¿Cuántas personas fuera del sistema puede soportar el sistema dentro de él o en la tierra de nadie antes de cambiar de nombre?
¿Cuál es el porcentaje que mide la tensión que aun no romperá la goma y quién es el que lo decide?
¿Cuántas vallas fronterizas dentro de las vallas fronterizas cabe levantar?
¿Por qué se decidió que no se podía extender más el estado de bienestar alcanzado en Europa fuera del continente y se comenzó a retraer también dentro de ella?
¿Cuándo ocurre que los que pueden vivir sin temor a que una enfermedad o un accidente de los muchos que tienen lugar en la vida les eche fuera de la seguridad son tan pequeña minoría que la ficción queda revelada?
¿Qué sucede cuando los que nacen fuera de la seguridad no tienen ni siquiera la esperanza de conseguirla?
¿Qué sucede cuando los que nacen fuera de la seguridad no tienen ni siquiera la esperanza de conseguirla?
¿De verdad llegará un momento en el que no se podrá rescatar con los votos lo que se entregó con los votos?
¿Qué sucederá cuando aquellos que hayan trabajado honradamente toda una vida lleguen a la vejez sin pensión suficiente para tomarse un café en el bar y leer el periódico?
¿Deberemos volver a recuperar los antiguos nombres castellanos que aun vemos grabados en los edificios que fueron sede de sus instituciones hasta hace menos de lo que parece y que abandonamos cuando fuimos ricos: casa de beneficencia, asilo, auxilio social, comedor social, hospicio?
¿Qué día sucede que nos levantamos y el descrédito del parlamentarismo ha dado paso al populismo o al autoritarismo?
¿Qué hora exacta marca el reloj cuando la mayoría de la gente decide tirar por la calle del medio?
¿Qué minuto concreto uno se ha dado cuenta de que ha dejado de ser ciudadano para ser súbdito y qué Pasaporte se saca entonces?
¿Cuándo todos los refugios han sido violentados y solo queda la intemperie?
¿Qué ocurrirá cuando haya tanta gente a la intemperie que no dé abasto la caridad?
22 comentarios:
Hace un tiempo, un año, unos meses, unas semanas, incluso, podía tener una respuesta a tus preguntas. Podría decirte: el muchacho tunecino que con su imolación provocó la primavera del norte de África. Pero aquella primavera se convirtió en invierno. O podría decirte: el jubilado que se suicidó ante al parlamento griego. Pero este suicidio no ha merecido reacción alguna, salvo una pocas palabras. O podría decirte: el 15M, pero estamos a punto de llegar a un nuevo 15M y el 15M hiberna o ha sido vaciado. Es decir, tal vez no haya respuestas. O tal vez haya una respuesta terrible y sea "miedo". Miedo a ser libres, a convertirnos en protagonistas de nuestro destino, a poner en marcha nuestra utopía. Erich Fromm escribió El miedo a la libertad en 1941. ¿Qué ha cambiado? Leerlo hoy es reconocer los mecanismos con los que nos movemos. Me pregunto, y añado una pregunta así a tus preguntas, si esto que estamos viviendo no será ya el fascismo que hemos combatido, si Hitler, Mussolini y Franco no serán Merkel, Sarkozy y Rajoy, o no serán sino los títeres, las estaciones de paso, del auténtico fascismo que aceptaremos mañana, con elecciones o sin elecciones. El fascismo aparece cuando uno no es capaz de diseñar su propio proyecto. El fascismo es un proyecto. Y los mercados estarían encantados con ese proyecto, como lo estuvieron en su día los empresarios con el nazismo.
Escalofríos me dan, cada día más intensos, como si un invierno fatídico estuviera penetrando irremisiblemente por las rendijas de nuestras ventanas, congelando todo cuanto pequeño o grande, valioso o sin valor alguno, poseemos. No hay fuego ni manta que dé calor o nos abrigue, ni rincón en el que refugiarse, ni alimento que no tenga el color de la intemperie. Esto que nos gobierna, si es que de Gobierno podemos hablar, resopla cada viernes como un Eolo enfurecido contra sus hijos con la única intención de borrarlos del Olimpo. Nos están excluyendo de todo, hasta de nosotros mismos. Y siendo tan poderosos como somos, siendo tantos y tan grandes, estamos dejándonos llevar por las voces altisonantes, por los mensajes falsos, por los gritos de guerra de quienes tienen voz gracias a nosotros. Esto es, sí, una guerra del terror contra la libertad. O sacamos las armas y combatimos o nos harán sus esclavos. Cuanto más tardemos más pequeño se hará el campo de batalla. La tiranía está a las puertas, las elites del poder encabezan la tropa mientras los reyes de coronas brillantes observan en la retaguardia, exhibiendo cada día una nueva arma más sofisticada. No pasarán, no pueden pasar. El fascismo latente no puede despertar de nuevo. Siento un gran dolor.
La verdad es que da miedo sólo pensarlo, Pedro. La cuerda está ya demasiado tensa. Se siente en la calle, se respira en las conversaciones "sin importancia", se huele en los puestos de trabajo cada vez más inestables.
Da miedo.
Son las preguntas de estos tiempos.
Parece que la "vieja Europa" se encamina al desfiladero.
Y como siempre, como ocurrió al sur del sur americano, la pagan los que menos tienen...
Un abrazo y ánimo, Pedro.
Antón.
volveremos a la raíz como tantas veces hemos vuelto...
besos
Creo que ninguna de esas preguntas tienen respuesta -al menos satisfactoria- dentro de este modelo neoliberal. Además, para que este modelo funcione, necesariamente debe haber una gran mayoría con carencias que aporte para que la minoría privilegiada siga acumulando. De eso se trata.
