jardín les sea menos difícil.
En ninguna época faltan quienes lo siembran de espinas y prometen un futuro Edén para escogidos.

Saludos.

Myriam dijo...

Ya sabes cuanto disfruté esta lectura por segunda vez. Me encantó
la forma de Delibes de narrar este capítulo de la historia que yo desconocía (me refiero a los protestantes de Valladolid, no a la Inquisición en sí, que es imposible no conocer). Como tan bien dices, la construcción de la biografía y los condicionantes psicológicos del personaje principal, son extraordinarios.

Besos