No se ha estudiado de manera suficiente la importancia del retrato a la hora de fijar la imagen que tenemos de una personalidad y, a través de la suma de personalidades, de un movimiento o de una época. Incluso después de la aparición del cine y otros medios audiovisuales, el retrato fotográfico -como antes la pintura- capta mejor el espíritu del retratado: los gestos, la forma de vestir, la manera de posar. El retratista debe saber mucho más que la técnica, ha de comprender a la persona que retrata y sacar de ella su característica esencial, en una imagen que lo defina. A veces uno llega a tener la impresión de que el retrato es superior a la personalidad que retrata, no tanto porque esta sea insignificante, sino porque aquel le da otra dimensión y lo convierte en un icono, una referencia. Muchas de las grandes personalidades del siglo XX las recordamos no tanto por lo que hicieron como por sus retratos. De ahí la importancia de la iconografía de una época: vivirá más que las realizaciones de los que sirvieron de modelo.
La exposición Dimitri Kasterirni: Mitos del siglo XX (Sala municipal de exposiciones de San Benito de Valladolid, hasta el 5 de mayo), es una magnífica ocasión de ver a uno de los mejores retratistas de las últimas décadas y que no debería perderse ningún buen aficionado a la fotografía. El británico Kasterini no solo domina como pocos la técnica del retrato sino que ha sabido captar la personalidad de muchas de las grandes personalidades del siglo XX. Su famoso retrato de Mick Jagger para la revista Radio Times en 1975 supuso su lanzamiento internacional. Desde entonces algunas de las imagenes fijas que tenemos todos de escritores, músicos, actores se deben a su mirada. Kasterirni ha contribuido firmemente a crear nuestro mundo de referencias. Entre mis favoritos están las fotos que mejor captan la forma de ser de personajes como Truffaut, Kubrick, Caine o las obras maestras que suponen las imágenes que tomó de Graham Greene, Norman Mailer o, más recientemente, de Paul Auster.
Repasando esta excepcional muestra, uno constata que nuestra memoria histórica, aquella que nos ayuda a comprender mejor nuestro mundo, se compone, sobre todo, de imágenes que nos construyen las personalidades que lo han protagonizado.
Es una lástima que una Sala como la de San Benito, que puede presumir, por la lista histórica de las exposiciones que ha mostrado, de ser una de las mejores de España, insista en el mismo error al disponer de tal manera las imágenes y la iluminación que al contemplar lo expuesto el espectador se ve reflejado en el cristal a sí mismo, al resto de los visitantes que están cerca y a lo que se cuelga en la pared de enfrente. Si a esto se suma una imperdonable falta de ortografía en uno de los paneles, uno sale de esta exposición con la impresión de que los responsables no terminan de comprender la importancia de que las exposiciones que programan se vean de la mejor manera posible.
11 comentarios:
Alucino que la exposición que debe de ser muy interesante por lo que dices, se vea tan mal y ¡encima! con faltas de ortografía en uno de los paneles... Too much... Besotes fotográficos, M.
La fotografía, realista por su misma esencia depende -como no- de la oportunidad o la intención del disparo.
Un abrazo
No lo conocía, muchas gracias. Te dejo un enlace de otro retratista que probablemente conoces, aunque más bien retrata a los desconocidos, no a personalidades. Ellos también forman parte del mundo, aunque no de su iconografía, es cierto.
Un abrazo
http://www.youtube.com/watch?v=mTZXqsS9sbE
Que pena eu não poder ir ver essa Exposição!
De facto, é lamentável que se não cuide de que não haja reflexos no vidro.
Uma boa semana, querido Pedro
Siempre me interesan los retratistas en fotografía y pintura. Me gusta la habilidad de D.K. para captar el alma humana, especialmente en las fotografías que las seleccionado.
Una pena que la exposición no esté presentada adecuadamente por los motivos que dices.
Besos
Digo: que has seleccionado. Vale
Impacta comprobar como los grandes son capaces de captar esas miradas. Recordaba la foto de Truffaut y he visto hace poco la de Auster. Las otras, ni idea.
Un abrazo
Me gusta la fotografía realista de los grandes autores porque le sacan la psicología al personaje
Cariñoso saludo.
Buenas noches, profesor Ojeda:
Había visto algunos de los retratos pero me había parado en el personaje, sin saber quien era el autor.
Me he acercado "volando por Google" hasta la Sala y he comprobado los reflejos en los cristales de las fotos expuestas, en las once fotografías que aparecen en El Norte de Castilla.
Dejo el enlace que explica el origen del nombre y primer apellido de Dmitri Kasterini.
En el primero de los que usted ha seleccionado, viene una serie de apartados en los que podemos ver que también hacía fotografías maravillosas a gentes desconocidas.
Saludos.
Parece muy interesante, me gustaría verla. Veremos si está para mi próxima visita a Pucela.
Besos.
Interesante exposición. La mirada de una persona sobre otra. Qué aporta, qué recorta. Es inquietante.
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