A finales del mes de septiembre pasado, el planeta entró en déficit ecológico, es decir, se habían destruido ya más recursos naturales de los que se generan en un año. Según los creadores del Día de la huella ecológica, desde el 27 de septiembre vivimos a crédito, como cuando una familia, para llegar a fin de mes usa la tarjeta porque lo que se gasta no será cargado en la cuenta hasta el mes siguiente.
Incluso concediendo una parte de razón a los críticos de las organizaciones ecológicas y del ecologismo como pensamiento y sistema cultural, todos sabemos, desde hace décadas, que esto iba a suceder o sucederá en breve no solo como estadística anual sino como dato irreversible: llegará un punto de no retorno, como el que cada vez sitúan con más precisión la mayoría de los científicos que abordan seriamente el cambio climático. Siempre hay voces esperanzadoras que nos hablan de que las grandes corporaciones -en especial, las petroleras y quienes las gobiernan- tienen en cajones secretos planes tecnológicos que solucionarían el problema o que, incluso, los desarrollan en lugares ocultos a la información pública para ponerlos en práctica en pocos días cuando sea necesario. Ya es demasiado tiempo el que ha pasado para creer en estas conspiraciones: no todo es posible ocultarlo siempre. Simplemente, la teconología que podría evitar que terminemos de saquear las últimas migajas del planeta no ha sido desarrollada o bien porque no se ha invertido lo suficiente en ella o bien porque nadie ha dado con la clave de su implantación barata y eficaz. O ambas cosas.
A los que tenemos una cierta edad, nuestros padres nos educaron en una cuenta simple: no gastar más de lo que se tiene y saber ahorrar un poco para los tiempos difíciles. Occidente pensó, durante mucho tiempo, que podía despilfarrar sin tasa los recursos naturales de la Tierra gracias a que el ahorro venía de lo que no destruían los países pobres. Era un pensamiento sencillo: si dominamos el planeta, las cuentas las hacemos nosotros y las estadísticas encajan siempre. Pero desde hace un tiempo, otras zonas del planeta se han apuntado al depilfarro ecológico. Occidente no puede evitarlo: en primer lugar, porque ya no tiene la capacidad de frenar a las nuevas potencias emergentes; en segundo, porque carece de legitimidad moral para pedir que otros no hagan lo que los países occidentales hicieron y hacen a pesar de todas las alarmas. Uno de los problemas del pensamiento occidental es que sigue pensando que es el centro del mundo y así es imposible entenderse con nadie.
Como no he visto a ninguno de los grandes políticos occidentales ocuparse de este asunto en estos días y la noticia no ha ocupado más que un breve en los periódicos, he de concluir que esto no le importa a nadie. Supongo que nos pasará como a la familia que vivía de su tarjeta de crédito sin fondos en el banco con la esperanza de que cambiara su fortuna en unos pocos días y se extraña al recibir la carta de apremio en el buzón, con amenaza de embargo o desahucio.
32 comentarios:
Nos estamos hundiendo pero seguimos de fiesta. Lo que pase, le pasará a los demás, aunque no hay salvavidas para nadie.
Un abrazo.
no se puede gastar lo que no se tiene, no se puede vivir a base de creditos, los que tenemos ya cierta edad, como tu dices,lo entendemos. ¿qué pasa con los jovenes, acostumbrados a tenerlo todo sin mayor esfuerzo? ahora tienen un gran problema ¿será culpa nuestras? seguro.
de potilica, economia y demás paso de comentarte lo que pienso. nadie va a venir a sacarnos las castañas del fuego, el insulto que se me ocurre, me lo guardo por educación, ellos nos han metido en todo este embrollo.
un saludo
marian
No puedo entender la indiferencia que se establece en determinados asuntos, como el que citas, del deficit ecologico; no es un tema del que pueda comentar más que lo que la lógica me indica, soy tambien de la generación del ahorro, de como diríamos en catalan, no estirar més la el braç que la màniga("no estirar más el brazo que la manga"), y ser prudente y contenida en el gasto, y eso me hace pensar en lo que dices,si a diez meses se han gastado los presupuestos de los recursos naturales de todo el año, vamos mal, pero que muy mal, y pagaremos las consecuencias con mayor escasez de agua, de alimentos....y con el desequilibrio en la biocapacidad de respuesta.
