He de reconocer que siempre he querido titular un escrito mío sobre Bécquer como Balance Bécquer: no en vano, el poeta usó un libro de cuentas para su manuscrito más famoso. De Bécquer, como de todos los clásicos, hay que hacer balance: qué nos sirve hoy y qué no. Como soy profesor de historia de la literatura -especie en peligro de extinción entre tanta oleada de técnicos- debería añadir qué les sirvió a los autores posteriores. No hay clásico sin intertextualidad: para merecer tal calificativo, un autor debe ser saqueado, devorado, asimilado y trasformado por los que le siguen. Es un canibalismo necesario y muy nutritivo. De hecho, un clásico lo es por eso, por su capacidad para generar relecturas muchos años después de que él produjera su obra.
Precisamente por esto, el balance Bécquer solo puede ser positivo. Como casi siempre, aquello que le hizo triunfar en un primer momento viene a ser lo menos importante para la historia de la literatura de profundidad, es decir, aquella que lo enlaza una y otra vez con otros autores hasta la actualidad. En su día, gracias sobre todo a la falsificación llevada a cabo por los amigos -que también se encargaron de potenciar la leyenda del autor como un autor abandonado, pobre, enfermo y maldito, tan lejana de la realidad cotidiana con los datos biográficos ciertos que tenemos sobre el sevillano-, que elevaron una lectura argumental -la de la historia de amor- a la única posible al intervenir en la primera edición de sus obras completas, triunfó por la facilidad de conectar con emociones universales que prácticamente todos hemos sentido en algún momento de nuestra vida: el estallido de la pasión, la decepción del desamor, la soledad y la herida que no se cierra bien tras la traición de la persona amada. Pero incluso así, hay que reconocerle a Bécquer una capacidad extraordinaria -al alcance de muy pocos- para elaborar en un lenguaje de su tiempo grandes temas de la literatura universal. De ahí su rotundo éxito popular que le ha llevado a ser el autor español cuyas obras se han memorizado y recitado con más intensidad.
Es cierto: Bécquer, como muy pocos, supo poetizar el tema amoroso en todos sus matices tal y como necesitaba la época burguesa a la que perteneció.
Pero no es eso lo más importante de Bécquer leído hoy. Lo mejor de Bécquer es lo que comenzó con Darío: una lectura de profundidad en clave metapoética y simbólica a la que ya hemos hecho referencia y no repetiremos. Es de aquí de donde nace toda una línea de poesía moderna en español y en la que el sevillano se muestra como adelantado con respecto a los simbolistas franceses, por ejemplo.
Por otra parte, Bécquer siempre nos sorprende con hallazgos idiomáticos, expresiones poéticas que permanecerán siempre y un cultivo de la aparente sencillez poética que abre las compuertas de lo mejor de la poesía española posterior. Sabemos que no fue el único que en su tiempo lo intentó, pero también sabemos que fue el que lo consiguió de forma más rotunda.
Noticias de Bécquer
Nuestro querido Sr. de la Vega dedica una suculenta entrada a su relación lectora con Bécquer, de la que ya dado muestras en los comentarios en este blog.
Gelu dice no hacer una entrada a Bécquer, pero la hace... y termina con Sabina.
Luz del Olmo nos regala con la reedición de un cuento suyo, muy becqueriano, como podréis ver.
Mª Ángeles Merino, nuestra Abejita de la Vega, sale hoy a pasear las calles comentando e ilustrando magníficamente Tres fechas, de Bécquer.
Pancho comenta El Miserere a partir de una de las claves de la estética becqueriana: la totalidad del arte. Excelente.
Pancho comenta El Miserere a partir de una de las claves de la estética becqueriana: la totalidad del arte. Excelente.
En este enlace podrás encontrar las instrucciones para seguir la lectura de la obra de Bécquer en La Acequia, con los índices de las entradas. Si me he olvidado de alguien, avisadme para corregir el error.
Noticias de la lectura de la trilogía dantesca de Óscar Esquivias
Os invito a participar en esta lectura colectiva y virtual de la trilogía dantesca de Óscar Esquivias, continuando la variedad de estilos, propósitos y miradas que nos han enriquecido la lectura del texto cervantino en los dos últimos años.
Noticias de la lectura del Quijote
La lectura del Quijote se convierte en proyecto permanente de La Acequia (en este enlace) al que se puede incorporar todo aquel que lo desee en cualquier momento y, por lo tanto, seguiré publicando, periódicamente, las noticias correspondientes.
Relación de próximas lecturas
Septiembre: Riña de gatos, de Eduardo Mendoza.
De octubre a enero: Sonatas de Valle Inclán. El orden de lectura de estas novelas no corresponderá con el de la cronología interna de la obra sino con el de su publicación, para experimentar cómo construyó Valle la biografía de su personaje y cómo lo recibieron los lectores de su época
17 comentarios:
que cierto lo que dices Pedro, cada época , cada sociedad tiene sus códigos y este autor supo pintar todo el arcoiris con su particular prisma poético
Besos
Llevo aquí un ratito larrrrrrrgo, primero, porque quería ponerme al día en todas estas entradas publicadas durante mi ausencia, y segundo, porque se me esfumó mi comentario por cerrar sin darle al "cartelito naranja" (y no sabes la rabia que me da, pues creo que por mucho que lo intente no voy a poder repetir todo cuanto quise decirte).
