Estos días pasados colgué en el blog dos entradas con videos en los que recitaba sendos poemas. Ambos textos tienen más de veinte años y fueron publicados, en su día, en revistas literarias de corta vida pero intensa y de las que guardo gratos recuerdos. Pertenecían a un libro que, en su conjunto, es inédito, aunque se haya ido publicando fragmentariamente. Revisitados ahora para un empeño nuevo, realicé modificaciones sobre los antiguos poemas y los sumé a dos videos grabados para el Proyecto agua, cuya versión definitiva irá sin recitado.
Como muchas de las cosas que hago en La Acequia, han supuesto un ejercicio de estilo, de escritura y publicación: crear no es otra cosa que un ejercicio constante que jamás termina y allá quien piense que ha conseguido el poema perfecto puesto que cada texto publicado es solo una aproximación y un tanteo. Para mí ha sido muy importante la forma en la que han llegado estas entradas a los visitantes asiduos de este espacio y sus comentarios en las entradas. Porque nada como el blog permite a un autor conocer la reacción de quien le sigue y que recibe cada entrada en lugares, tiempos y situaciones diferentes y nada monocordes.
Quise unir varias de las cuestiones que puede aportar un blog y que, de una u otra manera, ya había experimentado con anterioridad. Era consciente del riesgo. No hace demasiado tiempo, alguien me dijo, cuando recité un fragmento del Quijote para una entrada de la lectura colectiva que hicimos aquí de esta obra, que le incomodaba: consideraba la voz como algo muy personal. No entendí, pero eso ahora no importa, si quien se veía afectado por esa ruptura del ámbito personal era quien recitaba o quien oía recitar, ambas cosas muy interesantes para ser meditadas. Yo no consideré que mi voz se expusiera porque era parte meditada de mi forma de publicar aquella entrada.
En el fondo, muchas personas no pueden considerar aun el blog más que como palabra escrita sumada a la imagen (cada uno da preferencia a una o a otra) y se sienten extrañados ante otras posibilidades, cuando es una herramienta eficaz para sumar todas las posibilidades artísticas. Esto suele suceder con aquellos que han experimentado la lectura como algo íntimo, reservado a ámbitos personales.
Una de las cosas más interesentes en la recepción del producto artístico en el siglo XX es comprobar cómo se ha dado la vuelta a la forma de recepción. A partir de la generalización de la alfabetización y de las posibilidades económicas de consumir cultura escrita, esta se ha visto reducida a los espacios privados (como tal lo es leer un libro en el metro o en una cafetería, aislándose de todo lo que a uno le rodea) y cada vez es menos pública. Una significativa inversión de la forma de consumir cultura que antes era predominantemente oral. De ahí que el recitado de un poema, cuando no responde a nuestra forma de lectura para uno mismo, nos produzca una extraña sensación. Incluso el teatro ha cambiado completamente: desde que, a finales del siglo XIX, se decidiera apagar las luces de la sala (en España fue la primera actriz María Guerrero quien introdujo esta costumbre porque consideraba que el público iba a verla a ella y no a los vecinos de palco): hay una ilusión de intimidad. De hecho, una de las formas de vanguardia más importantes del siglo XX y lo que va del actual, es romper esa ilusión y enfrentar al público del espectáculo con la realidad de que asiste a un espacio colectivo y nada íntimo. Esto mismo se encuentra detrás de movimientos comprometidos como el de los cantautores: sus canciones se convertían en himnos colectivos para ser cantados con la conciencia de grupo. Pero sobre esto deberemos volver otro día porque, de hecho, Internet ha roto también con la intimidad en la recepción artística: quien usa las herramientas de la web 2.0 se siente parte de un grupo y sabe que es recibido de forma inmediata por el autor. Por mucho que abra el ordenador de madrugada, en la soledad de su salón.
