Uno de los problemas que tienen los gobernantes actuales es la publicidad de sus comportamientos personales. Cuando no existe la información, predomina la propaganda: todos los gobernantes del pasado han usado el perverso juego de crear una imagen de sí mismos que casi nunca correspondía a la realidad. Dictadores que se enriquecían en el gobierno dotaban a sus gestos la falsa apariencia de la bondad y entrega a sus pueblos, con los que practicaban la caridad en el reparto de las migajas; otros que apenas trabajaban por el bien común propagaban a los cuatro vientos la imagen de la luz del despacho siempre encendida y visible desde la calle. Los ha habido que cuidaban una imagen pública de moralidad y severidad mientras en su vida privada eran todo lo contrario; quienes en sus discursos insistían en la rectitud mientras caían en el nepotismo y la corrupción. La información siempre es uno de los barómetros más importantes de la democracia. Es un derecho del ciudadano, que debe sospechar de aquellos que no practican la saludable costumbre de la trasparencia.
Los gobernantes, incluso aquellos que más han deseado pasar a la historia como líderes ejemplares de sus naciones, vistos de cerca son tan humanos como el resto de los mortales. Precisamente, vistos de cerca resaltan en ellos los comportamientos más cutres del ser humano por su afán de grandilocuencia, aquellos que más hipócritas nos los presentan a los gobernados. Suele ocurrir que los que se nos muestran en pose de estatua son aquellos que más han metido la mano en la caja común y que más han dictado leyes en beneficio propio o de los intereses que les sostienen en el poder o que con mano más despiadada han firmado condenas de muerte. Basta con que pensemos que el rey está desnudo. Porque lo está. Pero para ello debemos aprender a distinguir entre la propaganda los hilos de la verdadera información y apostar por los medios de comunicación que nos los hacen llegar. De ahí la relevancia del ejercicio del periodismo en el mundo actual y de que los que los consumen lo hagan de forma crítica, como verdaderos ciudadanos y no como súbditos.
29 comentarios:
Lo que yo no entiendo es para qué tiene que haber tantos gobernantes. Con la mitad que hubiera para mandarnos ya íbamos bien servidos.
Pero se pagan entre informadores e informandos para dar a cada momento lo que les conviene a ambos "gremios" según el momento y la ocasión.
El desprestigio humano es tal que no entiende de jerarquías y ataca a todos los ámbitos de la sociedad.
un abrazo
El presidente del gobierno es un inepto. Los son sus ministros. Es un grupo de incapaces el principal partido de la oposición. Están próximos a la inutilidad los señores de IU, de UPyD. Algunos, como el señor de CiU tienen pinta de dependientes de El Corte Inglés y probablemente no sirvan para otra cosa. Por las comunidades se afanan es esconder bajo la alfombra a todos sus chorizos, que son tantos que no hay alfombra que los cubra. En fin, que vivimos la revolución de los cretinos, y no precisamente en sentido etimológico.
Los gobernantes deberían pasar las pruebas de la ISO 9000. Y la de un millón también.
Meritocracia, transparencia y honestidad es lo que todos los ciudadanos de totos los paises del Mundo necesitamos.
Besos
Y por su puesto, totalmente de acuerdo: Medios de Comunicación que informen y no que se dediquen al cotilleo y a incentivar el morbo y menos, que sean un instrumento de propaganda de gobiernos corruptos.
Más besos
El problema es que vivimos en una realidad creada. Menos mal que aún nos dejan los ojos...
:(
Siempre ha sido difícil separar la información de la propaganda. Para eso hay que educar al lector tanto como al periodista.
Estoy con PANCHO. No sé para qué tanto politicastro. Con menos de la mitad estaríamos más que "mal" servidos... Besotes despolitizados, M.
Los gobernantes, además de ser honestos, tienen que parecerlo. Entonces nadie se pondrá con ellos.
Yo lo veo así, aunque respeto todas la opiniones, desde luego.
Un abrazo y mucho aguante.
"Cuanto más alto sube el mono por la palmera, mejor se le ve el culo desde abajo."
Leyendo todo esto a uno le entran ganas, de encerrarse con unos buenos libros y buena compañía y pasar de todos estos intereses creados que mueven al mundo actual, que mueven a una sociedad en la que todo cabe, como la de ocupar un cargo honorífico de una ONG la WWF (antes Adena) e irse a matar elefantes.
Habrá prensa libre algún día? Lo dudo. Tendremos que leer siempre entrelíneas, separar el grano de la paja, y creernos muy poco de lo que leemos. Entonces? para qué sirven los medios de comunicación? Informan? Desinforman? Es cierto que la prensa es el cuarto poder?.
Muy bien dicho Pedro, la condición humana se extiende incluso a esos que parece inhumanos muchas veces.