Lo cierto es que nada de eso importa, lo primordial es el placer que me produce volver a leer a los amigos.
Un balance equilibrado, cierto, de este gran poeta, que supo llegar, llega y llegará a todos aquellos rincones donde su tono suave se entremezcle entre los pensamientos de quien se deje llevar por sus versos, poeta del amor y el desamor, del sentido existencial de la vida, un referente para entender la poesía.
Besos con todo cariño Pedro, ya estamos de nuevo en el día a día.
Con calma iré leyendo a los colegas pero aún estoy "aterrizando" y, como sabes, a Bécquer lo tenía un poco atragantado aunque estoy totalmente de acuerdo con tu análisis de que es un clásico. ¡Bienvenido de vuelta querido Pedro! Besotes alegres, M.
A pesar que la poesía y yo no somos muy amigas tengo que decir que el balance es positivo, por los pelos pero positivo al fin y al cabo. Al menos me he acercado a un libro que de natural hubiera siempre rehuído.
Un beso y supongo que ahora que llegó septiembre La Acequia vuelve a estar abierta...
Buenos días Pedro: Me ha hecho gracia tu comentario en mi blog.
¿Te acuerdas cuando te decía, al princpio de leerte, que por qué escribías todo juntito y apretado?
Y ahora voy yo y hago lo mismo... je je.
Es que creo que el monólogo gana más puesto de ese modo que es justo el modo en que le llegan a la protagonista los pensamientos, a mil por hora.
Conste en mi descargo que después de colgar el texto en el blog pensé que tal vez podría ponerle espacios para que los lectores no os ahogárais pero luego al leer tu comentario me quedé más tranquila pensando que había hecho lo correcto.
biquiños y buen finde.
Salvando estilos, podríamos decir que Bécquer para la poesía española es lo que Baudelaire para la francesa.
Mi balance es que tras la experiencia vivida una relectura será fantástica.
Espero bem que a tua profissão não esteja mesmo em risco de extinção!
Besos, querido amigo mio.
Me gusta tu entrada sobre Bécquer, salvo el título. La palabra "balance" tiene unas connotaciones economicistas que poco tienen que ver con la poesía becqueriana...
Un abrazo.
Mi Señor Ojeda,
Sin duda Don Gustavo Adolfo Bécquer tiene algunas estrofas dignas de ser impresas en postales amorosas para la semana fantástica de San Valentín.
Algo que en estos días con poder omnipresente de los mercados, mercadotecnia y Merkel, no todos los poetas publicados en los últimos 125 años podrían contratarlo.
A mí todos los poetas me gustan, mientras que no tenga que leerlos.
Lo mejor del sopor de la narrativa y poética Becqueriana, fue leer en comandita, más por lo que aprendo que por lo que desprendo.
Suyo, Z+-----
Que puede agregarse?
Perfecto anàlisis.
Un abrazo.
Lo de leer a Bécquer en "comandita" ha salido muy bien.
Borrar al pobrecito Bécquer enamorado del tópico y alumbrar al Bécquer simbolista y moderno no es fácil; pero hemos contado con una buena dirección. No ha sido nada soporífero, el balance es positivo, por supuesto.
¿Seguimos con Bécquer? ¿Hacemos balance ? ¿Cuándo empiezan a reñir los gatos?
Besos
Pues Bécquer es para mí grande porque sabe pulsar en el lector -por encima de las modas- emociones universales de todo tiempo, como su arpa célebre.
Saludos blogueros
Mi balnace Bécquer: disfruté mucho y aprendí otro tanto (Léase: mucho) de Bécquer contigo y mis compañereos de lectura. Fue un placer, además como sabes, llevo a mi Bécquer dentro.
Ya en el avión vine leyendo ¨"Riña de gatos". Estando de vacaciones no creo poder hacer entradas pero si comentaré en tus clases con toda seguridad, aunque a seguro se lo llevaron preso, de veras que lo intentaré, lo mismo que leer las entradas de los compañeros.
Un beso a tí y abrazos a los compañeros de lectura.
jajajaja y otra cosa: en el primer avión viajé otra vez con un contingente de 41 pers. de la Univ de Navarra. ¡Qué lindos chicos!, una gozada con la alegria y buena onda en el vuelo.
Los clásicos son desvalijados por los creadores posteriores. Se trata de un pirateo respetuoso y necesario para avanzar, no empezar de cero y estar siempre repitiendo lo mismo.
Uno de los aspectos más significativos de la obra de Bécquer - que he observado en esta lectura- es su capacidad para hallar la armonía entre los extremos, el equilibrio entre el bien y el mal, el orden y el caos o la mujer perjurio y ternura.
Gracias por este aparentemente sencillo, preciso y becqueriano balance de la lectura. También por la referencia.
Mi Señor Ojeda,
No podía dejar de traer este documento sonoro imprescindible en boca del mismísimo Bécquer, con su archicelebérrima rima, que tan al caso se recita en estas fechas: "Los golondrinos", aunque habiéndolo encontrado en youtube a palo seco, para poder escucharlo hasta el final, tuve que añadirle un poco de música ambiental y así compensar el impacto multimedia.
Un cordial saludo ;)
Suyo, Z+-----
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