¿hay alguna cosa que esté bien?.
Un abrazo
Nem a beleza da foto consegue apagar a preocupação que nos vem do post.
Acontecerá nesta área o que aconteceu com o resto, certamente.
Um abraço imenso, querido Pedro.
Pase lo que pase, aunque parezca catastrófico, La humanidad sobrevivirá.
No creo en los augurios, así que sigamos de fiesta ... ¿que cosa mejor podemos hacer?
No creo que, si hay aún solución, ésta venga de las grandes corporaciones. Si no presionamos y exigimos desde abajo nada va a cambiar. No nos engañemos.
¿estaremos a tiempo?
Me voy más preocupada de lo que vine...
abrazos.
Pero lo importante es dar más dinero a la banca.
Saludos profesor
Tienes razón, no le importa a nadie. La actitud parece ser: "bueno, ya nos encargaremos cuando llegue el momento" y eso, sabemos por muchas experiencias, que no es sinónimo de solución.
EL único consuelo (egoista) es que -quizá- nosotros no lo veamos. ...Tiempo al tiempo...
saludos
Profunda reflexión. Todos, cada uno desde su ubicación social y profesional, tenemos la obligación de responder a este asunto con acciones constructivas más que con golpes de pecho...
"Despues de mi...que el fuego abrase la tierra" (Tiberio)
Que poco han cambiado las cosas...
Un abrazo.
Estas cosas me matan
somos depredadores absolutos!!
tenemos nuestra propia existencia pendiendo de un hilo
hemos llegado a la cúspide en la pirámide
pero no somos más que otro eslabón de una cadena viva y natural
que más temprano que tarde se cortará y no precisamente por el lado opuesto a nosotros, sino en nosotros, el planeta se regenerará en sus ciclos y volverán las semillas a fecundar la tierra y los insectos reinen así como los invertebrados, pero nosotros no estaremos para registrarlo nimenos disfrutarlo
Besos Pedro
a disfrutar la vida y el día como si fuese el último
Nos llevamos la mano a la cabeza ¡cuánto hemos derrochado!
Acabaremos comiendo hierba y, con suerte, flores. Tu foto muy esperanzadora. Besotes deficitarios, M.
Este dato es impresionante: Si todo el mundo se pusiera a consumir al ritmo de un español, se necesitarían tres planetas y medio para producirlo. No todos consumimos y contaminamos lo mismo. Pero persistimos en la calamitosa relación con el medio ambiente.
Solo cabe informarse y actuar. Actuar en nuestro nivel y a la altura de nuestras posibilidades. Poco a poco, a base de golpes, iremos aprendiendo. Unos antes, otros después. En el mismo barco nos encontramos, unos achicando agua y otros de fiesta. A veces deseamos que esto se hunda para que nos den la razón. Es normal.
Sigamos achicando, que no decaiga. Unos morirán de fiesta y otros luchando por sus sueños.
Tendrían que prohibirse los aparatos de aire acondicionado.
Y a pesar de lo negativo de la noticia, tenemos otras que llenan de esperanza; como la de la localidad andaluza de Fuentes de Andalucía que ha sido la primera en Europa en instalar una planta de energía solar capaz de acumular su energía por la noche.
Hemos vivido pensando que los recursos del planeta eran ilimitados, pero no lo son.
Nos hemos creado unos hábitos que son insostenibles.
Y a pesar de todo sigue habiendo gente que no se da cuenta de las consecuencias que esto puede traer.