Un abrazo.
Muy buenos los comentarios de JUAN NAVARRO e ISABEL HUETE. Éstos del PP se han quitado la careta. Más extrema derecha no podrían ser y no se quedarán contentos hasta que el resto no nos arrodillemos y digamos amén. Tenemos que evitarlo. Besotes luchadores, M.
Lo perdido...perdido...Habrá que volver a empezar sin nada...la lucha por recuperar las pavesas del incendio es absurda...nada será como antes ... ni en lo bueno ni en lo malo...Ni se puede ni se quiere...los tiempos cambian y nosotros debemos de cambiar con los tiempos...pero aprendiendo la lección.
Que buenas preguntas las que planteas,muchas veces el hecho de pensar en las respuestas nos causan temor y tratamos de evadirlas,lo que hay que ponerse a pensar que esto puede ser una realidad inminente y no futuristica y hay que estar preparados para ello.Optimo post.Teresa
Son preguntas que nadie sabe o quiere responder. Cuando nos logren callar, entonces querrán hacernos invisibles.
Querido Pedro, me guataría tener alguna respuesta, a una sola de tus pregustas pero para poder confortarte, confrtarnos. Pero no las tengo
Quizá cuando el mundo vuelva a estar dirigido por los poetas.
saludos
¡Buf! Qué cantidad de prguntas que con solo leerlas y pensarlas un poco, hacen daño dentro porque son certeras y premonitorias del camino que estamos tomando.
¿Qué gobierno tenemos que nos está llevando a este abismo? ¿ Cómo debemos evitar este futuro panorama?
Sólo se me ocura de una forma. Primero siendo conscientes de que tenemos un gran problema, después, que a pesar de nuestro miedo lo queremos superar y no nos importa enfrentarnos y luchar con todas nuestras fuerzas y nuestras armas que es la unión, la desobodiencia y la muestra en la calle de nuestro poder.
Un abrazo
Luz
Me escalofría leerte y no tener ni una respuesta. ¡Cuánta ingenuidad pensando que habíamos progresado! Veo a los niños de hoy me entristece su futuro. Veo a los ancianos y me entristece su presente. Me veo a mí misma en el pasado y me entristezco sintiéndome tan ajena a lo que se avecinaba.
A mi suegra le molestan las preguntas, es arisca y con buenos tintes de imbecilidad. Lo bueno que tiene es que es no se ha dedicado ni a la politica ni a la banca...
No sé si habrá alguien que tenga la respuesta a todas estas preguntas, desde luego yo no. No son preguntas de fácil respuesta.
La Europa del bienestar se ha hecho insostenible. No hay que ser economista para darse cuenta de que la factura de la Seguridad Social es inasumible, que vivimos más, que hemos hecho gratuitos multitud de servicios, que los impuestos no llegan a pagar buena parte de nuestro bienestar… Todo se mantuvo durante la burbuja que parecía multiplicar los ingresos por mor del crecimiento. Ahora somos prescindibles. Ni producimos suficientemente, ni lo producimos barato, ni de buena calidad… Nuestra sociedad ha llegado al límite de sus posibilidades. No sé qué tipo de políticas se podrían implementar para hacer que lo que es negro se convirtiera en blanco. No sé si la política de austeridad tiene alternativas. No lo sé, sencillamente, no lo sé. Paul Krugman parece que sostiene que sí. El caso es que la política de adelgazamiento nos lleva al abismo y a la desprotección social salvo para el que se lo pueda pagar.
No sé si hay una salida progresista a la izquierda en un marco económico y social como el nuestro. No basta con encarcelar a los banqueros, derribar la monarquía y perseguir a los especuladores.
No, el mundo se halla en una encrucijada terrible y no nos damos cuenta. Solo el crecimiento supone la posibilidad de salir de la crisis, sin crecimiento no hay servicios ni política social adecuada, si nos contraemos, perdemos dichas políticas. Si nos expansionamos, seguimos viviendo del crédito que ha llegado a su fin.
Por otro lado, una perspectiva de crecimiento tal como la entendemos, pone al planeta contra las cuerdas y lo lleva al shock ecológico.
Hay que crecer para pagar políticas sociales, pero si creciéramos sería a costa del planeta.
Mal.
Me aterrorizan las respuestas que puedan darse a todos esos interrogantes...
Todas preguntas que mueven a la acción.
Una Sociedad carente de valores que promuevan el Bien Social, está condenada a su extinción.
Besos
No es posible, no es posible que yo vaya a vivir en un país que deje sin asistencia médica a miles de personas.
Esos hierbajos tan resecos me inquietan. Todas las preguntas dan en el clavo.
Besos
Tal vez no queramos -o sepamos- dirigir los votos en la dirección adecuada. Tal vez sintamos vergüenza de los nombres de nuestros abuelos.
nos hemos acomadado... tanto, que siento miedo.
tu última pregunta es la peor... no quiero ni pensarlo.
biquiños,
Hola pedro no quería dejar de comentar esta entrada, pues muchas de esas preguntas retóricas —o no— no son sino síntoma de un malestar social que en nada tiene visos de mejorar, al menos a medio plazo.
Y yo me pregunto ¿cuánto más podremos así? ¿Y cuánto más tenemos que seguir viendo cerrar pequeños negocios, y pequeños ahorros por una situación que en nada —vuelvo a repetir— tiene visos de mejorar?, dices ¿Qué ocurrirá cuando haya tanta gente a la intemperie que no dé abasto la caridad?"
Pues la respuesta la tenemos tirando del manual de Historia.
Saludos.
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