Como todas las formas de publicación, el blog tiene sus riesgos puesto que lo que importa no es tanto la producción de los textos como su recepción. De hecho, el desarrollo de las posibilidades de Internet ha facilitado -de una forma no conocida antes tanto por la sencillez de las herramientas como por la comodidad y diversidad de su uso- que podamos descargarnos a nuestros diferentes sistemas de reproducción videos, textos, programas de televisión o de radio, para verlos/escucharlos cuando queramos. Se producen, entonces, interesantes desajustes: nuestro programa favorito de la radio de madrugada, escuchado en el metro cuando vamos a trabajar, nos aburre mortalmente; la algarabía festiva del programa que no nos perdemos nunca a las cinco de la tarde, resulta incómodo escuchado en el horario nocturno de nuestro trabajo. El poema que nos pareció, en su recitado, que nos conmocionaba nos resulta, en una situación no adecuada, falso. O al revés: escuchado en la situación propicia, aquello que nos pareció pretencioso nos resulta apasionante. Sucede con algunas películas: vistas en su día nos resultaron exageradamente pretenciosas, vistas de nuevo en otro tiempo podemos comprenderlas. Todo ello de una forma más intensa que lo que ocurría con el libro impreso.
Internet, además, nos ofrece otra interesante situación que potencia y complica la recepción y que no puede escaparse a quien usa sus herramientas: dos personas pudieron recibir, al mismo tiempo, mis entradas últimas, pero una las leyó en América y otra en Europa, a dos horas diferentes de su día -aunque coincidan en el tiempo general-, en dos situaciones completamente diferentes, incluso en dos estaciones del año opuestas. Esto no se da -o se da con menos intensidad- cuando ambas personas están en la misma sala al mismo tiempo, especialmente si se encuentran en frente de quien recita, sobre todo si quien lo hace detecta la situación anímica de los presentes. El autor que escribe en Internet es menos dueño de su obra que en los formatos tradicionales y, por lo tanto, está más expuesto a una recepción múltiple.
Un buen recitado público debe hacerse adecuando al público el tono, el ritmo y el juego con las emociones. Un buen recitado público de poesía y una clase de secundaria o una presentación promocional para unos clientes: lo que tiene buen éxito un día no lo tendrá al siguiente o el mismo día con otro grupo. La representación teatral que en unos lugares funciona de forma eficaz para despertar la emoción trágica, en otros provoca la risa. Esto sucede, más aun, con el cambio de tiempo: aquella película que nos resultó lírica y profunda ahora nos parece cursi; los poemas de Bécquer que tanto nos gustaron en la adolescencia, llega un momento en que nos resultan insoportables y sentimentaloides; la ropa con la que tan a gusto estuvimos en los años ochenta ahora ni siquiera la colgaríamos en nuestro armario.
Esto es imposible, en términos generales, en Internet: nadie puede publicar algo controlando al público que tiene delante, a no ser que cierre el acceso a su espacio a unos pocos a quienes conozca lo suficiente. Ni siquiera aunque lo haga mediante multiconferencia. Se suma, además, que las herramientas de la web 2.0 aportan algo que no existía antes: la inmediata reacción del receptor, que puede comentar la publicación de forma directa ante la comunidad de los lectores y ante el autor. Muchos autores no están preparados para esto: prefieren ignorar a sus receptores y para ellos el papel supone un refugio, un dique emocional que no quieren o soportan traspasar, como si no escribieran para nadie más que para uno mismo o para aquellos que solo les aportan elogios. Como mucho, recibirá en unas semanas las críticas de los especialistas y en unos meses unas pocas palabras de aquellos que asistan a sus presentaciones y firmas de libros. Después, algunas cartas más o menos filtradas por el editor.
