En estas últimas semanas se pasean por España los miembros de la comisión encargada de evaluar los terrenos que se ofrecen para la instalación del proyecto Eurovegas con el que la empresa norteamericana, Las Vegas Sands, pretende instalar en algún lugar de Europa un gran centro dedicado al ocio en cuyo centro se erigiría un inmenso casino o varios al estilo de la ciudad del estado de Nevada. En los informativos los hemos visto visitar los lugares ofrecidos por las autoridades, en escenas que recuerdan demasiado al viejo NO-DO franquista. Una comitiva variopinta en la que cualquier estudiante de antropología podría distinguir, a primera vista, quién es quién.
España parece el país de Europa que cuenta con las mayores posibilidades para su instalación. Tiene dos factores a su favor: en primer lugar, el clima; en segundo lugar, la actitud de los gobernantes nacionales, regionales y locales, que se muestran tan sumisos a las demandas norteamericanas que parecen haber perdido todo resto de dignidad en este asunto. Incluyendo algún ofrecimiento variopinto, las candidaturas consideradas finalmente son Madrid y Barcelona, que pugnan por ofrecer las mejores condiciones a la empresa norteamericana y plegarse a todas sus condiciones. Así, se les ofrece que los terrenos, en vez de ser comprados al precio de mercado, serían expropiados -por lo tanto, con un precio muy inferior- y recalificados. Además, se les ofrece cambiar la legislación laboral española -que dejaría de aplicarse en el complejo- o la legislación sanitaria que prohibe fumar en espacios públicos permitiendo que Eurovegas se convierta, en España, lo que Las Vegas es en los Estados Unidos.
No me extraña. España cada vez se parece más a los Estados Unidos de Norteamerica: pero solo en una parte de lo que significa aquel gran país, no en todo el mundo de posibilidades y reconocimiento del individuo y su valía o en el sentido de la democracia de base o el control que ejercen los ciudadanos de sus gobernantes más próximos. Me temo que del modelo norteamericano, por estas tierras, solo se ha adquirido la fachada y sin comprobar primero si encaja o no con el edificio preexistente.
El espectáculo de las autoridades españolas es bochornoso. Sé que habrá muchos que piensen que vale todo si el rendimiento es lo prometido: unos cuantos miles de puestos de trabajo y la supuesta dinamización de la economía local. Nunca nos saldría tan caro un puesto de trabajo.
La coyuntura española es propicia para que cualquier empresario exija este tipo de condiciones y las obtenga o para estafas de gran escala y tan burdas que debemos preguntarnos qué tipo de sociedad somos. Es inevitable recordar un clásico del cine español, Bienvenido Mr. Marshall (Luis García Berlanga, 1953), en el que un pequeños pueblo español estaba dispuesto a cambiar de identidad completamente para agradar a los visitantes norteamericanos que decidían la aplicación del Plan Marshall para el desarrollo económico de Europa tras la Segunda Guerra mundial. Dicen que esta crisis económica nos podría devolver a los años sesenta si se cumplen las peores espectativas. Parece que no, que podríamos irnos todavía una década más allá.
18 comentarios:
Lamentable. A mi me parece que no todo vale...pero mi opinión no cuenta, tan solo soy una funcionaria y por ende culpable junto con mis compañeros de esta crisis.
Un abrazo.
que interesante, un centro del ocio en donde las fortunas valen una ficha, un par de dados, una ruleta... acaso la vida no gira igual?
vamos apostando a los sueños, jugando las cartas del destino, sorteando los obstáculos que se nos presentan
besos
Buenas noches, profesor Ojeda:
Es la tomadura de pelo, burla, desvergüenza, falta de respeto a la sociedad que constituimos todos los ciudadanos que no escarmentamos y pagamos -ahora y en un futuro- con nuestros sudores los atropellos de los incompetentes que hacen los grandes negocios y se llevan las migajas que les tiran los que no saben cómo invertir sus billetes...
En fin.
Espero que no llegue a nada el tema. No se lo recomendaría a nadie. Que se nos adelanten, otros países en los que todos sus habitantes tengan un avión a la puerta de su casa para irse a jugar los dineros.
Y muchas gentes, como los que ahora negocian, para que limpien los servicios y recojan la basura que irán dejando a su paso los turistas millonarios jugadores.
Mira que estaba contenta ...
¡También usted!
Saludos.
Y ¡encima! hay que ponerles la cama... Quiero decir que los bancos ¡tienen que poner la mayor parte del dinero! Mientras, no hay para Sanidad ni Educación... Aparte de ser una horterada kitsch que en España no pega ni con cola, a la larga será un fracaso y un nido de gángsters. Besotes anti-casinos faraónicos, M.