Sube alto que la caída será más dura.
De acuerdo, hay que dedicar más tiempo a repemsar todo lo que nos rodea.
Comparto por diversos medios y guardo para el XI Espolón.
Gracias maestro y amigo
los gobernantes elegidos o impuestos llegan al pináculo junto con sus asesores porque la masa (pueblo) o los ha votado o simplemente la masa fue incapaz de organizarse y sostenerse en sus propias leyes y tratados
acá usamos un dicho, el chancho (cerdo) no tiene la culpa, sino el que le da el afrecho
eso:)
besos
pd...acá son las 5:10 de la madrugada
besitos
Comentaba el otro dia Vargas Llosa que un taxista le reconoció que votó a Fujimori porque había robado "lo justo". A pesar de las posibles transparencias, la (auto)construcción de la imagen o la prensa más objetiva, solo nos llega lo que queremos ver. Ese puede ser el problema o gran parte de él.
Comparto su reflexión, Pedro... pero mientras no aprendamos a ver en lugar de mirar, y a leer entre líneas, en definitiva, a abrir los ojos, los gobernantes cutres camparán a sus anchas.
Un saludo.
¿y ustedes no creen que el problema es 'otro'? que este sistema de organización estatal ya está caduco, o sea: que los partidos políticos ya no dan, no pueden dar, respuesta a las nuevas orientaciones y necesidades sociales y globales de un estado; más, que los partidos políticos ni siquiera nos representan. que debería acabarse ya eso de 'gobernar' y se frecuentara y fomentara más lo de 'administrar' los bienes de todos. que los partidos políticos no vivan de la subvención dela ciudadanía para acabar siendo empresas particulares con capacidad de opacidad al ciudadano. que ya no vale sólo lo de ir cada 4 años a la urna y depositar -cual corderitos amaestrados- tu voto útil (para ellos, claro).
el futuro inmediato, deparará y demandará nuevas respuesta con urgencia, si no, acabaremos viendo lo que ya se asoma bajo las alfombras: la instalación del estado policial-civil que sólo penaliza del despilfarro y del despropósito político al ciudadano,otra vez más y para siempre.
salud -y ni siquiera república.
Los gobernantes cutres, para suplir sus carencias lo que hacen es atribuirse y magnificarse con hechos y palabras de todo aquello que no poseen. Se autoengañan, quizá algunos no, y nos engañan y bien a los que estamos gobernados por ellos.
¡Luego se quejan de que la política está desprestigiada!
Un abrazo
Luz
Dime de lo que presumes...
me encanta lo que dice Juan Luís García y me sumo.
biquiños,
Lamentablemente, sobreabunda ese tipo de gobernantes. O quizás nosotros no sabemos elegir.
=(
creo que es hora de modificar algunos paradigmas:
1º nada de profesionalidad de la política, éstos deben ser electos no más de un par de ejercicios
2º nada de dirigentes sindicales rentados que no trabajan
3º nada de entrometerse en la política de otros países (libre autodeterminación de los pueblos)
4º nada de armamentismo
5º obligatoriedad jurídica y penal de los ciudadanos de la custodia de sus derechos (estando obligado a presentarse a la justicia cuando no son respetados)
..
he dicho!
un abrazo
PD --> ¿qué rey?
Bueno, por eso me hice anarquista.
Algùn dìa gobernaremos nosotros.
(Ah! no. eso no se puede)
Saludos
Totalmente de acuerdo. Un gran artículo.
Los gobernantes cutres y la gobernanza cutre (mira que se ha puesto de moda esa palabreja tan ridícula). No sólo son las personas, también los hechos, las que merecen reprobación. Y cuando hago esta diferencia es porque creo que los principios trascienden las personas, y son ellos los que determinan los hechos. Se puede ser una persona poco recomendable en lo personal y, sin embargo, ser capaz de ser responsable políticamente. Y a la inversa: se puede ser una bellísima persona en lo privado y totalmente inepta o corrupta en lo político. Si los principios fueran tenidos en cuenta, jamas un inmoral o un inepto asumiría un cargo público. Como no pasa así, son sus hechos por los que los reconocemos, los que nos desvelan quién hay detrás y por qué.
Muy buena tu entrada Pedro.
Mucho me temo que la palabra deontología en ambos campos haya quedado ya obsoleta...
Beos, Pedro.
Querido Pedro: No he conseguido encontrar a nadie que lea el periódico equivocado. Todos leemos el más audaz para el lector más inteligente.
Hasta que llegamos a una realidad de novela, que no a la de la calle.
Lo que sale en los periódicos es la realidad y lo que no, por lo visto no lo es.
Mal estamos andando ya. Hemos superado la frontera de la mentira.
Besazos.
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