viernes, 22 de junio de 2012

Desagregación social


Una de las consecuencias de estos tiempos de crisis es la desagregación social. Todo el mundo piensa que a él no le ocurrirá nada o, si le ocurre, pide que se corrija todo afectando a otros más que a él. Comienza con las grandes regiones: los europeos del norte piensan que los europeos del sur viven a su costa; los españoles piensan que a ellos no les ocurrirá lo que a los irlandeses, portugueses o griegos. Después, baja un grado el listón: los catalanes piensan que los andaluces viven de las subvenciones que se obtienen gracias a ellos; los de las grandes ciudades opinan que son los de las pequeñas ciudades los que no producen lo suficiente. Inmediatamente entran en conflicto los grupos sociales: los empresarios piensan que son los trabajadores los que no les comprenden; los trabajadores son de la opinión de que los empresarios quieren explotarlos y aprovecharse de la crisis para obtener condiciones ventajosas; los propietarios de los pequeños locales comerciales acusan a las grandes superficies; los trabajadores de un sector subvencionado piden que a ellos no se les quite la subvención aunque sea a costa de que a otros sí les suprima; todos acusan a los funcionarios públicos y piden que sean inmolados en la plaza pública por vagos y mantenidos; todos miran mal al inmigrante y le acusan de aprovecharse de los recursos escasos que van quedando.

Hay un momento, en todas las situaciones convulsas, en que la ola llega a nuestra puerta: se ahogaron ya los de los barrios bajos y el agua comienza a lamer las paredes de nuestra casa. En ese momento no podemos reclamar solidaridad porque no la dimos antes y porque contribuimos a destruir la credibilidad de todo aquello que establecía una red social en la que hubiéramos podido ampararnos. Ya no existirá ni un sistema parlamentario creíble, ni unos líderes políticos que susciten confianza, ni partidos políticos sin el virus del populismo o la corrupción, ni unos sindicatos fuertes que establezcan líneas rojas de protección social universal. Ni siquiera el vecino podrá ayudarnos porque nosotros no lo ayudamos en su día a no ser que lo consideráramos un igual en el problema.

Una de las evidencias de que vamos perdiendo terreno en esta crisis es la destrucción de un cuerpo de pensamiento social que vaya más allá de nuestros propios intereses. Y una de las evidencias que aparecerán primero cuando comencemos, como sociedad, a presionar para salir de ella es que se reconstruye el pensamiento colectivo. Estamos lejos aun. Por ahora, esto es un erial en el que luchamos por el pozo de agua.

34 comentarios:

El cuaderno de la mesa camilla dijo...

Cuando se produce una sepsis todos los órganos del ser vivo fallan. Se produce el deceso pero no por el fallo de cada órgano, sino porque la sepsis ha acabado con todos y cada uno de ellos. Estamos ante una sepsis general de la sociedad capitalista.

Señor De la Vega dijo...

Mi querido Señor Ojeda,

Soy consciente que Usted presiente lo que igualmente me embarga, donde ola es solo un eufemismo de lo que sucederá en un futuro inmediato, inflexión y punto sin retorno a un escenario bien distinto en todo.

Por suerte en esa desagregación en marcha, se tejieron redes sociales (nunca antes conocidas en la historia y que saltaron de lo virtual y viceversa)...

La Acequia es un hilo en esa red tejida frente a un escenario aciago, cada uno de nosotras, las personas que hemos ayudado a tejerlo, al hacerlo nos hemos reforzado para bien...

La inteligencia colectiva existe, y lo hermoso no morirá nunca, e igualmente nacerá irremediablemente lo bello del estiércol... pero esa es otra historia; de momento mis músculos se tensan y tomo aire, mientras la mar se retira cada día un poco más, anticipando un hecho irremediable.

Suyo, Z+-----

lichazul dijo...

eso pasa siempre, cada quien se preocupa de su ombligo, de su cercado y de su alacena, poco y nada le importa el del lado, somos unos gusanos mirando el pavimento
y muchos se cuelgan del oportuno tren que los eleva a cabeza de ratón

besos Pedro, hoy la tristeza me arrima a la pared

ibso dijo...

