lunes, 14 de febrero de 2011

A muchos les sobra la vida


Voy de mis preocupaciones a mis clases, con ellas puestas hasta la puerta del aula, puesto que al traspasarla las dejo en el umbral. Pero hay un párrafo del autor que toca hoy -Baltasar Gracián, prolífico y variado escritor barroco, popular en su día por tratados de comportamiento cortesano y hoy solo  mencionado como referente de la teoría barroca del arte- que me llega dentro, tan abrumado como ando estos días con mis cosas:

No vivir apriesa. El saber repartir las cosas es saberlas gozar; a muchos les sobra la vida y se les acaba la felicidad; malogran los contentos, que no los gozan, y querrían después volver atrás cuando se hallan tan adelante; postillones del vivir que, a más del común correr del tiempo, añaden ellos su atropellamiento genial. Querrían devorar en un día lo que apenas podrán digerir en toda la vida; viven adelantados en las felicidades, cómense los años por venir y como van con tanta priesa, acaban presto con todo: aun en el querer saber, ha de haber modo para no saber las cosas mal sabidas; son más los días que las dichas; en el gozar a espacio, en el obrar aprisa; las hazañas bien están hechas, los contentos mal acabados. (Oráculo manual y arte de prudencia.)

Me pregunto cuánto hace que me sobra la vida.

Hoy Gracián sería un prestigioso escritor de libros de autoayuda. Es curiosa y significativa la evolución del género: primero fueron los espejos de príncipes, destinados a la educación del gobernante y la nobleza, luego los manuales de cortesanos, guías de comportamiento de la nobleza y las clases medias enriquecidas. Con la ilustración se popularizaron los tratados de urbanidad, de los que se separaban por igual los libros de etiquetas para las altas clases sociales y los de moral para niños en edad escolar. Ahora, que en teoría somos todos iguales, necesitamos los libros de autoayuda para sobrevivir en el mundo. Parece que andamos siempre cojos y necesitados de consejo para marear el día.

Pero vuelvo a Gracián y, al salir de clase, camino más despacio y me detengo unos minutos en la manifestación en papel contra la violencia que desde hace unos días crece en un espacio de mi Facultad. No hay nada menos apresurado que la papiroflexia. Quien hace pajaritas o grullas o caracoles ha decidido que no le sobra la vida. Al menos, durante unos minutos al día.

28 comentarios:

ibso dijo...

Y muchos ni siquiera se enteran.
Un saludo profesor.
Ibso.

Juan Navarro dijo...

Hay una historia entre discípulos de varios maestros budistas. Dirimían cuál sería el mejor entre sus maestros. Y relataban sus maravillas: uno era capaz de cruzar un lago andando sobre las aguas, otro era capaz de reproducir un texto en la distancia, escribir en la distancia,... Uno dijo: todo eso no son milagros, son tonterías. El lago se cruza dando una moneda al barquero y se escribe con un lápiz sobre un papel, no es necesario hacerlo en la distancia. Mi maestro come cuando tiene que comer y duerme cuando tiene que dormir. A los demás esto sí que les pareció una simpleza, pero eso es justamente lo que no hacemos. No dormimos sólo cuando toca dormir y no comemos sólo cuando toca comer. Nuestro estrés surge de la dispersión, por el afán de abarcarlo todo y deprisa como dice Gracián. Se trata de comer cuando toca, dormir cuando toca, es decir, se trata de vivir ahora que toca, ya tocará morir. Nunca sobra la vida. Por otra parte, no tenemos otra ocupación posible, así se trata de desarrollarla lo mejor posible, comiendo cuando toca, durmiendo cuando toca. ¿Es esto autoayuda? No lo sé, es una reflexión.

Teresa dijo...

:)
los caracoles son un buen intento por ir despacio en un mundo de locos

Euphorbia dijo...

Quizá deberíamos estar más atentos a lo que nos rodea y no ensimismarnos tanto en nuestros pensamientos, vivir el presente de una forma más plena.
Leía esto el otro día y me pareció interesante:

http://www.vidasencilla.es/la-solucion-atenta-para-las-mentes-inquietas/

Un abrazo
Gemma

São dijo...

Fico rezando para que Sérgio recupere .

Um abraço estreito, meu querido Pedro.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

que sería de nosotros si trasladásemos nuestros problemas a la realidad del aula???? que buen texto el de Gracian...cuanta razón...un abrazo

impersonem dijo...

Lo primero y más importante es que Sergio se ponga bien lo antes posible y que lo que le ha sucedido a él jamás le suceda a nadie más.

Lo demás, es que pienso que a nadie le sobra la vida, que cada minuto es una oportunidad, que a veces las circunstancias exigen velocidad (por supervivencia) y a veces la velocidad con la que vivimos crea circunstancias indeseables que comprometen los momentos de reposo... a veces el pulso se desboca y se vuelve incontrolable, muchas de forma involuntaria por razones impuestas o prioridades mal establecidas... otras porque el despertador nos avisa de horarios establecidos por los "furrieles" que sirven a los dueños del sistema... no es fácil detenerse cuando el látigo te arrea o cuando las circunstancias te imponen la dictadura de la urgencia... a veces el ir despacio no es una cuestión de querer o no querer sino de poder o no poder... Gracián tiene razón en lo que dice, pero vale para los que son dueños de su tiempo y pueden decir voy cuando quieren ir, y vengo cuando quieren venir, y estoy cuando quieren y donde quieren estar... en fin, como hace mucho que se escribió, tal vez deberíamos entender que "suficiente para cada día es su propio mal (o afán)"... y que "no por mucho madrugar amanece más temprano"... y que a veces hay que vestirse despacio si se tiene prisa... y que una tortuga le ganó una carrera a una liebre... pero esas cosas se van aprendiendo con la vida... y es por ello que la vida nunca sobra, pues nunca es tarde para aprender por qué y cómo "no vivir apriesa".