Hasta que la situación no sea realmente alarmante, no reaccionaremos.
Ah, y si no llega a ser por ti, de esta noticia ni me entero, porque efectivamente, no ha tenido mucho eco en los medios.
Un beso.
Mal acostumbrados que estamos.
Y las nuevas generaciones ni te digo!!!
Besitos
Buenas noches, profesor Ojeda:
Todos somos culpables con nuestro despilfarro consumista y nuestros caprichos absurdos de ricos.
¿Creemos que los aviones vuelan sin combustible?.
¿Y con qué funcionan los vehículos que llenan las carreteras?
¿Las industrias y las grandes máquinas se mueven por arte de magia?.
¿Los elementos de construcción se fabrican solos?
¿Para quien se talan los árboles, y desaparecen los bosques?.
...
Y lo que es más terrible, ¿para qué se fabrican armas que pueden acelerar más aún el final?
¡Cómo no iba a pasarnos factura la naturaleza!.
¿No es momento, ya, para hacer un cambio de pensamiento?.
Saludos.
P.D.: Muy bonitas las campanillas azules -que parecen tener frío-...y ¡pobre lagarto!.
Infelizmente assim é: estamos a destruir nossas reservas, a destruir nosso planeta...
Um dia todos iremos lamentar essas atitudes.
É pena e ´triste.
Um texto muito oportuno: é preciso sensibilzar as mentes de todos, independentemente de fronteiras!
BEsos( penso que e´a única palavra que sei escrever, desculpa.)
Así es, vivimos a crédito, pero aferrados al pasado.
Es una lucha complicada que debe empezar por el día a día de cada uno.
Me reconozco en tu indignación, mi querido Profe, tal que abogo por la eliminación del monocultivo, el uso de agrotóxicos, la transgénesis, la explotación minera a cielo abierto, la pesca indiscriminada de arrastre y contra la energía nuclear.
¡pero somos pocos che!!
un abrazo
Pedro, penso ser precisamente esse, o grande problema: deixámos de seguir os conselhos interessantissimos e de grande sabedoria nos nossos avós e antepassados que se baseavam precisamente em não gastar mais do que se tem e pensar em guardar um pouco para o futuro.
Isto penso que se aplica a tudo, quer à natureza, quer à economia, quer ao nosso dia-a-dia.
Tudo se resume a uma questão de educação, penso eu.
Sempre interessante ler-te.
Um abraço
oa.s
La implicación y sensibilización de los problemas del planeta en España se ve claramente, no hay más que mirar la representación de los verdes en el gobierno. Isabel.
Esta vez prefiero quedarme sólo con la imagen, el color y la belleza no pueden penderse, a pesar de todo, el sol lucha cada día por brillar y las flores siguen regalando su aroma para seguir elaborando conciencia.
Besos Pedro.
O sea, que le debemos dos meses a la tierra. El año que viene serán cuatro. En 2016 habremos agotado todo el crédito y para entonces habremos de ser su alimento. No seamos soberbios: no acabaremos con la tierra, acabaremos con nosotros mismos, la tierra sabrá reconstruirse sin nosotros.
Llego un poco tarde, pero quiero que sepas que hoy en mi clase de lengua castellana a alumnos de tercero de ESO les he planteado esa noticia y hemos reflexionado sobré qué era el déficit ecológico y la huella ecológica. Tienen que contestar a unas preguntas sobre ello. Y no quiero dejarlo ahí. Pretendo llevarlos al Caixa Forum de Barcelona a una proyección que aborda la misma cuestión. Creo que es de una relevancia extraordinaria aunque apenas se le haya dado alcance en las noticias.
Como no sé de tecnologías ni de ciencias hago la cuenta de la vieja: Estamos en Octubre, en Galicia y tenemos temperaturas de Julio (en los mejores años). Es evidente que algo no marcha. Que me lo expliquen.
Biquiños,
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