Esta es una de las novedades de esta herramienta: la conexión directa con quien recibe lo que uno publica. En el momento en que un blog no filtra los comentarios, está expuesto ante quien comenta, para bien o para mal. Muchos no están preparados para ello y terminan cerrando su espacio o la posibilidad de los comentarios, sobre todo aquellos que no piensan en que publicar en un blog, aunque el circuito de visitantes no sea muy amplio, supone apuntarse a la dinámica que siempre han tenido los escritores en los formatos tradicionales. Si escribimos un blog público nos ponemos en la misma situación que un autor o un periodista que firma su texto y no deberíamos ignorar esto nunca a la hora de iniciar la andadura puesto que antes o después recibiremos un ejemplo de lo que expongo y la lección puede ser dura emocionalmente para quien no esté preparado suficientemente para ella. Cuando alguien escribe novelas o libros de poesía, se convierte en un autor. No puede evitar ni controlar la recepción que sus obras tienen. Tampoco puede hacerlo con la imagen que los lectores crean del autor al que siguen de forma asidua. En la prensa, que es más inmediata que el libro, los columnistas fijos terminan creando un personaje, que es quien se ofrece ante los lectores y que no tiene por qué coincidir con el autor real aunque tenga puntos en común con él: cosa que muchos lectores no están preparados para asumir. Inevitablemente, quien escribe y quien visita un blog de forma diaria durante años, incurren en lo mismo de forma más o menos consciente pero sus receptores tienen unas posibilidades de interacción que no tenían los de los formatos tradicionales. Y sus circunstancias de recepción son tan diversas como las de estos formatos pero condensadas en pocas horas o, incluso, minutos. Por eso, habrá que trabajar nuevas formas retóricas de acercamiento a esta recepción. Siempre que no resulten descafeinadas para gustar a todos en todas las circunstancias posibles. Eso sería renunciar al riesgo que supone toda obra artística o toda exposición pública de una opinión.
26 comentarios:
Efectivamente, publicar es un riesgo, más en este medio que permite la respuesta. No se puede publicar pensando en que lo que escribimos gustará y será alabado, aunque esta sea la tendencia general de los lectores que tienden a ser amables y a reforzar el ego del escritor. Este blog está planteado de tal manera que no permite la disensión, sólo la admiración por los altos niveles de sensibilidad del autor. Ello está bien como juego, pero a mí no me satisface. Entiendo que un blog debe suponer polémica, disensión, enfrentamiento gozoso (en la cordialidad), no una retahíla interminable de elogios que son pagados en el mismo sentido. Entiendo que el mundo de Pedro Ojeda es muy rico, pero también que es bueno que alguien le meta el dedo en el ojo alguna vez porque si algo tiene de bueno este mundo de los blogs es que nos ayudan a rehacer, a investigar, a profundizar ,a polemizar. Nada hay menos que me guste que la alabanza sin el matiz de la crítica inmisericorde. Ofrezco en la medida que sé, ángulos de discrepancia para que todo no se convierta en la hoguera de las vanidades. No hay nada tan enriquecedor que la visión despiadada de uno mismo. No se puede publicar pensando en el público que se tiene delante pero se está expuesto a la crítica por supuesto. Sólo he borrado un comentario en mi blog y era uno que era altamente ofensivo en el sentido sexual, homófono y miserable. En el resto de los casos la discrepancia, el intercambio de sensibilidades es estimulante. Pienso que este blog ofrece ángulos sugerentes pero que también merece la disensión como contribución enriquecedora. Un cordial saludo.
Muy interesante la aportación de JOSELU. Yo también pienso que la discrepancia inteligente y constructiva es muy saludable. No todo tienen que ser loas, por supuesto. Besotes 2.0, M.
Esta íntima relación entre la creación y la recepción, sus tiempos y sus momentos, es un interesante tema para un largo debate.
Yo pienso que el autor no debe tenerlo en cuenta para ejercer el ejercicio creativo más libremente. Crear es transmitir, es decir enviar y recibir y no puede existir ninguna manifestación artística si falta una de las dos partes ...emisor o receptor...independiente del momento en que la obra se realice o del lugar en que se reciba.
Cuando la creación se realiza para o en un momento determinado no perdurará pasado ese tiempo, cuando las condiciones cambien.
De la misma forma el receptor tiene la obligación de comprender la obra a través del tiempo y las circunstancias en que se realizó y si no lo hace, no se enterará de nada.
La obra de arte universal es la que sobrevuela por encima de las épocas y los acontecimientos transmitiendo la belleza al receptor de todos los tiempos y condiciones.
El riego es algo que se asume instintivamente desde el mismo momento en que uno opina. Si todos entenderiemaos la critica como una simple desavenencia social y no quisieramos imponer nuestros criterios como verdad absoluta, la sociedad en general seria más tolerante con todo lo bueno que esto conlleva.
