Poeta en Nueva York, es una obra de radical modernidad que sorprende a quien la lee por primera vez a pesar de que Federico García Lorca lo comenzara a escribir en 1929: tanta es la imagen estereotipada . En ella está mucho de lo que otros han querido vendernos como nuevo desde entonces. Con frecuencia encontramos artistas que se amparan en la ignorancia de los demás. Incluso estuvo de moda hace unos años negar que hubiera que conocer las obras fundamentales de la literatura (o de la pintura o del cine o de la escultura): trampa en la que cayeron muchos ingenuos que compraron como nuevas cosas que llevaban décadas en el mercado. Hay demasiados mercachifles en el arte y un público que no da importancia a la cultura y al que es fácil vender gato por liebre.
Al conocimiento del poemario le perjudicó tanto su fortuna editorial como el hecho de que la publicación póstuma y tardía le hiciera llegar al ambiente moral y estético de la España de postguerra en el que no iba a ser fácilmente aceptado. Ni la cultura políticamente correcta del régimen dictatorial de Franco ni la ortodoxia estética de la mayor parte de los artistas e intelectuales que nutrían la oposición podían fácilmente aceptarlo. Aun hoy ocurre.
El caso es que Poeta en Nueva York es la respuesta de García Lorca no tanto a un conflicto personal -en el que se ha insistido tanto que parece absorber injustamente cualquier otra explicación- como a una tensión estética que se daba en los circuitos más avanzados del arte de vanguardia europeo. En 1929 -antes incluso de que sucediera el crack bursátil pero todavía con más fuerza después- una parte de la vanguardia renunciaba a su intrascendencia y sin dejar de aspirar a ser nueva tomaba conciencia de la época en la que se vivía el clima que desembocaría en los conflictos sociales y bélicos de las dos siguientes décadas.
El círculo surrealista de París dirigido por Breton giró hacia el compromiso comunista y expulsó de sus filas a quien se negó a dar ese paso y que prefiriera seguir en el camino del arte sin compromiso político y social -Dalí incluido-. Alejado de ellos, deteriorada su relación con Dalí y Buñuel, García Lorca profundiza en este mismo camino: Poeta en Nueva York es su respuesta a este nuevo sendero por el que la vanguardia, sin dejar de serlo, tomaba partido en la denuncia de la errónea marcha de una modernización mecanizada que anulaba al individuo y convertía en marginados a gran parte de la población, en especial la que pertenecía a las minorías. El compromiso del poeta le lleva, incluso a ofrecerse como víctima para la redención del mundo.
De este libro, la voz poética de Lorca sale trasformada: en unos pocos meses, el cambio que se produce es tan profundo que todo lo que había escrito con anterioridad, con ser tan bueno, palidece. Poeta en Nueva York es muchas cosas, pero es, sobre todo, un viaje iniciático del yo poético. Quizá ahora, de nuevo en una situación convulsa, estemos mejor preparados para comprenderlo.
23 comentarios:
Sabes? Estou lendo em castelhano a obra poética completa de LOrca.
Muchas gracias por esta tua análise.
Besos, amigo mio.
A veces pienso que ciertos ciclos se repiten. A su manera, pero terminan desertando por un lado a las mentes inquietas y por otro más oscuro hacen que prevalezcan ciertas ideas que la mayoría trata de imponer como verdades absolutas siendo siempre verdades a media tinta, Mi Padre solía decirme que es conveniente dudar por naturaleza. Pero analizando los pros y los contras. Solo así las conclusiones que uno termina comprendiendo tienen sentido.
En esa época, Paris, era mucho Paris. Pero el libre pensamiento, azoto la ciudad hasta desesperanzar su élite artística, diezmándola por cualquier parte.
Solo Montmartre permanecía como objeto de culto y deseo creativo. Aunque solo fuese para cuatro nostálgicos de unos tiempos que fueron mejores y nunca volvieron.
Un abrazo
Qué gran obra la de Lorca.
Buenas noches, profesor Ojeda:
Maravillosa la poesía de Lorca. Y 'Poeta en Nueva York' -hace a ratos- que el frío y la soledad que sintió Federico en esa gran ciudad cale en los huesos.
Pero cada vez que leo los enlaces de Wikipedia, y recuerdo las noticias de las vicisitudes de su manuscrito, llego a la misma conclusión: me quedo con la edición de Bergamín de 1940.
Eso sí, ¡cuánto me gustaría ver el poema añadido, y analizarlo con lupa, y compararlo, y estudiarlo.
Sólo saber donde ha estado durmiendo todo este tiempo hasta que sus propietarios han despertado, hace pensar que habría para escribir unos cuantos libros de ciencia ficción y documentados, pues lo que rodea, por ejemplo, al poema 'Crucifixión' no parece precisamente poesía.
Saludos.
Leer Poeta en Nueva York, es como leer hoy en el ayer,o el ayer en el mañana, porque habla de sentimiento. Desde mi humilde opinión ( dado que hablo desde mi ignorancia y desde lo que me puedan hacer sentir o no lo que leo),cuando leí esta obra, pude sentir un poeta varado en su soledad, describiendo la vista que a sus ojos llegaba y lo que en ellos el sentimiento le producía, una puerta abierta a sus verdaderos instintos y dejar de lado un mundo absurdo y manejable,una toma de conciencia con su yo oculto. Quizás debe volver a retomar antiguas lecturas.
