A veces la lluvia cae con la elegancia del que llega a tu casa como si no hubieran podido ocurrir las cosas de otra manera. La ciudad se hace íntima y lenta y sólo aquel que se niega a recibir la fina gota en el rostro se apura, incómodo, a las tareas cotidianas. Merece la pena detenerse un momento a contemplar cómo las aceras se deslavan: de pie, en la esquina, bajo la mínima protección de un saledizo. Hay algo en todo ello que te invita a la sonrisa y a entrar en el primer café, para parar aun más el día.
23 comentarios:
Me gusta este proyecto de agua que estás haciendo, me ha gustado el vídeo.
Y con él hoy nos invitas a la reflexión de ese día de lluvia en la ciudad, tú dices que la ciudad se hace lenta, fíjate yo lo veo desde otra perspectiva, cuando llueve, creo que todos vamos más deprisa y la lluvia pareciera como si hiciera barrer a las personas, porque las calles se quedan desiertas.
Un beso.
No hay ciudad que no parezca más hermosa cuando llueve: sus calles brillan, los humos se derriten, el olor a humedad te trae recuerdos añejos.
Pasear sin paraguas puede ser una aventura reconfortante.
Sólo los que van despacio no se mojan. La gente se
apresura
sin paraguas.
Desgraciadamente hasta con esa forma pausada de caer la lluvia hemos acabado...
Hasta aquí me llegó la frescura de la lluvia y el aroma intenso del café.
Me gusta mucho la lluvia, pasear deajo de las mil gotas que te caen encima y pensar, por un momento, que algo del Universo lejano cae encima de tí, se queda contigo y te susurra al oído... seguramente sean imaginaciones mías, pero parece tan real...
Un abrazo.
P.D. Estoy con la lectura del libro, me lo tomo con calma, porque estas cosas no se pueden hacer con prisa.
La lluvia siempre me ha apasionado. Todo tipo de lluvia: siri-miri, normal, tropical, aguacero con rayos y truenos (ésto último preferiblemente dentro de casa al lado de una chisporroteante, crepitante chimenea...). Besotes bajo la lluvia, M.
Esos momentos en los que desconectas de todo y apuras sorbo a sorbo el café contemplando la vida pasar, sin prisas, sin ataduras al devenir diario.. Ya habrá tiempo despues para continuar, ese ratito es nuestro. Un beso Pedro
Ojalá, a fuerza de contemplación, pudiésemos detener el tiempo.
Nuestros corazones no se merecen el ritmo frenético de esta desquiciada vida que hemos creado.
La simple contemplación de elementos tan contrapuestos como el agua o el fuego, me cautiva. Me enreda en una mundo sensaciones donde me cuesta discernir entre lo real y lo onírico.
Un abrazo
Soberbio proyecto.
Pasear sin guarecerse cantando bajo ella es una forma de convertirse en lluvia.
hola pedro...
le has pegado aqui lluve bastante estos dias....
mira no se si tendra algo que ver...pero si te empapas en la lluvia es como un bautismo nuevo....quizas porque el agua de lluvia es simbolo de pureza o por lo menos para mi...
y bueno...si te empapaste bajo la lluvia no hay nada mejor que llegar a casa secarte y tomarte una buena tasa de cafe...
besines y que tengas un lindo fin de semana!
:)SAUVIGNONA
El sonido del agua, sea como sea, siempre es un placer.
Besitos
Pedro.Hemos perdido el placer por las pequeñas cosas.Por mas elegante que caiga ... nos falta tiempo para disfrutarla.Para buscar ese lugar para encontramos con nosotros mismos.Lindo fin de semana.Besos.
Esa lluvia que relaja, que limpia, que nos trae nostalgia y que hace que te abraces suavemente a tu amor. Besos de fín de semana Isabel.
La lluvia siempre tiene algo de encantamiento, quien no gastó tiempo observándola tras una ventana?
Deslavar, no conocía esa palabra. Besos.
Me has hecho darme cuenta de cómo ha cambiado mi actitud ante la lluvia con el paso de los años.
Cuando era niña y adolescente no me molestaba en absoluto empaparme con la lluvia, es más, me gustaba. Ahora sin embargo no me resulta tan agradable, excepto en verano. Ahora la disfruto más desde detrás del cristal. Cosas de la edad.
Besos
Sin duda alguna sería un placer tener la capacidad de para el día, en ese momento, en que cae la lluvia fina.
Besos Pedro.
me encanta caminar bajo esa lluvia fina , ver a la gente correr intentando no mojarse
disfrutar del aroma a humedad en la tierra
acá con un verano sofocante, echando de menos las aguas de marzo:)
Es cierto, yo lo he comprobado , cuando llueve con esa medida humana que tiene a veces la lluvia, a las esquinas les brotan saledizos.
Me gusta ver llover -sin gustarme los días de lluvia- pero antes disfrutaba caminando sin paraguas y dejando gotear el agua por mi cara... claro que entonces no llevaba gafas :)
abrazo de domingo lluvioso en el sur
Yo sigo parando el tiempo en las esquinas.
Todo un éxito.
Esa lluvia fina aquí cae casi todos los días, acompañada de nuestro café, y te entiendo cuando la describes pues es así tal cual, pero me gusta más la tromba de agua fresca, esa salvaje que no esperas y lo refresca todo a su paso.
Besos, Pedro.
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