Pero hay maneras y maneras de decir una misma cosa. Tal vez, por aqui unos se salvan y otros reciben las andanadas más despiadas que se pueden imaginar.
Una excelente entrada para reflexiónar sin prisas y releerla con más calma si cabe.
Un abrazo
JOSELU: En lo único en lo que no estoy de acuerdo contigo en tu comentario es que este blog no permita la disensión. Lo que no hago con mis entradas es buscar la polémica -hay suficientes blogs que la buscan y la promueven porque es la razón de ser de sus autores, que sin ruido no parecen poder decir nada- sino el diálogo. No es lo mismo. Dialogando, se construye. Ya hay suficientes gritos y sorderas.
Y prefiero que se disienta antes que se meta el dedo en el ojo. Con esa costumbre tan española acabaremos todos tuertos. Con la disensión, nos enriquecemos si construimos el diálogo.
En La Acequia no se busca la admiración. Cada uno da lo que tiene: yo no puedo dar la polémica, sino lo que tengo. Que los lectores de este espacio se sientan libre de tomar o dejar lo que consideren, de alabar o criticar. Eso sí: alabar o criticar porque sí nunca será mi estilo.
sorry Pedro
pero la Poesía
es absolutamente subjetiva, y todas esas retoricas y rebuscadas explicaciones que la gente intenta exponer para mí, (en mi muy particular opinión) son pelos de la cola, La Poesía o se siente o no se siente, es así de simple
Si un texto y la voz de quien la declama me para los pelos, es POESÍA así con mayúsculas, he ido a muchos recitales poéticos, y te diré que he escuchado a personas que impostan la voz, que son verdaderamente locutores , pero no tienen ni tendrán nunca eso que les haga ser Poetas
eso:)
besitos
Soy de las que siente que la lectura a través de la voz ajena me aleja dela profundidad del texto original. Sensación que sigo experimentando aún cuando quien lee sea el propio autor del texto en cuestión! Sólo en contadas excepciones he logrado esquivar esa ruptura que me produce no "escucharme" a mí misma leyendo mentalmente el texto. Reconozco que no deja de ser esquemático y hasta arbitrario, pero es lo que me sucede habitualmente.
Sobre la inmediatez que existe en los blogs entre publicación y comentario, creo que es uno de los aspectos que más me incentiva a seguir blogueando.
Muy interesantes tus consideraciones.
un abrazo!
Buenos días, profesor Ojeda:
La crítica constructiva es lo que nos hace avanzar, cada vez un poco mejorados.
Siempre se agradece. Hay blogs maravillosos que no tienen ningún comentario, y seguro que tienen muchos lectores y admiradores, pero no se atreven a decir –sencillamente- que les gusta lo que se les ofrece.
Otros, no dan opción a comentarios, y muchos nos quedamos con las ganas, de poner unas palabras de agradecimiento por lo que nos regalan.
Nadie obliga a nadie a entrar en un blog. Cuando se dejan unas palabras es porque realmente nos gusta lo que encontramos. No hay otros premios.
Son muchas las ocasiones en las que pensamos comentar y por falta de tiempo no llegamos a realizarlo.
No hay porqué coincidir en los gustos. Se dice, si se quiere, cuando no se está de acuerdo y tan amigos.
Eso sí, cada cual hacemos el blog a nuestro modo, porque es nuestro. Y damos un poco de nuestra manera de ser y de entender la realidad. Si lo hiciésemos pensando en gustar a todo el mundo sería un error y una frustración, porque difícilmente se conseguiría.
Lo cierto es que se hacen amigos.
Un abrazo.
Con respecto al asunto de la poesía que es el que me interesa, coincido con Lichazul. La poesía o la sientes de verdad o no la sientes. La poesía no es prosa o un ensayo, son ráfagas de sentimientos lanzados en versos, y si no los sientes pues mejor no perder el tiempo, ahora bien, en mi caso particular cuando he tenido que comentar algo espinoso sobre la obra de algún vate lo he hecho pero en mensaje privado.
Interesante y a buen seguro que será comentado este artículo.
expones tu forma de pensar, respetable para mi, aunque no me mueven mismas cosas que a ti
..
por suerte, ¿verdad?, sino sería hartoaburrido
un abrazo 'Profe'
Un blog, ventana abierta, para experimentar, para comentar, opinar, para música, arte plástico, poesía, fotografía...sin límites, cada cual a su manera.