Abrazos.

MIMOSA dijo...

Conocía la historia de Sadako Sasaki, y el gesto de estos compañeros es encomiable.
Este autor es desconocido para mi, nunca leí nada de él, pero siempre hay tiempo para hacerlo, hace unos años decidí tirar del freno y comenzar a saborear la vida, no por más correr y tener se es más feliz. Las preocupaciones siempre estarán ahí, y la serenidad ayuda a colocarlas en el lugar que les corresponde, el resto va llegando, de a poco y hay que saber disfrutarlo, absorber la esencia, llenarnos de ella.
No creo que te sobre la vida.
Besos Pedro.

¡AYÚDATE! dijo...

Son palabras de Samuel Smiles, y parace realmente increible que sean de tanta actualidad y que todavía tanto tiempo después tengamos que leerlas y convencernos a nosotros mismos de que todo esto es lo más importante en la vida.

Myriam dijo...

Pues la de Sergio Izquierdo está en suspenso por culpa quienes no la respetaron. Castigo ejemplar con todo el peso de la ley es mi deseo con o son grulla.

Podrán escribirse todos los manuales de buen comportamiento del mundo, pero lo esencial se resume en una sola frase:

"Ama a tu prójimo y no le hagas lo que no quieras que a tí te hagan". El resto, es comentario.

Myriam dijo...

o sin grulla, dice.

Mariluz GH dijo...

Mi solidaridad con Sergio

abrazo, amigo

Steki dijo...

Realmente un texto que bien podría ser de la época actual. Tienes toda la razón. Y, al que le sobre vida... que la utilice en algo positivo! Una buena idea la de las palomitas de papel. Qué lindas!

No sé quién es Sergio ni qué es lo que le ha pasado pero espero que se recupere pronto. Toda mi energía para él.

Un beso para ti.

XuanRata dijo...

El tiempo de las figuras de papel es un tiempo manual y ese es tal vez el ritmo que echamos de menos.

jg riobò dijo...

Pararse y respirar es un comienzo.

Lola Fontecha dijo...

Hubo un tiempo en mi vida en la esta me sobraba, no tenía sentido ni pretendía ocuparla ¿para que tenerla pensaba a menudo? a día de hoy me faltan horas para vivirla, porque aunque me gustaría ocuparla en otras cosas distintas, siempre hay algo en mi cabeza maquinandose para hacer. Besos Pedro

Gabiprog dijo...

El mejor papel para la papiroflexia se consigue arrancándolo de algunas agendas.

Ele Bergón dijo...

Justo cuando estaba escribiendo el comentario, se ha ido la luz por dos veces y me he quedado sin ordenador, entonces me he acordado de los imprevistos ¿que hacemos con ellos? porque son los que mas nos descolocan. ¿Tiene alguna receta Gracian para eso? Supongo que tambien dara consejos para ser prudente y no actuar a la ligera, pero a veces es dificil, entre otras cosas, porque no sabes como reaccionar.

En mi caso, he cambiado el comentario ante lo imprevisto.

Un abrazo

Luz

Anónimo dijo...

INTERESANTE ...


pero si te sorbra la vida...expotala ...vivela....aprovecha pedro...

besines
sauvignona

Luis Antonio dijo...

Quiero solidarizarme con esa bella campaña solidaria en pro de la recuperación de Sergio y también manifestar mi admiración por Baltasar Gracián, paisano mío, por cierto

El Gaucho Santillán dijo...

Orarè por la recuperaciòn del mencionado señór Sergio.

Con el origami no lo puedo acompañar, porque no me sale, y termino rompiendo todo.

Un abrazo.

LA ZARZAMORA dijo...

A muchos les sobra, cuando a tantos nos falta...
Besos, Pedro.

Paco Cuesta dijo...

Siempre necesitaremos los consejos de los profesores que se preocupan de nuestros conocimientos dia a día.
El recuerdo de Sergio nos acompaña en el vestíbulo

matrioska_verde dijo...

No sabía de la historia japonesa, así que doblemente emocionada, por ella y por la historia de Sergio. ¡Que triste! Ojalá se recupere y pueda volver a su vida normal. A los que lo agredieron sí que les sobraba la vida. ¿Para qué la quieren? ¿Para cortar la de aquellos que de verdad quieren vivirla? Biquiños,

Asun dijo...

Yo he de reconocer que procuro dejar mis preocupaciones fuera del aula, pero no siempre lo consigo. Creo que me voy a hacer adepta del movimiento Slow, sobretodo estos días.

Triste situación la de Sergio, y preciosa inciativa la de sus compañeros de clase. Ojalá que en este caso la tradición nipona se cumpla, porque no me cabe la menor duda de que se superarán las 1.000 grullas.

Un abrazo

Kety dijo...

Indignante la violencia que existe en centros, donde debían dar ejemplo.

Deseo su recuperación
Un abrazo

Isabel dijo...

Me ha encantado hoy leerte, como tantas veces. Besos isabel.

pancho dijo...

Quien ha decidido hacer pajaritas en su vida, le queda mucho por vivir. También los hay que la van regalando a los demás.