Muchos años han pasado donde cualquier referencia medianamente creíble nos hablaba de un ser humano individual y, en cierto modo, solitario, donde cada esfuerzo, cada logro, cada gota de sudor iba encaminada a la prosperidad personal por encima de la colectiva.
Poco a poco nos estamos dando cuenta de lo errado de este planteamiento. Los científicos, los religiosos, los filósofos, los políticos o los economistas empiezan a redescubrir los eternos lazos que nos unen a todos, que une a TODO.
Nunca he temido una crisis, de hecho creo que siempre estamos en crisis; entendida en su aspecto global, la crisis es la mecha que hace estallar los cambios.
Un abrazo profesor
ibso

Merche Pallarés dijo...

Interesante análisis sobre la desagregación social. En parte es cierto lo que dices, pero existen muchos colectivos sociales (15M, ATTAC etc.) que tratan de cambiar las tornas antes de que "el agua comienze a lamer las paredes de nuestra casa". Hagámosles caso. Besotes agregados, M.

sociedaddediletantes.blogspot.com.es dijo...

Quizá esos que solo miran por lo suyo sean esos votantes del PP tan ocultos y tan "mayoritarios". Ocultos porque ahora nadie dice que les votó.

Pienso como M. Pallarés, que la socidad sí se está moviendo. En mi barrio los prejubilados de la banca son los más indignados, por ejemplo (jeje).
Y siguiendo el hilo de lo comentado por Juan Navarro, lo que ahora se consiga mover, limpiará todo el barrizal de partitocracia clientelista y corrupta, y corrupción social general, que hemos estado viviendo desde hace ya 30 años.
Amén

javiermartinezgracia@gmail.com dijo...

“El yo no adquiere un perfil genuino sin un tú que lo limite y un nosotros que le sirva de fondo” (Ortega). Creo que vivimos extraviados, a falta de ese "nosotros" que, en su más evidente configuración, tenemos delante de nuestras narices, pero del que sentimos vergüenza... salvo cuando juega la selección "mmm" de fútbol.

Abejita de la Vega dijo...

Todos necesitamos de todos.
"Vinieron a por los judíos pero yo no era judío, etc, etc"

Natàlia Tàrraco dijo...

Un egocentrismo que escuece en los ojos de tanto mirarnos el ombligo.

Myriam dijo...

Haces muy bien en arrojar luz sobre este aspecto de la desagregación social, porque el primer paso para el cambio es la toma de conciencia, el darse cuenta.

Me gustó saber que en Valladolid se manifestaron cerca de un centenar de personas contar un desahucio de un matrimonio que avaló a su hija,por ejemplo.

Besos

Montserrat Sala dijo...

A mi me parece querido prefesor,que es cierto todo lo que expones, pero muchas cosas, ahn sido siempre así, solo que no nos dábamso cuenta. mi madre decia simpre: Cuando no a hay harina, todo es mohina. Cierto és.

Mi mejores deseos para el fin de semana.

Francisco O. Campillo dijo...

Comparto tu análisis. Yo soy de los que piensan que la terrible situación económica que padecemos es un síntoma, pero no la enfermedad. Porque la verdadera enfermedad es muchísimo más grave: hemos perdido el norte. Y es cierto lo que apuntas, cada uno va a a lo suyo y le importa un bledo lo que le ocurra al otro. Así nos va... y lo que te rondaré morena.

antonio aguilera dijo...

Le echamos la culpa a los demás de nuestras desgracias, y la verdad es que la mayor parte de culpa es nuestra por haber estado durante demasiado tiempo en "la higuera comiendo higos con los pastores". Ahora nos quejamos, pero no nos unimos para salir de ésta, cada colectivo hace la guerra por su cuenta: los mineros por su lado; los de la Educación por otro; los
de Sanidad por otro; los afectados por las estafas de la banaca por otro....Somo tremendamente insolidarios y egoistas. El poder instauró en individualismo y bien que lo ha conseguido. Lo de "divide y vencerás" está más vigente que nunca. ¿Pero cuándo vamos a despertar del sueño de los IDIOTAS??

