El misterio es uno de los motores habituales de la acción de los personajes de las leyendas becquerianas. A veces por azar asisten a hechos asombrosos, instantes fugaces que les cambian la vida: una visión, una música. Sin embargo, no es verdaderamente el azar el que les pone en esa situación: estos personajes llevan algo dentro que les empuja, les hace mirar: son personajes que, en realidad, no pueden llevar una vida normal puesto que un fuego interior les hace estar predispuestos a esa búsqueda que no todos aceptan, que no todos creen. Casi siempre, el resultado del misterio exige un coste muy alto: la locura o la muerte. Pero estos personajes lo aceptan porque es el significado exacto de su vida.
Esta tendencia al misterio, a lo sublime, a lo sobrenatural, la hereda Bécquer del romanticismo, como todos los simbolistas del XIX. En él sirve, como huella de la estética neoplatónica, para explicitar argumentalmente el hallazgo de la belleza y la dificultad del artista para plasmarla. El lector, aunque no llegue a comprender esta última finalidad, se ve atrapado por este gusto por el misterio y, en especial, por su excepcional gradación estructural.
Esta tendencia al misterio, a lo sublime, a lo sobrenatural, la hereda Bécquer del romanticismo, como todos los simbolistas del XIX. En él sirve, como huella de la estética neoplatónica, para explicitar argumentalmente el hallazgo de la belleza y la dificultad del artista para plasmarla. El lector, aunque no llegue a comprender esta última finalidad, se ve atrapado por este gusto por el misterio y, en especial, por su excepcional gradación estructural.
Noticias de Bécquer
Firvulag se incorpora con mucha fuerza a nuestra lectura de Bécquer: confiesa sus reticencias iniciales, da muestra de las rimas que más le han gustado y concluye con claves becquerianas imprescindibles.
Myriam comenta una leyenda cuyo tema, con razón, no le ha gustado. Os remito, con todo respeto, a las dos partes de su texto y a mis comentarios en ambas: 1 y 2.
Pancho comenta una de las leyendas iniciales de Bécquer, La creación, uno de los textos más singulares del autor.
Myriam comenta una leyenda cuyo tema, con razón, no le ha gustado. Os remito, con todo respeto, a las dos partes de su texto y a mis comentarios en ambas: 1 y 2.
Pancho comenta una de las leyendas iniciales de Bécquer, La creación, uno de los textos más singulares del autor.
Gelu nos confiesa su propia selección de leyendas y pasajes favoritos de Bécquer.
Mª Ángeles Merino, Abejita de la Vega, googlea a Bécquer y lleva su leyenda, con ordenador y todo, al Arlanzón. Un placer leer esta entrada.
En este enlace podrás encontrar las instrucciones para seguir la lectura de la obra de Bécquer en La Acequia, con los índices de las entradas. Si me he olvidado de alguien, avisadme para corregir el error.
Mª Ángeles Merino, Abejita de la Vega, nos invita, con gran acierto, a leer la trilogía ahora que se conmemora el 75 triste aniversario del golpe de Estado del 18 de julio de 1836.
Os invito a participar en esta lectura colectiva y virtual de la trilogía dantesca de Óscar Esquivias, continuando la variedad de estilos, propósitos y miradas que nos han enriquecido la lectura del texto cervantino en los dos últimos años.
Mª Ángeles Merino, Abejita de la Vega, continúa con el comentario del capítulo 8 de la primera parte del Quijote. No se libra su ordenador ni de ser poseído por dos frailes...
16 comentarios:
Tengo que confesar que me ha costado engancharme a Bécquer pero al menos he conseguido acercarme.
Me parecen muy interesantes las dos siguientes lecturas, aunque con Mendoza tengo sentimientos encontrados. Riña de gatos no lo he leído pero lo tengo en mis estanterías.
Un beso
Los protagonistas de las leyendas no son de este mundo, como el mismo Bécquer.
Estoy disfrutando con las leyendas, sobre todo con las más poéticas. Casi me caigo al agua...
Porque las narraciones son un poco de cartón piedra...
Tengo esos libros. La de Mendoza me la regalaron, la leí, la comenté con algunos compañeros y me reservo la opinión. Leerla contigo será diferente,seguro. He de recordar lo que me pasó con el segundo de la trilogía de Esquivias.
Las sonatas de Valle Inclán, hace tanto tiempo, será interesante recordarlas. Me las llevaré al pueblo.
Besos
Tengo los de Valle Inclán, incluso he leído La sonata de Otoño, a raíz de una entrada tuya antigua. Me gustó mucho, así que será un placer volverla a leer y leer las otras.
La de los gatos la acabo de encargar a iberlibro.
Besos
Sigo la lectura de Becquer. La sigo con retraso, pero obnubilada por tanta maestría como hay entre los blogeros que te siguen. Leer sus resúmenes, interpretaciones, lecturas, análisis... Es de verdad un placer leerlos, así que aprovecho este mensaje para felicitarles y darles las gracias a todos por compartirlo tan generosamente.
Eduardo Mendoza está bien. Me compraré Riña de gatos, que no lo tengo. Y Valle-Inclán, perfecto.
Un abrazo a ti y a todos.
Gracias amigo!!
