Hoy el día venía torcido y felón. Lo noté nada más salir de casa y percibir el mal gesto de las esquinas y los portales. Como si en cada uno de ellos se escondiera un político con una consigna o un neoliberal que se olvida de sus principios para pedir la nacionalización de la banca que ellos mismos quebraron. Hoy el día venía torcido y felón, con fealdad de malo de película antigua y mirada esquiva. Pero vino un café amigo en el que decidí que el cielo se nos caía encima pero a nosotros qué más nos daba. Hice la compra y preparé, con lentitud de antes, una fideuá de marisco para comer con mi hija con secreto de sofrito y azafrán. Reí con ella. Ahora el día se termina y fuera sigue torcido y felón y anuda fealdad con el de mañana porque conspiran contra nosotros, pero he decidido que mañana será otro día.
25 comentarios:
Destellos de vida que nos sacan de las cenizas y vino peleón que quita los demonios del vicio.
Los días torcidos y felones se rinden a quienes les plantáis cara ;-)
Hay que tener una asentada y rica vida interior para resistir tan horribles embates cada día.
Esto, esto mismo pienso yo, profesor.
Mejor cerrar los ojos, sellar los labios, y congelar teclados, plumas y demás útiles que puedan servir para denunciar cosas que no nos han gustado, cosas que nos han enojado y hasta sonrojado.
No quiero seguir... feliç fin de semana!
esos días así es mejor despacharlos de una, y quedarse con lo verdaderamente significativo, la compañía de quien es la luz de tus ojos y las risas que nunca fallan y dejan abrigadito al corazón
besos
Sí... mejor que mañana sea otro día...
Un beso.
Buenas noches, profesor Ojeda:
Siempre han conspirado. Es lo suyo.
Nos queda el disfrutar de las cosas sencillas, tener la conciencia tranquila, trabajar en nuestros pequeños círculos por hacer la vida mejor, y soñar con una revolución que logre hacer desaparecer para siempre los días torcidos y felones. La música de fondo no puede ser otra
Abrazos.
Demasiados días son los que amanecen torcidos en los últimos tiempos, pero no debemos dejar que avinagren el deseo de ver amanecer otros de mejor color. Reír, compartir, dar, son una buena receta para enderezarlos.
Besos, Pedro. Buen fin de semana.
Ya amenazaron estos neopolíticos con las nuevas propuestas de los viernes, para amargar los fines de semana...y van cumpliendo sus amenazas. No son los días felones sino aquellos que traicionan a su pueblo. Los días siguen siendo de primavera, hermosos días de mayo para pensar en otras cosas.
Pero puede suceder que hoy también sea torcido y felón. No hay más que leer los diarios.
saludos
Viernes torcidos, felones y neoliberales.
Nos refugiamos en casa,con los nuestros. Dicen que siempre que ha llovido, ha escampado. ¿Cuándo escampará?
Besos
¡Cuántas pequeñas cosas dentro de los días crudos!
Buen plan, Pedro.
Creo que hemos de ser nosotros los que cambiemos la realidad que cada día leemos en la prensa, cambiarla en nuestro foro interior, lo otro no es posible. No podemos hacer nada respecto a los 23500 millones que el gobierno habrá de meter en Bankia, dinero nuestro, claro, sin que haya ninguna responsabilidad de nadie; no podemos hacer nada respecto a la sinvergonzonería de Carlos Dívar y sus viajes a Marbella, nada frente a las aulas masificadas y sin recursos, nada frente a los cierres de quirófanos y plantas hospitalarias… Habremos de ser capaces, si podemos, de vivir en una realidad paralela, ajena a todo esto que nos aflige. Y sí, mañana será otro día.
El milagro de las cosas sencillas como esa fideuá de marisco con tu hija o el café con amigos, son reconstituyentes naturales para torceduras (y hasta felonías), que nos dan energía para despertarnos un día más. Por algo los pinguinos se pegan unos a otros para aguantar el invierno polar.
Besos
(me encantan los mariscos, solos, acompañados, con arroz, con fideos, con café o whisky, como vengan)
Gracias a la ternura que cada día encontramos en las esquinas, soportamos la vida.
Besos, Pedro.
Hay dias que es mejor utilizar nuestros propios pinceles para darles color... esto es la vida. Buen fin de semana amigo Pedro. Un beso
Eso es la vida, llena de buenos y malos momentos. Gracias a esos buenos se hace soportable e incluso en momentos feliz. Besos Isabel
Cuando pase el tiempo, recordarás las fideuás con tu hija y los cafés con tus amigos mucho más que esos días torcidos de mayo de 2012. Cuando quiero ser un poco optimista pienso en ese hermoso poema de Jorge Guillén que se titula "Guirlanda civil", cuyo final, con tu permiso, reproduzco aquí.
Pero entre tantas muertes y catástrofes
algo subsiste sin cesar feroz,
el más feroz de todos los poderes:
vida, vida sin fin.
Y poco a poco,
y sin cesar, inexorablemente
se reanudan las formas cotidianas,
se inventan soluciones.
La vida es implacable.
"La vida es implacable", dice Guillén. El problema es que, a veces, no sabemos con quién. Un saludo.
Me alegra que a pesar de ese día tan torcido y felón, encontrases esos momentos de alegría que podemos disrutar junto a nuestros seres queridos, que son los más importantes y que nadie, por mucho que se empeñen nos van a quitar, porque además no suelen costar nada de dinero, que es lo que a los neoliberales más les importa.
Realmente la foto es fea y felona, pero no por eso menos real.
Un abrazo
Luz
me encanta cuando aderezas tus escritos con ese sofrito personal.
biquiños,
reir con nuestros hijos es una de las buenas cosas de la vida.
Últimamente son muchos los días que vienen de esa guisa.
Si queremos que no se nos atraganten no nos queda otra que estar atentos a esos pequeños grandes detalles que pueden hacer que el color cambie. Tú ayer supiste verlos. Me alegro de que disfrutaras el día.
Un beso.
Torcido, felón, truán y malandrín, siii, pero donde esté una fideuá con secreto de sofrito y compartida con hija, se rectifica cualquier entuerto, se borra el entorno y hoy es otro día ¿qué toca de menú?
Besito.
¿Será que algo tiene que ir mal, para apreciar mejor lo que va bien?
Saludos
Pues le venciste, querido Pedro, por recurrir a los pequeños placeres de nuestra cotidianidad. No olvides de todas formas encender mañana las bujías de la utopía aunque nos dure poco su luz.
Un abrazo.
En fin, aplastante el argumento en favor de que siempre amanece.
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