Pluvisca dijo...

Chapeau Pedro!!! Asi es la cruda realidad actual...y no valen excusas ni autoengaños...

Besos

Merche Pallarés dijo...

Como dice ANTONIO AGUILERA estamos desperdigados pero ¿¿os imaginais la fuerza que tendríamos todos juntos: mineros, maestros, médicos, jubilados, etc.?? Eso es lo que tenemos que lograr ¡la unión! y también deslavar el cerebro de los policias/perros guardianes de la minoría de los poderosos. Hay que lograr que se ¡unan a nosotros porque también son pueblo, recórcholis!

José Núñez de Cela dijo...

Vuelve a venir a cuento el poema de Bertold Bretch. Llegado el caso, todos renegaremos de lo que pensamos, de lo que queremos y de lo que somos. QUE NO LLEGUE A PASAR!

Paco Cuesta dijo...

Estábamos muy contentos en nuestro mundo de taberna y chirigota

lichazul dijo...

pasa un hermoso WE TRUPANTU (AÑO NUEVO ORIGINARIO) o el adaptado occidental llamado Noche de San Juan

besitos

Gelu dijo...

Buenas tardes, profesor Ojeda:
Han conseguido meternos en las cabezas huecas y timoratas la idea de que estamos solos, que no merece la pena luchar, ...pero ¡bueno! ¡con tantos como somos!.
Me quedo con las palabras de Antonio Aguilera.

¿Pero cuándo vamos a despertar del sueño de los IDIOTAS??
No nos fiamos de los políticos charlatanes mentirosos.
Necesitamos personas honradas en la política.
No nos fiamos de los administradores.
No nos fiamos de nadie.
No nos fiamos.
Y tenemos motivos.
Pero podemos remontar.
Y exigir que nos pasen cuentas.
Y eliminar la corrupción, que vemos.
Y no permitir despilfarros con dineros de todos.
Y reconocer que habíamos vivido por encima de lo que podíamos.
Y ser conscientes de que somos más afortunados que muchos hermanos del mundo.

Abrazos.

Jorge Godoy dijo...

bueno, te cuento, porque aca en la argentina la hemos pasado, y bastante feo, lo que se hizo, fue que se cambio de gobierno, aca lo hicieron, pasaron varios en una sola semana, y despues como ya no quedaba nadie, se le ofrecio el cargo a otro mas bueno, o malo, segun el gusto de cada uno, pero ya se agotaban, la gente se tuvo que conformar y resignados, cansados, ya, de que no habia otra solucion, tuvimos que tirar para adelante, comprendes lo que digo. El problema es que hasta que no pase el malestar no habra solucion, ya veraz que con el tiempo las cosas seguiran su curso, te mando un abrazo

Asun dijo...

Yo creo que lo que sí nos va quedando claro es que ninguno estamos a salvo. Vamos viendo cómo de día en día se va viendo afectada más gente de todos los ámbitos. Sólo ya esto debería servirnos de estímulo para ponernos las pilas y unirnos todos.

Besos

pancho dijo...

En tiempos oscuros abundan los cenizos y los falsos profetas que se les va la vida en atacar y destruir los pilares que armaron la convivencia y paz social que permite soportarnos unos a otros. Estamos acostumbrados como nadie a perder imperios y a lamernos las heridas en solitario, pero no acabamos de aprender que cuesta décadas y generaciones recomponer lo que se destruye en una mala noche de ocurrencias. Más que nunca se hace necesario el diálogo entre las gentes que tienen la responsabilidad para encontrar espacios de consenso que haga avanzar las políticas en "tiempos de mudanza".

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Sublime como siempre, Pedro.
Siempre he pensado eso pero no supe escribirle. Leerte es muchas veces como si interpretaras mis pensamientos.

Un abrazo.

LA ZARZAMORA dijo...

No sé.
Creo hoy más que nunca nos enfrentamos a un pensamiento de masas. A una conciencia colectiva e incluso colectivizada.