Ya me has hecho un (re)lector de Bécquer y ahora anuncias a Valle Inclán uno de mis favoritos...
...
Ey Pedro, lee algo de Liber Falco y luego me dices que te parece.
Un abrazo querido amigo
Yo no publico nada de Becker, pero estoy enganchada a él desde mi más tierna infancia.
Ya sabes que yo soy maestra, estoy en un cole al extremo de mi pequeña ciudad. Delante del cole había una iglesia que ya no estaba consagrada al culto, era bastante tétrica, lúgubre y "sonora", con esos ruidos extraños que producen los edificios viejos que se van asentando.
Yo entonces daba literatura a alumnos de secundaria en ese colegio. En el tercer trimestre yo tomaba a Becker y sus leyendas por bandera. Entonces, un viernes por la noche les proponía a mis alumnos ir a esa iglesia a las 12 de la noche a leer las leyendas de Becker a la luz de las velas. Aceptaban, por supuesto.
Íbamos, hacíamos un círculo con reclinatorios viejos y encendíamos las velas. Yo comenzaba la lectura y los demás "se cagaban vivos". Siempre había el gracioso de turno, que era el que más miedo tenía que hacía alguna bobada, pero en general salía genial.
Un año quedé con un compañero que cuando estuviesemos leyendo la historia sobre Maese Pérez el organista, pusiese el casette con música de órganos....dios mio la que se organizó, todo el mundo salió corriendo, tiraron las velas, se empujaron...cuando llegaron a la puerta vieron que yo no iba y volvieron a buscarme, descubriendo el pastel, creí que me mataban, pero aprendieron a no huir de lo desconocido.
Fueron unas experiencias geniales que no se repetirán nunca, porque el ayuntamiento del PP, arregló la iglesia y se la regaló al obispado...sin comentarios.
Bueno Pedro, un placer pasar por aquí. Mil besos
si remitiesemos todo a lo que la "normalidad" concensa, estaríamos caducos hace mucho
besos Pedro
A las sonatas también me apuntaré, ya tengo leídas un par.
A Marina decirle, que se había creado su propio "Club de los poetas muertos" siempre que leo a Bécquer pienso en esas ermitas alejadas de los pueblos, aisladas y visitadas normalmente dos veces al año para recoger al santo o santa y para volverlos a encerrar.
Me seducen las próximas lecturas, empezaré con Mendoza que ya conozco y ganas tengo de estudiar y aprender con vosotros con las Sonatas,de Valle Inclán, escritor que he leídop muy poco, y siempre he pensado que se cita mucho y se ha leído poco, los que tenemos cincuenta y tantos, siempre estaban por encima de Valle, Baroja, Unamuno, Azorín, en los estudios académicos.
Los personajes de Las Leyendas se sienten atrapados por fuerzas misteriosas. Bécquer se siente atraído por los sucesos protagonizados por ellos. Estos sucesos extraordinarios se transmiten de forma oral de generación en generación. El narrador les da forma poética y los publica en la prensa. La rapidez con la que se trabaja en las redacciones no le permite ahondar en los temas, deja que sea la imaginación del lector la que interprete y añada los detalles que faltan en sus relatos.
No he leído mucho de Valle Inclán, pero con poco es suficiente para darse cuenta de su categoría. La aristocracia de la lectura.
Gracias por la referencia.
Ese misterio se me antoja como una especie de sublimación entendida en el sentido químico, pasa de un estado a otro prescindiendo del intermedio.
Esta semana ¡no he hecho mis deberes! A ver si me animo ésta que entra... Me parece estupendo que leamos "Riña de gatos" y luego las Sonatas de Valle Inclán. Las conseguiré en cuanto vaya a Barcelona. Besotes literarios, M.
Celebro la decisión de leer a Eduardo Mendoza y las Sonatas de Valle. Haré lo imposible por participar.
Un abrazo a todos
Cualquier excusa es buena para volver a las sonatas de Valle, pequeñas joyas que alimentan el amor por la literatura de quien lee. La otra propuesta, la de Mendoza, no me hará releer el libro que ya leí hace meses, pero sí me servirá para añadir algunos comentarios que no serán precisamente elogiosos.
¡A las lecturas de Marina sí que me apuntaba, ya lo creo!, pero sería de las que se moriría de miedo.
¡Profes como vosotros son los que levantarán la esperanza de nuestros hijos.
Si me armo de ganas leeré Riña de gatos... y respecto a las Sonatas, me encantará acercarme a vuestras lecturas y tal vez releerlas de nuevo, aunque las tengo bastante recientes (las leí el año pasado si no recuerdo mal) y las leí también llevada por la entrada que habías hecho tú acerca del Marqués de Bradomín y también por indicación de un amigo que admira esas Sonatas y me las prestó para que las leyese.
biquiños,
Me encantan Becquer y Valle, cuando estudiaba filología hispánica me tuve que leer un montón de autores pero recuerdo estos dos con especial cariño, de hecho sus obras tienen un sitio preferente en casa.Se acercan al misterio, al esoterismo etc...con un estilo bastante sencillo de asimilar sobretodo para una extranjera.Vivo en Aragón y fuí expresamente al monasterio de Veruela y alrededores para empaparme de Becquer y en la Galicia interior casi se podía palpar el espíritu de Valle.
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