Tarda en entrar la guerra en Sonata de invierno. Aunque todo parece presidido por la Tercera guerra carlista, siempre parece lejana, más desde la corte de Estella. Casi como algo que debe existir para dar verdad a la ficción del rey y un motivo para lucir uniformes. Así lo ve el cura guerrillero, fray Ambrosio:
Así, la guerra se convierte en escaramuzas y emboscadas sin verdaderos enfrentamientos. Nada heroico, aunque haya muertos y heridos. El mismo Bradomín pierde el brazo en una escaramuza de este tipo y solo le queda componer el valor a la hora de aceptar la amputación y el gesto para aprovecharlo en su nueva etapa de don Juan manco. De ahí que reaccione como lo hace cuando se entera de que los soldados de su escota ejercen la violencia en el pueblo en el que están acogidos:
Ante la mediocre realidad, elevarla por medio de la estética y la tradición. No queda más. Cómo sabe Valle componer el aliento de su personaje: sin ocultar la realidad, dejarlo que la sublime. No otra cosa es la literatura.
Ya no hay hazañas, ni guerra, ni otra cosa más que una farsa. Los generales alfonsistas huyen delante de nosotros, y nosotros delante de los generales alfonsistas.
Así, la guerra se convierte en escaramuzas y emboscadas sin verdaderos enfrentamientos. Nada heroico, aunque haya muertos y heridos. El mismo Bradomín pierde el brazo en una escaramuza de este tipo y solo le queda componer el valor a la hora de aceptar la amputación y el gesto para aprovecharlo en su nueva etapa de don Juan manco. De ahí que reaccione como lo hace cuando se entera de que los soldados de su escota ejercen la violencia en el pueblo en el que están acogidos:
Yo siento, también, que el horror es bello, y amo la púrpura gloriosa de la sangre, y el saqueo de los pueblos, y a los viejos soldados crueles, y a los que violan doncellas, y a los que incendian mieses, y a cuantos hacen desafueros al amparo del fuero militar. Alzándome en las almohadas se lo dije a la monja:
-Señora, mis soldados guardan la tradición de las lanzas castellanas, y la tradición es bella como un romance y sagrada como un rito. Si a mí vienen con sus quejas, así se lo diré a esos honrados vecinos de Villarreal de Navarra.
Ante la mediocre realidad, elevarla por medio de la estética y la tradición. No queda más. Cómo sabe Valle componer el aliento de su personaje: sin ocultar la realidad, dejarlo que la sublime. No otra cosa es la literatura.
Noticias de las Sonatas
Pancho escribe su segunda entrada sobre la Sonata de invierno. Todo un lujo de análisis, síntesis e ilsutración.
Si alguien quiere saber qué tiene que ver Duchamp con Bradomín y un brazo amputado, no puede dejar de leer esta entrada de Paco Cuesta.
Mª Ángeles Merino encuentra una perspectiva aguda y útil para comenzar con Sonata de invierno: cotejarla con otros inicios, con la muerte y el amor presente en ellos y la cercanía, ahora, de la vejez.
8 comentarios:
Todavía no he empezado la sonata de invierno... se me está haciendo cuesta arriba con el trabajo y la vida ser capaz de hacer una entrada en condiciones de las sonatas de primavera,pero Pedro te prometo que la haré. Un beso
cuando el gato no está los ratones hacen fiesta
es un dicho popular, pero que se da con tanta facilidad tanto en la literatura como en la realidad
queja y disculpa deja el Marqués por sus soldados a cargo
como la disculpa por la quema del Corán hace poco, por los abusos en Guantanamó, etc etc etc
bien podría ser una disculpa actual
BEsos Pedro
Valle nos presenta una visión de la guerra en la retaguardia en la que ni siquiera se nos aclara si hay frente. Parece que no pasa nada o todo lo importante ha ocurrido antes. Eso es lo que se nos da a entender, narrado por los veteranos.
El autor pasea a Bradomín por las sacristías, casas nobles de Estella, sus calles repletas de soldados y de sonidos de campanas y cornetas de los cuarteles. Cuando lo saca del ambiente urbano, el relato gana en emoción, ritmo, variedad temática y de paisaje aunque sólo sea para certificar la pérdida de un brazo en una acción para nada gloriosa.
Puede que Valle se abrace a una sociedad rural y a las tradiciones antiguas como una forma de rechazo a la sociedad que no le tiene en mucha estima.
Una sublimación más que patética...
"El horror es bello", se lo perdonamos porque sólo es un ente de ficción. ¡Impresentable Bradomín!
Porque hablar de saqueos, y violaciones como bellas tradiciones...sólo lo aguanta la Literatura.
La Literatura embellece nuestra vida, nos ofrece un refugio; pero no sé si es conveniente que sublime cosas así.
Gracias por tu comentario. Ya ves...terminé escribiendo sobre las cuatro.
Besos
Buenas noches, profesor Ojeda:
Valle Inclán nos provoca con su literatura. Busca hacernos hablar, como gustaba en las tertulias que disfrutaban de su presencia y conversación.
Dejo un enlace, que aporta datos muy interesantes , y que nos harán conocer mejor al escritor. Hay varias referencias de una conferencia en Burgos el 22 de octubre de 1925.
Como réplica al gran polemista decir que el horror nunca es bello.
Y que el pueblo muera por las luchas sucesorias solo demuestra ignorancia y atraso.
Las personas que participan -a gusto- en las batallas a muerte son capaces de todos los desmanes y tropelías. Curiosamente, los que esperan obtener los beneficios y se los quedan siempre se sitúan en la retaguardia, esperando el botín.
Saludos.
Este fin de semana ya le haré un huequecito a Don Ramón con esta última Sonata, pues ahora ando entretenida con su Ruedo Ibérico.
Un abrazo
Luz
Retratar la parafernalia sin ocultar la realidad. Cada día aprendemos más.
Gracias
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