Totalmente de acuerdo, contigo y con todos los comentarios. Solo recalcar el bochornoso espectáculo de lameculos de nuestros próceres y próceras políticos deja bien claro lo que son: mano dura y mala vida para el de abajo, lisonjas y apertura anal para el de arriba. Por si a alguien aún le quedaba alguna duda.
Y lo de los puestos de trabajo que se crearán... Otra falsedad convertida en el tópico de este gobierno y sus alrededores, que se pregona a voces siempre que se quiere montar un chiringuito que favorezca a "la familia", y que no crea más que unos pocos puestos de trabajo basura.
Otra humillación más a apuntar a larga lista...
Estoy completamente de acuerdo contigo
Ya no nos queda ni la dignidad. Un espetáculo bocornoso, el que ofrecen ambas comunidades, por la pugna de esta ciudad del vicio. Yo ya me manifesté, referente al nuevo emplazamiento, del corredor mediterráneo, y del proyecto de llevar otra vez el Ave a un punto, podriamso decir (y sin pretender ofender ninguna sensibilidad) a un punto muerto. Osea sin continuidad, y con escaso rendimiento.(Pero esto es harina de otro costal) Pero que les regalaba, el privilegio de las instalaciones de Eurovegas.
Pues pro lo quese va oyendo, me hasalido el tiro por la culata.
Saludos muy cordiales, profesor.
cuando escuché ayer por la radio las palabras de Espe, me quedé helada y pensé eso mismo que dices tú: ¿es que aquí vale todo?
para mí, no vale todo.
biquiños,
El problema es que lo que describes no es el problema, sino los síntomas de una gravísima enfermedad, la corrupción (en su sentido etimológico) de un sistema que nació para liberar al hombre y acabó atrapándolo para ponerlo a su servicio. El trabajo hace tiempo que no dignifica, sino que esclaviza y se ha convertido en instrumento de dominio. No es sólo la economía miserable y la misera del pasado a la que se nos aboca, sino la consolidación de la miseria colectiva, ética y estéticamente, en su indisoluble relación dialéctica. Vivimos en una sociedad fea y putrefacta, condenados a pervivir entre basura, a ser basura, por mor de un sistema que salva a unos pocos y condena a la mayoría. Sólo me queda la esperanza de los poetas. Sólo los poetas pueden encontrar la voz colectiva, que nos concierte en un recorrido en el que todos seamos seres humanos, hombres, iguales, aunque distintos.
Eurovegas, Euro Disney y similares: horripilantes adefesios en forma y contenido que destruyen la particularidad de una Cultura y de un pais tan bello y especial como lo es España.
¡Ojalá que este intento solo quede en agua de borrajas!
Besos
PD- Hace tiempo que vi esta película de Berlanga, con toda su crítica satirisada.Y sobre lo del retroceso que señalas: ¡Vade retro!.
¡Hasta quieren cambiar la prohibicón de fumar! Tremenda falta de dignidad, este país está en manos de unos imbécilespretenciososdesvergonzados.
Besos, me gustó mucho el blog de tu amigo, el relato, las fotos.
Volvemos a aquello: "americanos, os recibimos con alegría, viva el tronío, olé los pueblos con poderío..."
Bochornoso
Ya nos han traído de todo... desde comida basura hasta el marketing de empresas, Eurodisney, Haloween,etc.
Las Vegas?
Y cualquier día Guantánamo.
Esto es tierra de nadie.
Y será esto lo que cree puestos de trabajo??
Ya...
Me enciendo... disculpa.
Besos, Pedro.
Siempre temí la llegada de uno nuevo, pero real. Demasiado real.
Un abrazo
Hay que ver hasta dónde están dispuestos a bajarse los pantalones estos mandatarios. Son capaces de cambiar las leyes con tal de conseguir el visto bueno de los americanos, como si fueran dioses a los que adorar. Están perdiendo la poca dignidad que les quedaba si es que les quedaba algo, que ya lo dudo.
Un beso, Pedro.
Mantengo encendidos algunos cirios para que, como en la película de Berlanga el tema pase de largo.
El ridículo ya no tiene solución
Pedro, me ha gustado mucho tu post y esa relación que haces en la que, desgraciadamente, veo lo mismo.
A mí me asusta un poco lo que veo en películas USA sobre todo lo que hay alrededor de Las Vegas.
El locutor de una emisora de tv (Intereconomía) dijo que todavía (se lo oí decir el sábado pasado) no se conocían las condiciones del inversor (bueno, inversor en un tercio como mucho) y no es así. Algo se conoce, como tú nos has recordado (limitaciones legislativas). Luego por qué un periodista dice que no se sabe nada aún. Qué decepción de periodismo.
Publicar un comentario