El problema es quien está reconstruyendo ese pensamiento "nuevo" e imponiéndolo de forma individual.
Cada vez más, por paradójico que resulte, la individualización, acentuada por los aportes tecnológicos, si bien nos hace más comunicativos ha roto el desencadenante humano anterior.

Aislados, y absorbiendo una información, a destajo, despojada de análisis, ese cuerpo anda como en rebelión instantánea, y anestesiado al mismo tiempo.

Y mientras tanto la máquina de la desagregación va haciendo el resto.

Un beso, Pedro.

Luis Antonio dijo...

Es cierto todo lo que has expuesto, pero la crisis actual también está despertando sensibilidades sociales muy positivas que se hallaban en estado de hibernación...

Edurne dijo...

Ahí estamos!
Tu exposición y los 24 comentarios que me preceden, resumís a las mil maravillas la situación actual y los pensamientos colectivos.
Qué más puedo añadir?
Unirme a la mayoría, porque mi casa también está expuesta a esas olas...

Un abrazo!
;)

virgi dijo...

Después de tu clarividencia y el primer comentario, poco más:
abrazarnos para repartirnos la poca energía que nos va quedando.

Unknown dijo...

Una buena reflexión. Un abrazo.

matrioska_verde dijo...

El sábado fui a ver "Las nieves del Kilimanjaro", ya le tenía muchas ganas pero al leer la crítica que hiciste, todavía le tenía más. Fíjate, aquí todavía la estrenaron la semana pasada y en el cine pequeñito cutre que todavía pasa películas interesantes.

Si tuviésemos todos la mitad de sentido común y mostráramos la mitad de solidaridad que ellos, el mundo sería muchísimo mejor.

Me encantó el enfrentamiento final entre los padres y los hijos, cómo los hijos que lo habían tenido todo se creían con derecho a criticar y censurar a los padres que siempre se habían sacrificado por ellos.

Es una película muy humana y de una grandeza poco vista. Yo creo en esas personas y con ellas me comparo, para intentar ser cada día un poquito mejor. Sé que todavía no les llego a la suela de los zapatos pero he aprendido a ponerme en la piel de los demás y ya ha sido un gran paso.

Creo que esa ola de la que hablas está haciendo estragos pero hay que pensar en que cuando la ola llegue a la orilla iniciará su regreso hacia atrás, al mar, otra vez.

Y mientras, una tabla de surf, un madero, un barco... lo que sea para aguantar la embestida.

biquiños.

dafd dijo...

Es como una huida de cada uno por su lado. Cuando cada corpúsculo de un sólido sale disparado cada uno en una dirección, se dice que la bomba ha explotado, y ¿qué queda de ella?

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Es cierto, la destrucción de la conciencia de pertenencia social es lo primero que se pierde cunado prima la filosofía del "sálvese quien pueda". De ahí que ciertos movimientos colectivos que apunten a reivindicar los valores solidarios y participativos serán indispensables para remontar el hundimiento social en las épocas de crisis.

Un abrazo.

Campurriana dijo...

"Una de las evidencias de que vamos perdiendo terreno en esta crisis es la destrucción de un cuerpo de pensamiento social que vaya más allá de nuestros propios intereses"

Me quedo con esta frase. Creo que has dado en el clavo.

Juan Luis Garcia dijo...

Qué gran reflexión. El "todos contra todos" nos hundirá aún más y más rápido.

Estrella dijo...

Ir a una reunión de vecinos de un barrio obrero, masificado y con gran cantidad de inmigrantes, en la periferia de una gran ciudad, es la mejor muestra de que no vamos a salir de esta jamás. No por nosotros mismos, al menos. Y si no somos nosotros ¿a quién le va a interesar sacarnos si no es para utilizarnos en su beneficio?

Nunca como ahí, en esas reuniones he visto más cerrazón, ignorancia, odio al diferente o insolidaridad.

No tengo ninguna fe en nosotros mismo, ni como ciudadanos ni como personas. Y es muy desolador.