miércoles, 22 de septiembre de 2010

Silla


Siempre es agradable encontrar una silla para sentarse a descansar en mitad del ruido urbano.

27 comentarios:

Asun dijo...

Me estoy empezando a preocupar. Además de estar cada vez más cegata, creo que empiezo a tener problemas de daltonismo. Casi no veo la silla ni ampliando la foto, y mira que está bien destacadita con ese color.

Besos

Jesús Garrido dijo...

tampoco la veo, seguro que está, no hay sitio para más arte por lo que veo

MIMOSA dijo...

Yo me quedo con el corazón, ¿vale?
Besitos

Myriam dijo...

En mi blog, puedes encontrarla más cómoda. Elige la que quieras:

http://deamoresyrelaciones.blogspot.com/2009/12/blog-post.html

XuanRata dijo...

Pero últimamente, con tanto parado y jubilado, lo mejor es salir con la silla de casa.

Martine dijo...

De un amarillo chillón y sin fondo.. peligroso sentarse..

Un beso, Pedro.

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

claro que sí, hay que descansar y parar en medio de la jungla del asfalto.

María dijo...

Con el ruido urbano en mitad del camino, no me pararía para sentarme, preferiría seguir caminando hasta llegar a casa, allí sí estaría agusto y sin ruidos.

Un beso.

Larisa dijo...

Me gustan las sillas rojas y sin respaldo. Las amarillas sin asiento las dejo aparcadas a la izquierda. Sola, en el invierno azul la muerte rompió el velo. Como dice la canción.

Abrazos urbanitas

Anónimo dijo...

Desconcertante.

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Ruido, mucho ruido, grises momentos nos aturden y de pronto, una silla amarilla flotando en el aire.
Siempre existe alguna cosa que rompe la monotonía, si conseguimos verla claro.

Besos

Antón de Muros dijo...

Mucho ruido y pocas nueces...

Un abrazo desde la primavera recién estrenada ;-)

Antón.

jg riobò dijo...

Comprobar que no mancha antes de sentarse.

pancho dijo...

Se fio de ella y descubrió que la soledad existe como arañazos de ruido en medio del silencioso ruido de la ciudad.

Montserrat Sala dijo...

Suscribo lo que le dice J.G. Riubò. Lo mismo. Saludos viejos y rayados y tiznados de carmin.

Hernando dijo...

Pedazo de diseño,con respaldo y sin fondo, ponemos una bacinilla, en el suelo, justo en el espacio que queda vacío y podremos sentarnos delante del televisor para ver la gran primicia televisiva del 2010 " Belén Esteban, la princesa del pueblo" sin tener que ausentarnos para evacuar. Así se nos acaban los problemas, los fisiológicos, sociales, económicos........... y el pueblo feliz.

Lola Fontecha dijo...

Amarilla y bien comoda que se ve. Buenos días

lichazul dijo...

sin duda es bueno ser precavido
besitos de luz

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

No, no esta mal esa silla. Pero prefiero la hierba verde en la pradera...!

Un abrazo.

Teresa dijo...

"Pitón x Ángela", así se multiplican las personas
:P

Ele Bergón dijo...

Me gusta la silla amarilla porque distorsiona con su silencio.

Un abrazo

Luz

virgi dijo...

Los graffittis lo inundan todo, los bancos, las sillas, los muros...
Habrá que buscar donde sentarse, esa es muy chica.
Besos

Isabel dijo...

Yo preferiría sentarme en la lechera que tiene la señora de bronce de la foto de abajo.

Casía dijo...

Gracias por tu comentario, el sacamantecas en Asturias es conocido por el "home del untu" y ahora al nuevo director del museo etnografico de Grandas de Salime, que no tiene ni idea de las costumbres y cultura asturiana le da por decir en la pagina del museo que esconde tesoros, ¡en que manos esta consejera deja esta joya de museo!

Paco Cuesta dijo...

Pilla la silla amarilla, diría uno de los numerosos "artistas" de tan magna obra.

Unknown dijo...

En tan poco espacio tanto misterio. Tanto por descubrir, ver y analizar.
Uf.
Un abrazo

matrioska_verde dijo...

pues como que me costaba encontrar la silla y eso que está en un color destacado... y es que a veces se hace difícil encontrar la belleza entre tanta mugre.

bicos,