Si existe polémica es aceptada y enriquece, si existe insulto o falta de respeto, con borrar el comentario, se acabó. Estamos expuestos a eso, estamos dispuestos a pensar que no todos pensamos lo mismo, faltaría más.
La inmediatez que supone una entrada y su difusión imprevisible, son alicientes, aunque se evapore el efecto en pocas horas, poco perdura en los blogs, no es esa su función.
No le doy más vueltas Pedro, esta reflexión tuya es interesante, oportuna.
En lo de leer la poesía digo como Neo, prefiero leerla para mis adentros, porque una voz, para mí, aunque sea la del autor, se interfiere, marca, expone y me impide leer a mi manera, sin embargo, a muchos y muchas les encanta, pues OK.
Un abrazo, me ha gustado mucho la imagen del vídeo, ventana llorosa.
Esto me recuerda la teorìa de los "multiples universos".
Una vez leì que, en cada blog, los lectores imaginan a cada uno de los otros lectores a su gusto.
Por lo tanto, existen tantos blogs, como comentaristas asiduos haya. Una multiplicidad de ellos.
Si se personaliza la entrega, esta teorìa se rompe.
Un abrazo.
14!!
Tu blog y, en general tu obra, es tuyo y haces con él y en él lo que te da la "real gana". Tus expectantes espectadores esperamos lo que tienes a bien enseñarnos, que suele ser bueno. También es bueno que haya discrepantes que discrepen de ti y de quienes comentan, claro. Añade sal y algo de morbillo. Aunque alguno de ellos lo tiene casi como deporte, por lo que leo en otros espacios.También es verdad, como apunta Gelu, que por lo general se comenta favorablemente. La mayoría son educados y para hacer un comentario negativo, no lo hacen. O bien, les parece correcto lo que leen, ven o escuchan y se conforman con ello, sin opinar. Conoces el blog de mi amigo Antonio, que raya a una gran altura y lo habitual es que no le comente nadie, pero a él le da igual, sigue expresándose y regalando sus palabras todos los días.
Por volver a tus dos entradas anteriores y a las que ha colgado Pipe también en su cuaderno (otro que también carece de comentaristas en el blog, y no será por falta de visitantes), leyendo alguno de sus poemas, a mi me satisfacen mucho, para mí la poesía gana con la voz, si es con la de un buen rapsoda, mejor todavía. De hecho, llevo tiempo pensando en poner el audio de lo que cuelgo en mis puntos y por lo que veo y oigo en los vuestros queda muy bien y hay blogueras que lo hacen asiduamente.
Con esta entrada también me has recordado algunos de los puntos de la conferencia que pronunciaste en este pueblo hace dos años y medio (+/-).
Bueno, que me he "pasao", no hagas mucho caso y sigue.
Un abrazo.
Por un error en el envío, mi comentario anterior ha aparecido como anónimo. Lo copio aquí para que se pueda borrar el anterior:
A mí me gusta la declamación en el mundo 2.0 (hice mis pinitos en esta entrada). Como afirmas, su recepción, aceptación o crítica es diferente (pero equivalente) al de otras manifestaciones artísticas.
Creo que hemos minusvalorado el poder de la palabra en internet: nos hemos ido aclimatando a un sistema dispositivo repetitivo que gira en torno a una imagen (estática o dinámica) y un texto. Pero el camino estético por explorar es ilimitado y creo que deberíamos de ser más arriesgado y apostar por otras fórmulas.