.."No preguntarme nada. He visto que las cosas cuando buscan su curso encuentran su vacío. Hay un dolor de huecos por el aire sin gente y mis ojos criaturas vestidas ¡sin desnudo!"....(Poemas de la soledad en University Columbia).
Besos Pedro.
Siempre he encontrado en Lorca un surrealismo mayor que en Bretón a través de sus imágenes literarias, de sus cariñosas parábolas, de sus figuras escondidas entre la berraña de sus versos. Algo que quizás asustaba a los dadaístas, por desconocimiento o por altanería afrancesada, que quizás no sabían que la luna de pergamino de "Preciosa" era una pandereta o que "corales tibios dibujan arroyos en rubio mapa" escondía la violación de Thamar por su hermano Amon (frase que hay que pronunciar en castellano y en voz alta para apreciar su música)... La visión de "Un poeta en NY" se adelanta a su tiempo como quizás hizo Rimbaud adelantándose a los iconoclastas del surrealismo.
Un poeta aún por descubrir releyendo despacio cada verso.
Esperaba en la imagen otra cosa y me he asustado uffffffffffffffffffff. Pasa buen día Pedro, un beso
La marcha a NY fue su primera salida al extranjero. Ya era un autor famoso y reconocido. La gran ciudad influyó en un cambio en su temática, dolido porque su Romancero Gitano sólo se le había entendido por su lado popular.
Las imágenes de Lorca, no sólo de PNY, son alucinantes: "Son las colinas de martillos y el triunfo de la hierba espesa". o "Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas." que nos enseñaste hace un tiempo.
Nada que añadir a tu reflexión.
Es curioso la politización del movimiento surrealista, por un lado se decían libres para hacer lo que quisieran y por otro expulsaban a la gente que pensaban que para ser surrealistas no tenían que ser comunistas. Años después hemos podido ver en lo que ha quedado el compromiso comunista. Para mí "Poeta en Nueva York", no tiene nada que ver el estado de ánimo del poeta en ese momento,(conflicto personal) con la poesía que hace, creo que sabe que de esa tensión estética está naciendo una obra de arte.
Pedro siempre que sacas a Lorca,nos ofreces una pequeña clase magistral.
Lo leeré de nuevo bajo el prisma que apuntas. A ver si esta vez me gusta. Besotes lorquianos, M.
Cuando murió Enrique Moriente subí el estremecedor vídeo de : "Ciudad sin sueño",poema de Lorca "Poeta en Nueva York"...no duerme nadie, empieza. La voz de Moriente, las imagenes, el ritmo obsesivo de la música y las letras de Lorca aunadas en un documento que augura la muerte, la soledad exprema, el viaje de la angustia en medio del ruido absurdo sin nada más que dolor borrando el corazón y las palabras.
Saludos Pedro.
Me hiciste pensar en esta elocucón de Lorca en el 31 cuando ya vislumbraba otros caminos...
“Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre’, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.
Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?
¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.
Besos, Pedro.
"alocución" quise escribir...
Con fotos como esta estas ganando el título de maestro en la mirada.
Personalmente me llega al alma como todos los acordes de una gran orquesta con instrumentos de viento, de cuerda, de percusión; suave y vibrante en ocasiones y con atronadora pasión por momentos. La manera de vestir sus alegorías, las composiciones léxicas inimaginables... Nos guste o no cuanto muestra Lorca con sus palabras en este poemario, lo que es indiscutible es que no pasa desapercibido.
Gracias a tu exposición magnífica puedo releerlo comprendiéndolo mejor.
Muchísimas gracias, Pedro.
Estoy en medio de otras lecturas bastante densas que he emprendido y que quiero ir terminando antes de que me toque concentrar en Becquer. Pero no bien me libere, me pondré con PNY. Gracias por enlazarlo y gracias por esta clase.
Besos
Lorca estuvo en Vermont. De lo que conozco de EEUU es lo que más me gusta, por sus bosques y encima estuve en otoño. Ahi vivía una íntima amiga mia que luegos se mudó a Miami :-(
¡Qué gran injusticia te se cometió con Lorca!.
Hay, no obstante, una frase en tu escrito que resume todo:
Con frecuencia encontramos artistas que se amparan en la ignorancia de los demás... ¡Ése es el problema!.
Un abrazo.
Volveré a leerlo desde tu 'enseñanza'... hace muchos muchos años que lo leí
gracias Maese Pedro, un abrazo
Lo leí hace tanto que me impresionó en aquel momento. Tus palabras me hacen, como otras muchas, desear retomarlo.
Un abrazo, Pedro.
Por cierto, la foto es espectacular.
("como otras muchas veces", quería decir)
Lorca de 1929, caldo excelente, pero el que se queda sin adjetivos es De la Vega de 1964.
Suyo, Z+-----
la cosmopolita visión , es gran influente para plasmar sus versos, New York sin duda es gran artífice de ese cambio
nadie queda indiferente en esa ciudad
besos Pedro
hay un tema de Sting, que habla un poco de esa visión, del europeo en tierras lejanas como es Nueva York
http://www.youtube.com/watch?v=d27gTrPPAyk
El simbolismo está presente de manera continua, Nueva York para Lorca fué una serie de números y colectividades sin contenido humano.
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