Justo en estos momentos hay que llevar el corazón en las manos. Más que nunca. Es imposible que puedan comerse el de todos nosotros por mucha que sea su hambre. No importa que la especie se haya dado al canibalismo, yo sé lo que quiero hacer con mi corazón. Todo menos llevarlo negro de amargura o encerrarlo bajo el acero.
17 comentarios:
Dices bien, Pedro, nada de amarguras ni ocultamientos. Que se amarguen los causantes de este despropósito en el que nos hacen vivir
Estos son los corazones que se salvan a si mismos y al prójimo.
Besos, Caminante. Cerca de la montaña de tu foto, se respira el aire puro y renovador.
No, no, no nos comerán.
No, no, no nos amargarán.
Un abrazo
Tú no podrías tener el corazón negro. Eres pura luz.
Y no lograrán quemarnos por dentro... eso no.
Besos, Pedro.
Dizes bem, amigo mio, dizes mesmo muito bem.
Não podemos endurecer nem amargurar o coração. Muito menos permitir que nos obriguem a fazê-lo!
Bem hajas!
La emboscada acecha en cualquier revuelta del camino. Habrá que usar la astucia para que se queden con más hambre: huir por los tejados o enfrentarse a ellos.
Negro no, pero a veces se oscurece. Un poquito... de todas formas será mejor seguir tu consejo. Besos
el corazón lleva muchas llagas y cicatrices aunque intentemos llevarlo en luz y enamorado siempre, somos humanos y aunque no lo busquemos, el corazón igual se ensombrece
imposible llevar un corazón solo en un punto, pues hasta él mismo es oscilación continua junto con nosotros mismos
besitos y echar pa'lante no más con lo que somos y con lo que tenemos
Hay que llevarlo visible, con la cabeza erguida y la suerte de frente. Besos Isabel.
Hay que llevarlo visible, con la cabeza erguida y la suerte de frente. Besos Isabel.
Anchura de miras, lejanías al alcance del camino.
Un abrazo.
Como sigan así nos van a comer hasta el aire que respiramos para quedarnos sin oxígeno.
Un beso, Pedro.
Intentar hacer lo que a uno le gusta y ya se verá. Mal empezamos si en el punto de partida ya no nos sentimos bien...
Pero el corazón de tanto llevarlo en las manos corre el riesgo de endurecerse como una piedra.
Abrazos.
El mío se les atragantaría, sin duda. :)
Eso es lo primero. Saber lo que se quiere.
Besos
me llevo mi corazóna las manos, porque coincido plenamente contigo.
biquiños,
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