Por lo que atañe a la postura esbozada en los comentarios, me es muy difícil valorar de forma totalmente objetiva lo que hay en el fondo. Coincido con Joselu en que muchas veces es vivificante la chispa de la crítica y de la discrepancia, lo que no significa que un blog sea, simplemente, polemista. A mí, particularmente, me molesta la presencia en algunos blogs de comentaristas que no tienen nada que decir, que se limitan a dorar la píldora al autor o que no aportan nada más que su aquiescencia. Por otro lado, quizás sea una manera de hacerse presentes o una forma de agradecimiento dicha en voz alta. Yo hace tiempo que me quise desvincular de esos comentarios. A cambio, confieso que no trataba con la atención merecida a mis comentaristas. Puestos a escoger modelos, me gusta el blog de Joselu por la profundidad vertida en muchos de los comentarios que se realizan a tenor de sus entradas y, sobre todo, envidio su delicadeza extrema a la hora de contestar con profusión y detenimiento. También es cierto que no se pueden establecer paralelismos porque todo blog tiene su Lector Modelo, buscado en cierto modo por el autor y, por lo tanto, busca y estimula una forma de interactuar con los lectores.
¿Qué hemos conseguido aquí? Dos cosas importantes: una, añadir la voz al espacio de los blogs; otra, añadir ese sano intercambio de ideas.
Querido Pedro, nacida y criada en una sastrería de pueblo donde había muchas mujeres cosiendo y escuchando las radionovelas de la época -años 50/60- me aficioné al teatro y a la poesía mucho antes de poder comprender y disfrutar los libros que mi padre tenía en su biblioteca -que eran muchos, por cierto. Así que disfruto, tanto una buena lectura como la audición de un buen relato o poesía. Otra cosa muy distinta es cuando la lectura es llevada a cabo con inexperiencia o demasiada afectación, ahí ya me puede :)
Estoy en Navarra y con pocas posibilidades de conexión (y de baja calidad, además); aquí estaré todo el mes de abril... no me pongas falta de asistencia que aunque sea con atraso leo todas tus entradas, aunque no pueda comentarlas en su mayoría -como el vídeo de ayer.
Un gran abrazo, Maese Pedro :)
HOLA PEDRO: evidentemente JOSELU no ha leído tu blog completo ni conoce la dinámica de los comentarios vertidos por los comentaristas asiduos o no expresaría un juicio de valor erróneo como éste:
"Este blog está planteado de tal manera que no permite la disensión, sólo la admiración por los altos niveles de sensibilidad del autor"
Y digo juicio de valor erróneo puesto que presupone algo que resulta ser completamente falso y de lo cual doy fe, como comentarista antigua y asidua que soy.
Un abrazo a ti
Saludos a los otros comentaristas
LA PALABRA ESCRITA ES UNA ARMA PODEROSA DADO QUE DESPIERTACONCIENCIA.
TU TRABAJO ES PERFECTO E INVITA NUTRIRSE DE CONOCIMIENTO LITERARIO AMÉN DE ELOGIARTE POR TU PLUMA.
HAY QUIÉNES SOLO LEEN PALABRAS...
NO PROFUNDIZAN LOS TEXTOS
Y OTROS NI SIQUIERA LEEN...
TEN POR BIEN SENTADO QUE ESTA EN EL CAMINO CORRECTO,Y SIGUE ESCRIBIENDO CON AL EXALTITUD QUE TIENES COMO DON.
EN OTRO ORDEN:
Te invito a pasar por mis blogs dónde ya has estado otraras veces, los mismos te loa recuerdo:
www.cosechadesentires.blogspot.com
dónde cultivo los sentires recibidos y en este nuevo post me conoceras mejor además de regalos y premio.
www.pancosusurros.blogspot.com
literario y dejo algo para reflexionar mas un regalo para que lo lleves.
www.walktohorizon.blogspot.com
Un tema...y regalo te espera.
www.cuerposanoalmacalma.blogspot.com
Un Hombre carismático y regalos.
www.lasrecetasdelaabuelamatilde.blogspot.com
Te aguarda un imperdible postre dulce, decires y regalo.
www.newartdeco.blogspot.com
Te aguarda algunos de mis pinturas y regalo.
Alli espero tu decir con cariño y cálidez.
Gracias por tus visitas y seguir mis blogs.
Un abrazo desde Buenos Aires a puro sentir con mate en mano.
María del Carmen
"Muchos autores no están preparados para esto: prefieren ignorar a sus receptores y para ellos el papel supone un refugio, un dique emocional que no quieren o soportan traspasar, como si no escribieran para nadie más que para uno mismo"
Hay algo paradójico en esto. Efectivamente, planteado así, lo entiendo como una especie de huída hacia uno mismo, evitando las miradas ajenas. Pero, por otro lado, ese escribir para uno mismo no deja de ser bandera de libertad del creador para alumbrar la obra tal como él la quiere.
Aun llegando tarde me gustaría poder decir algo, siempre he creido que los blogs están creados para "crear" opinión, no siempre se puede estar de acuerdo, en mi caso si tengo algo que decir lo digo sea para bien o para mal, pero eso sí, me cuido muy mucho de respetar las opiniones de los demás que aunque no comparta son tan validas o más que la mia. Besos Pedro
Haces un excelente razonamiento, estimado Pedro. Quizá ya no haya mucho que añadir, pero quiero sumarme a los que opinan que cada uno es libre de publicar en su blog lo que quiera y emplear el formato (texto, imagen, audio o video) que le parezca oportuno. Nunca va a gustarle a todos los que visiten el blog, ni pretender que todo el mundo comparta sus ideas, ¡faltaría más!, pero eso (las diferentes opiniones) creo que lo pueden enriquecer, siempre que sean respetuosos en su expresión.
Y no me extiendo más, solo añado que a mí me ha gustado tu recitación de los poemas en las dos publicaciones mencionadas (que escuché/vi hoy mismo). Tu voz y tu forma de recitar ayudan a trasmitir mejor el contenido del poema.
Un abrazo y adelante en tus proyectos literarios y creativos.
para mí el blog ha supuesto todo ventajas: poder llegar a personas que de otro modo jamás llegaría, poder expresarme libremente y ofrecer un espacio para que también se exprese libremente quien quiera, el ser un motor para mi expresión artística (humildemente)...
respecto a lo que dice Joselu, mi opinión es que tampoco hay que ser desagradables, no se trata de eso.
por ejemplo, entre en un blog y leo algo que no me dice demasiado, o no me llega... no tengo porque decirle algo malo si no me apetece, simplemente puedo quedarme con lo positivo (que siempre hay) porque primeramente creo que hay que respetar mucho el trabajo de los demás.
parto de la base que el que escribe está dando a los demás lo mejor de sí mismo y por tanto no hay que "machacarlo" sin necesidad... otra vez lo hará mejor.
los lectores no somos críticos, no tenemos el don del bien y del mal, somos eso, simples lectores, que vertemeos opiniones cuando queremos, nadie nos obliga a decir nada.
lo que pasa (que para mí es bueno) que poco a poco, formamos una red de amistad, y desde ese momento ya leemos desde ese prisma y se pierde parte de nuestro espíritu crítico más severo.
en fin, resumo, que al menos yo, en tu blog, siempre me he sentido libre de expresar cuanto he querido y si no ha sido así pues no he dicho nada.
ah, y me gustó oir tu voz en el poema, me pareció mucho más íntimo y personal... y agradezco así el detalle, el ofrecimiento de tu voz.
biquiños,
Como podrás comprobar te estoy escribiendo los comentarios empezando por el último y a estas alturas, me voy dando cuenta de que quizá no lo esté haciendo bien, pero es otra forma de leerte y escucharte y es que el blog, como bien dices, tiene múltiples posibilidades de lectura, la mía ha sido esta y lo he hecho sin pensar.
Creo que el blog es un intermedio entre lo que es el recital y el encuentro directo con el público para interactuar con él y lo que se publica en un libro o en un artículo, pues las reacciones no se ven o si se tienen es ya pasado un tiempo.
Muy interesante este artículo y la subjetividad tanto del emisor como del receptor teniendo en cuenta el espacio, el lugar y sobre todo el tiempo de reacción de ambos.
Te sigo leyendo trastocando tu tiempo de publicación.
Besos
Luz
Cada uno tenemos un formato tono y ritmo que "in mente" pedimos al que recita si esto no coincide con nuestro patrón comienzan los problemas. Creo.
Lo abrí para salir del ámbito universitario, relajarme y divertirme.
Admiro la capacidad dialéctica de muchos de ellos, la sensibilidad de la buena poesía que circula, y la mucha creatividad de muchos autores.
Me conformo con esto.
Un beso, Pedro.
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